19 de agosto de 2008

19 de Agosto de 2008

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Traducción de Mercedes
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Página 14
Un turista dice tener unas fotos que demuestran que Kate se cambió de ropa
Un hombre asegura tener imágenes que pueden reabrir el proceso. En ellas se ve que Kate se ausenta durante la cena y vuelve con ropa diferente
Fotos misteriosas
Texto ● Luís Maneta








Un periodista y bloguero francés que ha firmado decenas de artículos sobre el caso Maddie asegura que existen un conjunto de 24 fotografía tomadas en el restaurante Tapas Bar, en PDL, la noche en que Madeleine McCann desapareció. Según Duarte Levy, las fotos fueron tomadas por un turista que se encontraba pasando las vacaciones con su mujer y un matrimonio amigo.
Según Duarte Levy –que dijo a 24 horas haber visto algunas de las imágenes- las fotografía muestra de fondo, al matrimonio McCann y los ingleses que estaban pasando las vacaciones con ellos, habiendo sido captadas entre las 20h10 y las 22hy15, en el Tapas Bar. En una de las imágenes, explica el periodista, es posible ver que Kate McCann se cambió de ropa durante el tiempo que duró la cena. Recuerden que la versión del grupo fue que Kate no salió del restaurante hasta las 22 horas, cuando se dio cuenta de que Maddie no estaba.
Cuando fue nombrado arguido, Gerry McCann aseguró a la PJ que esa noche no había llevado la cámara de fotos, ni se acordaba se algún miembro del grupo lo había hecho. (Inciso: Si no recuerdo mal Diana Webster, madre de Fiona Payne, volvió a la mesa para coger la cartera y la cámara). Incluso dijo que no se acordaba de qué ropa llevaba puesta Kate el día que Maddie desapareció. El propietario de las imágenes, afirma Levy, ya ha tenido contactos con periódicos británicos intentando vender los derechos de publicación de las fotos. Pero, impone una condición: las imágenes deben ser entregadas a la policía portuguesa.
600 mil euros por las imágenes
En declaraciones hechas a 24 horas, Duarte Levy dice que el turista envió las fotos al centro ingles de protección de menores que colaboró con las autoridades portuguesas en la recogida de información sobre el caso Maddie. Poco después era contactado por un importante bufete de abogados del Reino Unido que le ofreció 600 mil euros por la totalidad de las fotos.
“Los abogados pretendían que él no hablase sobre el contenido de las imágenes, ni que las enviase a Portugal, por lo que el negocio no llegó a formalizarse”, aclara Duarte Levy.
A lo largo del proceso judicial, los investigadores responsables del caso intentaron de forma insistente acceder a imágenes que retratasen los acontecimientos de la noche del 3 de mayo. Pero no tuvieron éxito.
Ni siquiera el reportaje fotográfico del apartamento 5 A, efectuado pocas horas después de la desaparición de Maddie por un especialista de la Policía Judicial, permitió al coordinador de la investigación, Gonçalo Amaral, desvelar los pormenores que podrían ser decisivos para resolver el caso.
“Las fotos, o imágenes de vídeo, tenían que establecer, para la historia, aquello que efectivamente vieron los investigadores cuando llegaron al lugar. Concretamente la forma en que estaban vestidos los presentes. Dado que podría ser relevante para la evolución de la investigación”, escribió Gonçalo Amaral en su libro “La Verdad de la Mentira”■
“Ya no son sospechosos”
La revista inglesa “People” acusó a Duarte Levy de haberles intentado vender las fotografías tomadas la noche en que Maddie desapareció por 50 mil libras, cerca de 60 mil euros, asegurando que rechazaron la oferta y avisaron al matrimonio McCann.
En declaraci8nes a 24 horas, Levy lo desmiente: “No soy el propietario de las fotos, me limité a ayudar a diversos periodistas ingleses que me lo pidieron en Bruselas”. En declaraciones a la revista, el portavoz de los McCann, Clarence Mitchell, dijo que Kate y Gerry “están irritados y enfadados” con el caso, recordando que “ya no son sospechosos” del proceso. Aun así, confiesa desconocer si Kate se cambió de ropa durante esa noche. “¿Si lo hizo, cuál es el problema?”, pregunta Mitchell, citado por “People”.


Página 13
Amigos de los McCann puestos bajo vigilancia en Inglaterra
La PJ admite la muerte de Maddie
Los perros especializados en olor a cadáver y sangre traídos de Inglaterra detectan pistas en el apartamento alquilado por los McCann en PDL
Texto ● Carlos Tomás
Fue durante la semana entre el 31 de julio y 6 de agosto cuando la investigación relacionada con la desaparición de Madeleine McCann comenzó a encontrar indicios de que algo estaba a punto de suceder. La venida a Portugal de los perros ingleses especializados en la detección de olor a cadáver y sangre, así como la vigilancia policial realizada a los amigos con quien los McCann cenaban en el Tapas Bar confirmaron un cambio en el rumbo del trabajo de la policía y la tesis del rapto comenzó a perder fuerza.
El día 31 de julio de 2007 la primera página de nuestro periódico no hace ninguna alusión al caso, pero a principios de agosto empieza a surgir la información. Después del día 1 la noticia era que un equipo inglés especializado en crímenes contra niños se encontraba en el Algarve ayudando a los investigadores de la PJ. En ese momento, este equipo quería establecer el perfil de un eventual secuestrador, pero la información disponible era vaga y nunca se llegó a ninguna conclusión. El mismo día, Gerry McCann dice una frase, publicada por nuestro periódico, cuanto menos enigmática: “La pieza fundamental está en una conferencia”. Nunca aclaró a las autoridades qué pieza era y cuál era el número de teléfono que le daba acceso.
Tanner arrepentida
Jane Tanner sería noticia el 2 de agosto de 2007. La mujer dijo haber visto a Maddie cuando fue secuestrada, decía sentir remordimientos por no haberlo impedido. Según los autos hechos públicos el día 20 de julio de 2008 es posible percibir que la británica nunca dejó el Tapas Bar excepto en el momento que la madre de la niña desaparecida dio la alarma y que nunca estuvo, entre las 19h30 y las 22h00 del fatídico día, en la calle donde supuestamente dice haber visto al secuestrador.
Además, Tanner no contó este avistamiento a las autoridades hasta dos meses después, que fue cuando ayudó a hacer el retrato robot. Quien vuelve a ser implicado es Robert Murat, hasta entonces único arguido del proceso. La prensa británico daba cuenta de que el ya conocía a Jane Tanner y a su compañero Russell O’Brien antes de la desaparición de la niña, hecho que rápidamente desmentido por 24 horas. La cobertura del caso realizado por nuestro periódico se centró, el 3 y 4 de agosto, en una pista llegada de Bélgica. Una mujer –terapeuta infantil- habría visto a Maddie en un café llamado “De Panzel” acompañada de un matrimonio. En ese momento la policía belga divulgó una alerta nacional acompañada de un retrato robot, pero, esta vez, y al contrario de retrato hecho con ayuda de Jane Tanner, con cara. Fue igualmente recogida una botella de batido que supuestamente habría sido consumida por la niña en aquel café. Las autoridades tenían esperanza de que los análisis coincidieran con el ADN de Maddie. Pero los exámenes no quedaron en nada.
Los perros ingleses
El 5 de agosto las cosas comienzan a complicarse para los McCann. Según informó 24 horas, la víspera, las autoridades habían comenzado a realizar búsquedas con dos perros traídos de Inglaterra y especializados en la detección de olor a sangre y cadáver. La investigación comenzó en la casa de Robert Murat, que era aun el único arguido del caso. Nada incriminatorio fue encontrado.
Pero el día 6 de agosto revienta la bomba. Durante la búsqueda realizada en el apartamento del Ocean Club alquilado por los McCann, los perros detectaron olor a cadáver y olor a sangre. “Los perros ingleses olieron a muerte en el dormitorio de Maddie”, era el titular de nuestro periódico ese día.
Más adelante detectaron olor a cadáver y sangre en el coche alquilado por los padres de la niña 25 días después de su desaparición. Se decía que, según los especialistas ingleses, los perros utilizados solo detectan pistas de seres humanos muertos. Los McCann optaron, en ese momento, por guardar silencio.■
Verdad
Es verdad que, tal como informó 24 horas, la búsqueda policial realizada en la vivienda donde reside Robert Murat, con el recurso de una excavadora, y después con los perros ingleses, no consiguieron ninguna prueba que relacionase al traductor judicial con la desaparición de Madeleine McCann. También quedó probado en la investigación policial que él no conocía a los McCann ni a los amigos antes de ese caso.
Mentira
De la lectura de los autos, a los que 24 horas ha tenido acceso, queda patente que Jane Tanner nunca estuvo en la calle donde dijo que había visto al supuesto secuestrador de Maddie. Los empleados del Tapas Bar dijeron que ella nunca se ausentó del restaurante entre las 19h30 y las 22h30 –cuando habría ocurrido la desaparición de la niña- y ni Gerry ni un amigo, que estaban en esa calle, recuerdan haber visto a la británica y mucho menos al secuestrador.


19 Agosto 2008 - 00h30
Sospechas: La PJ admitió que los niños fueron drogados
Extraña actitud de Kate
Una extraña actitud de Kate, el día de la desaparición de Madeleine, fue señalada por Fiona Payne, una de las mujeres que formaba parte del grupo de ingleses que pasaban las vacaciones con los McCann en PDL.
La testigo dijo entonces que la madre de Maddie, durante las primeras horas marcadas por la desesperación y por un sentimiento próximo a la frustración, se acercó muchas veces a los gemelos, colocando sus dedos cerca de la nariz.
Sean y Amelie dormían en ese momento, pero Kate parecía querer confirmar que sus hijos más pequeños estaban vivos, verificando se los mismos respiraban.
Ese comportamiento, unido al hecho después confirmado por los abuelos de Maddie, de que los niños tomaban un somnífero para dormir –un medicamente que se utiliza normalmente en el Reino Unido era suministrado con frecuencia a los niños- levantó dudas en los investigadores. Pero nunca se profundizó en ese pormenor, ahora una de las tesis defendidas por el primer equipo responsable de la investigación es que la desaparición está relacionada con un accidente, pudiendo estar directamente relacionada con la medicación que era suministrada a los niños.
Otro pormenor barajado por los investigadores, es que Kate y Gerry siempre dijeron que Maddie, Sean y Amelie se acostaban sobre las 19,30/20,00, lo que les permitía dejar a los niños solos mientras cenaban en el restaurante del complejo, situado a cerca de cien metros, pero desde donde no había visibilidad al dormitorio.
Más adelante la versión cambió, cuando Gerry McCann fue interrogado, ya en calidad de arguido.
En ese momento, el padre dijo que Maddie tenía dificultades para dormir y que para combatir ese comportamiento utilizaban un sistema de puntos. La niña era premiada cuando conseguía alcanzar determinados niveles.
No era posible un análisis
Meses después de que Maddie desapareciera hay un momento en que Kate siente que la investigación se vuelve contra ella, la médica inglesa sugirió a los miembros de la Policía Judicial que los gemelos fueran sometidos a un análisis, para verificar si habían sido drogados la noche de la desaparición.
Esta petición se consideró como una estrategia para confundir la investigación, ya que, tratándose de un matrimonio de médicos, ellos sabían que en ese momento ya no era posible detectar ningún vestigio de substancias que eventualmente hubiesen sido ingeridas por los niños.
Kate defendió entonces que los hermanos más pequeños de Madeleine podrían haber sido drogados por el supuesto raptor, afirmando que por ese motivo los mismos continuaron durmiendo, incluso con la confusión creada por la desaparición de su hermana. En el sumario, se puede verificar que la tesis no fue considerada creíble.
PRENSA
'THE PEOPLE'
Los padres de Maddie están “devastados y furiosos” con las noticias, que se refieren a un francés que quiere vender una fotos tomadas en el Ocean Club y que pueden incriminar a Kate y Gerry en la desaparición de su hija.
'BELFAST TELEGRAPH'
El periódico dice que Gerry continúa afirmando que su hija será encontrada viva y pide a quien tenga información sobre Maddie que contacte con los detectives privados.