18 de abril de 2009

Caso Madeleine McCann – Dos Versiones, Dos Documentales

24 Horas (Páginas 24 a 27)

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Jane Tanner dio a las autoridades portuguesas una versión de la noche fatídica muy diferente de lo que contó después a las autoridades inglesas













Portadas de la edición portuguesa y americana. La edición americana está dirigida a millones de emigrantes portugueses, españoles e incluso americanos.

Texto: Duarte Levy (Por error en el periódico aparece David Levy)

En 2007, después de la marcha de Gonçalo Amaral de la coordinación del Departamento de Investigación Criminal (DIC) de la Policía Judiciaria en Portimão, el día de su cumpleaños -2 de octubre-, aun podían realizarse muchas diligencias en la investigación de la desaparición de Madeleine McCann, aunque pocas o casi ninguna fueron hechas.

A pesar de que todos los ingleses del llamado “grupo Tapas” fueron llamados a regresar para participar en la reconstrucción de lo que habría sucedido la noche en que Maddie desapareció, ninguno lo hace y las autoridades portuguesas aceptan este hecho como si ya lo esperasen desde el principio. Otra diligencia, los interrogatorios realizados en Inglaterra, acabaría por revlear más contradicciones en los testimonios.

Con dos versiones de una misma noche, recreadas ahora en documentales producidos para la televisión –uno en Portugal bajo la orientación de Gonçalo Amaral y otro, inglés, por los McCann- 24horas volvió a analizar el testimonio de Jane Tanner, aquella que es uno de los “personajes” más importantes de un caso real donde la víctima continúa siendo solo una: Maddie.

Extrañamente, a los siete testigos ingleses –David Payne, Fiona Payne, Dianne Webster, Jane Tanner, Russell O’Brien, Matthew Oldfield, Rachael Mampilly- les fue dada por la policía inglesa, según los vídeos y las transcripciones de sus interrogatorios a los que 24horas ha tenido acceso, la posibilidad de consultar aquello que habían dicho antes a los inspectores de la Policía Judiciaria.

El supuesto raptor descrito por Tanner

Jane Tanner, sin duda uno de los personajes centrales del caso y de ambos documentales, describió en Portugal a un individuo, el supuesto raptor, “que no podía ser un turista” porque –dice ella- “estaba muy abrigado”. El hombre tendría entre 35 y 40 años, cabello muy oscuro, era delgado y con una estatura de 1,70 m. A pesar de la distancia, Jane dice a los inspectores portugueses que el sospechoso vestía unos pantalones de tejido color beige o dorado, una chaqueta tipo duffy (aunque no tan gruesa) y calzaba zapatos clásicos de color negro.

De acuerdo con el primer testimonio de Tanner, el sospechoso caminaba apresuradamente y llevaba una criatura acostada sobre los brazos que “parecía mayor que un bebé”. Sobre la criatura, Jane apenas dijo en Mayo de 2007 “solo le vi la piernas” aunque vestía un pijama que parecía de algodón de color rosa donde tuve la “sensación” de ver un dibujo de flores.

Una vez en Inglaterra, el mismo hombre es descrito por Jane Tanner como “un padre que transportaría a su propio hijo” cuya descripción ya no coincide exactamente con la que fue dada a la Policía Judiciaria: el hombre usa ahora ropa oscura y amplia que no era “del tipo de ropa que lleva una persona de vacaciones en un complejo de Mark Warner”.

Detalle que Tanner subraya a los investigadores y que sirvió de base para el documental inglés que la testigo supervisó recientemente en Praia da Luz. La ropa del supuesto raptor “no parece ser de origen británico, sino comprada en Portugal”. Tanner nunca explicó a los investigadores el porqué de esta afirmación, limitándose a aclarar que fue lo que el grupo había apuntado “para no olvidar” cuando se preparaban para los interrogatorios de la Policía Judiciaria.

Aun en Portimão, Jane dijo que “no tenía dudas que era” Madeleine porque, a través de la conversación que mantuvo con Fiona Payne, en la cual ella le describió el pijama que la niña usaba aquella noche, vio que todo coincidía con aquello que vio.

En Inglaterra, la memoria de Tanner volvió a cambiar y el pijama es apenas de de color claro y ya no recuerda la conversación que mantuvo con Fiona.

En todos los interrogatorios, Tanner, que afirma haber usado el camino más largo para llegar desde el Tapas a su apartamento, dijo además haberse cruzados con Gerry McCann y Jeremy Wilkins frente a las escaleras de acceso al 5A, aunque estos afirman no haberla visto. Ni a ella ni al supuesto raptor.

Ella misma, dijo a los investigadores portugueses en Mayo de 2007 no recordar las posiciones que Jeremy y Gerry ocupaban en la calle. Casi un año más tarde, Tanner fue capaz de precisar dónde estaban los dos hombres.

Ante la Policía Judiciaria y confrontada con la información de que el equipo canino había encontrado pistas que supuestamente indicaban que Madeleine no pasó por el cruce donde ella indicó haber visto al hombre que llevaba una niña en brazos, sino en una dirección opuesta –que además coincide con los testimonios de la familia Smith- Tanner fue perentoria y defendió no estar mintiendo, manteniendo la versión inicial.

No obstante la importancia de esta cuestión, que podría incluso servir de indicio de que un supuesto raptor podría haber usado un recorrido diferente para escapar, ni Tanner ni la policía inglesa volvió a abordar este asunto.

En Portugal, ante los policías ingleses que acompañaban los interrogatorios y las primeras diligencias, Tanner señala a Robert Murat como el hombre que supuestamente ella habría visto transportando una criatura, aunque, en los interrogatorios en Inglaterra, cambia completamente la versión y dice que cuando Bob Small la llevó a una camioneta desde donde podía ver a Murat sin ser vista, “pasó un coche en ese momento y después dos personas a pie” lo que habría perturbado la identificación del luso-británico por error.

La lectura de los interrogatorios de Jane Tanner en Inglaterra, sin necesitar ninguna comparación con sus declaraciones precedentes a la Policía Judiciaria, revela de por misma la cantidad de contradicciones: explicando la forma en que colaboró con la policía portuguesa en la identificación de Murat, Tanner afirma primero que cuando se encontró con Bob Small no sabía quién era él y que pidió a su compañero, Russel O’Brien, que tomase nota de la matrícula del coche que transportaba al policía. En la misma sesión del interrogatorio, Tanner dice que en ese momento se tomó “muy en serio” su colaboración con las autoridades y que ni siquiera habría contado a su compañero que se iba a encontrar con Bob Small ni por qué razón.

La importancia de las llamadas

Detalle importante de la investigación oficial sobre la desaparición de Maddie es el amplio análisis hecho a todas las comunicaciones realizadas por los nueve ingleses durante todo el tiempo que permanecieron en Portugal.

Es Jane Tanner quien revela a la policía inglesa que David y Fiona Payne utilizaban un teléfono móvil portugués en el momento que Madeleine desapareció, una situación que no era única, ya que Kate y Gerry McCann tuvieron también a su disposición aparatos equipados con una tarjeta portuguesa, algunos de los cuales nunca fueron conocidos por la Policía Judiciaria.

Interrogada en Inglaterra sobre sus propias comunicaciones telefónicas, Jane Tanner identifica todos los contactos como siendo a amigos o familiares, aunque no consigue decir quién era el propietario de un móvil portugués a quien ella telefonea y envía mensajes de texto después de la desaparición de Maddie. La cuestión no llegaría a ser esclarecida.

Otro detalle importante que ninguno de los documentales –el portugués basado en el libro de Gonçalo Amaral ni el inglés bajo la “dirección” de Gerry McCann- explican la contradicción entre los diversos testimonios sobre los movimientos de Kate McCann.

Ante la policía de Leicestershire, Jane Tanner, preguntada a este efecto, dice que no vio si Kate McCann abandonó la mesa durante la cena porque ella “estaba en su habitación en ese momento” apenas volviendo a verla después de la desaparición “cuando ella (Kate) corría junto a nuestro apartamento con Fiona Payne”.

Reconstrucción o documental

Jane Tanner, apuntada en el documental que Channel Four va a retransmitir el siete de mayo como uno de los testigos más importantes del caso, explica en su último interrogatorio a la policía inglesa las razones que la llevaron a negarse a participar en la reconstrucción de la Policía Judiciaria.

Según su testimonio, “me subiría a un avión mañana si pensase que eso podría ayudar a encontrar a Madeleine” aunque el recelo de enfrentarse a los medios de comunidad y el hecho de que le habían explicado que la diligencia solo sería “una ocasión para incriminarlos” y no de centrarse en descubrir lo que le pasó y dónde está Madeleine, la llevaron a negarse a la petición de las autoridades portuguesas.

Hoy, casi dos años después de la desaparición de Madeleine, Jane Tanner es uno de los testigos que regresaron a Praia da Luz para enfrenarse a los periodistas y ayudar en la grabación de una reconstrucción que no respeta en nada la investigación oficial.

“Realmente tengo la necesidad de comprender que eso vale la pena hacerlo y que no es únicamente una manera de cerrar la investigación”, dijo Tanner añadiendo aun que “desde el punto de vista de los medios de comunicación y desde un punto de vista psicológico, el pensamiento de volver a subir aquella calle y tener que revivirlo todo, sería realmente terrible”. Aunque es lo que Tanner hizo a principios de este mes y que 24horas acompañó in situ.

Traducción de Mercedes