6 de diciembre de 2009

Caso Madeleine McCann - UN CUENTO DE NAVIDAD


EXCLUSIVA para mccannfiles.com

Por Dr. Martin Roberts
05 Diciembre 2009

UN CUENTO DE NAVIDAD



O.K. Dr. McCann, hagámoslo a tu manera. Madeleine no murió en el interior de tu apartamento turístico sino que desapareció mientras tú no mirabas.

Dado que, según ellos mismos admiten, ninguno de los padres estaba presente en el momento de la salida de su hija, sus propios puntos de vista de cómo sucedió son en el mejor de los casos suposiciones y una invención en el peor. Una cosa que sabemos con certeza (y hay amplia evidencia de ello) es que el historial de los McCann para contestar preguntas es abismal. Al igual que una deuda incobrable, suscita más preguntas de interés que, cuando son añadidas sin reconocer y/o sin contestar al principal, solo sirve para aumentar las existencias de la sospecha.

Si tuviésemos que participar en este juego de hacer creer deberíamos preocuparnos rápidamente por el hecho de que el pequeño complejo turístico de Praia da Luz es el hogar de por lo menos un ladrón de niños cuyo domicilio se encuentra a poca distancia del Ocean Club. Después de todo, se denunció el avistamiento de uno o dos candidatos para tal personaje la noche del 3 de mayo. Pero Madeleine no ha sido vista en o alrededor de la localidad desde su desaparición, por lo que el autor de su planeado secuestro probablemente llegó desde fuera del pueblo; un itinerante, igual que Raymond Hewlett por ejemplo. En cualquier caso es bastante improbable que viajaran en autobús. Cualquier cosa desde una carraca particular hasta un coche de alquiler debe por lo tanto ser considerado esencial para el complot (han sido objeto de discusión Nissans dorados/marrones).

Entre tanto, un no-esencial significativo es la existencia de un margen demasiado pequeño para ser útil como medio tanto de acceso como de retirada. En relación con el estilo de suposición McCann, una ventana abierta no es más prueba de un intruso, necesariamente, que lo es la presencia de una chimenea para demostrar la existencia de Santa Claus, ya que Papá Noel consigue entregar los regalos incluso en esas casas modernas ¡que no tienen chimenea! Pero ¿dónde aparca su trineo? Llegados hasta aquí, ¿dónde aparcó su alter ego algarveño la noche del 3 de mayo de 2007?

Conducir mientras estás distraído (manipulando un teléfono móvil, por ejemplo) no es seguro. Intentarlo mientras tranquilizas a un niño histérico, decidido a darle su “justo valor”, sería desaconsejable. De ahí que también debería ser introducido en el complot un conductor de fuga. ¿Y cómo podría tal operativo facilitar una huida rápida –esperando ruidosamente en un aparcamiento público a cierta distancia, o justo en la puerta con el motor en marcha? Un gráfico, publicado por el News of the World poco después de aparecer por primera vez la historia de Madeleine, ofrece un clara perspectiva del Complejo Ocean Club. Muestra con claridad varios vehículos aparcados inmediatamente adyacentes a los apartamentos, incluido el 5A. Por lo tanto la proximidad no hubiese sido un problema.

Algunos comentaristas, por ejemplo, Donal McIntyre, han defendido que había un cómplice a mano para coger a Madeleine a través de la misma ventana de del dormitorio del que supuestamente fue retirada, en cuyo caso el verdadero intruso los habría alejado a todos de allí conduciendo. O quizás los malhechores se pasaron a Madeleine del uno al otro mientras decidían quién se sentaba al volante, como los dos “gays” de Jartum* que “discutieron toda la noche sobre quién haría qué, cómo, con qué y a quién.” Jane Tanner ciertamente no hizo mención de tal discusión callejera, a excepción de aquella entre Gerry McCann y Jez Wilkins, que, por lo que sabemos, podrían haber estado negociando quién empujaría el cochecito del bebé.

¿Se puso realmente en evidencia un aprendiz de brujo aquella noche? No, no lo hizo. Ni Gerry McCann ni Jez Wilkins denunciaron haber visto ningún vehículo extraño inmediatamente después del acto de paternidad responsable de las 21h05 de Gerry. Ahora que lo pienso tampoco vieron peatones pasando ante sus ojos. Quizás el coche era conducido por David Copperfield, o temporalmente ataviado con la “capa de invisibilidad” de Harry Potter. Ninguna explicación es convincente. De hecho la confirmación de que no había un coche de fuga la noche del 3 de mayo la da Jane Tanner (ella no ve ningún vehículo, solo el hombre vestido de forma bastante extraña, al parecer) y Matthew Oldfield, que siguió los pasos de Gerry McCann aquella noche (y desde entonces, igual que el paje que atendía al Buen Rey Wenceslao). Negarse a escuchar maldades, negarse a ver maldades, se podría decir.

Del Interrogatorio mediante exhorto (Rogatorias) de Jane Tanner:

4078: “¿Había algún coche por allí?”
Jane Tanner: “Erm... umm... no, No lo sé. No lo recuerdo. No recuerdo haber pasado junto alguno, subiendo por aquí, y creo que hubiera, probablemente, si hubiese habido. Me hubiera dado cuenta porque eso hubiera entorpecido mi visión de la persona que caminaba, por lo que no puede pensar en... no puedo pensar en ninguno, no.” (Traducción textual)

4078: “Y nuevamente, voy a preguntar sobre coches.”
Jane Tanner: "Yeah."
4078: “¿Había alguno? ¿Notó la presencia de algún coche por allí?”
Jane Tanner: “Había coches por allí pero, pocos... normalmente los tienes, digamos, algo así como por este trozo de aquí. Pero no puedo recordar que eran o no noté nada que pareciera raro, tú sabes, ningún coche que pareciera destacar de cualquier otra cosa, así que...”
4078: "¿No?"
Jane Tanner: "No"
4078: “¿Así que no notó los faros de ningún coche o ruidos de coches?”
Jane Tanner: “No, no, porque yo creo, tú sabes, si hubiese oído, una especie de, coche arrancando rápidamente en ese momento, probablemente me habría... me habría dado cuenta, creo.” (Traducción textual)

Del Interrogatorio mediante Exhorto (Rogatorias) de Matthew Oldfield:

4078: “¿Oyó algún coche?”
Matthew Oldfield: “No. No, quiero decir, como dije, estaba casi siempre desértico, había muy poca gente en el complejo, errm... tú sabes, solo rara vez veías, tú sabes, ocasionalmente a gente moviéndose por la calle y eso era sobre todo durante el día, errm... todos los demás parecían, una especie de, comer más temprano o, errm... utilizar el servicio de canguros o cualquier servicio. Había pocas personas por allí entre y en realidad no había mucha carretera, errm... para el tráfico, así que nada que destacara.”(Traducción textual)

Por lo tanto en resumen, tenemos un presunto secuestrador de niños que, habiendo planeado su crimen al milímetro, considera necesario transportar a su víctima personalmente desde su cama hasta el vehículo de fuga aparcado (a) inmediatamente fuera (b) al otro lado de la calle (c) fuera de la vista a la vuelta de la esquina. Dado que (a) ni (b) son aplicables eso nos deja (c) como la opción elegida por nuestro experto criminal. (Traducción textual)

As if! (¡Así somos!)

Un poco más del Interrogatorio de Oldfield

4078: “¿Es consciente de cualquier otro ruido fuera del apartamento cuando escuchó en esa ocasión?”

Matthew Oldfield: “No, quiero decir, habría habido, quiero decir, no hubo nada que me hiciera, tú sabes, podría haber habido alguien a la vuelta de la esquina, siempre es posible, porque no miré allí y no podía verse, pero no hubo nada que, tú sabes, que yo viera, no había nadie, no. Quiero decir, la respuesta segura a eso es, no, no había nada.”

Por lo tanto, no es la opción (c) tampoco.

En ausencia total de pruebas que indiquen que Madeleine McCann fue transportada inmediatamente a cualquier distancia de la escena de su desaparición, uno está obligado a concluir que fue trasladada a un destino muy local, tan lejos como pudo haber sido transportada en brazos. ¿Es esto algo que un despiadado secuestrador foráneo planearía hacer? (¿Está Santa contratado en exclusiva por “Toys-R-Us”?).

Somos llevados inexorablemente a la conclusión que Madeleine McCann fue retirada del apartamento 5A y trasladada a un lugar cercano. La persona que la transportaba fue admitida por el inquilino de ese momento o consiguió entrar a través de un acuerdo previo. En ambos casos, el secuestro y ocultación deben haber sido planeados más que espontáneos, acuerdos realizados anteriormente con “esa persona”, a quien los McCann han invitado tan optimistamente a presentarse en más de una ocasión, y cuya existencia reconocen por separado y perspicazmente desde hace mucho tiempo:

P (Antena 3): “¿Todavía mantienen la esperanza, esto es, creen realmente que Madeleine todavía está viva?”

Kate McCann: “Lo creo, tal vez más aun, creo firmemente que Madeleine está ahí fuera, errm... Creo que probablemente está en casa de alguien.”

Y, extraído de su declaración del primer aniversario al Telegraph:

Gerry McCann: “Los expertos están diciendo que existe una gran posibilidad de que Madeleine esté ahí fuera pero todo se reduce a que lo que necesitamos hacer es tratar la situación: ¿Quién se la llevó? ¿Está sola esa persona? Si están solos no viven aislados, viven en una ciudad, en un complejo turístico, se relacionan con la gente y pueden tener cómplices, no sabemos que los mueve.”

Así que los sabuesos que trabajan para los McCann desde casa estaban en lo cierto. La respuesta a la misteriosa desaparición de Madeleine McCann reside en efecto dentro de un radio de 10 millas alrededor de Praia da Luz, Mejor aún, reside dentro de una caminata de 10 minutos del apartamento 5A (¿Querría alguien caminar con una niña de tres años dormida durante más tiempo?). Patéticamente esto era obvio de antemano para la policía portuguesa, que estaba a punto de investigar exactamente este “ángulo” cuando su operación fue decapitada, en particular con el apoyo de aquellos que ahora afirman estar dispuestos a cooperar con ellos. Hablar es gratis, a diferencia de la búsqueda de Madeleine. Imagine la cantidad de dinero que podrían haberse ahorrado si simplemente hubiesen dejado a la PJ seguir con su trabajo sin obstáculos, y cuánto más segura hubiese estado la pensión familiar, errr... el fondo FindMadeleine en consecuencia.

Si “esa persona”, ese “hermano, socio de alguien” etc. con una casa en Praia da Luz, tuviera alguna conciencia, en efecto se presentaría y salvaría los 1,2 millones de Euros de su compatriota Gonçalo Amaral. Una vez más, tal vez no son portugueses, y ellos también esperan oír el sonido del Jingle Bells pronto.

Traducción de Mercedes


* limerick ['lɪmərɪk] n GB poesía humorística de cinco líneas en la que riman las primeras dos con la última.

There was a young queer from Khartoum
Who took a lesbian up to his room.
They argued all night
As to who had the right
To do what and with which and to whom.

Había un joven maric** de Jartum
Que se llevó a una lesbiana a su habitación.
Discutieron toda la noche
Sobre quién tenía el derecho
De hacer qué y con qué y a quién

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