28 de junio de 2011

Caso Madeleine McCann - A FALSE ALARM – UNA FALSA ALARMA


EXCLUSIVA para mccannfiles.com

Por Dr. Martin Roberts
25 Junio 2011

A FALSE ALARM – UNA FALSA ALARMA

Al parecer, no fue sin cierta reticencia, que Jane Tanner le confió a sus amigos Rachael, Fiona, Russell, Matt, Dave y por último los McCann, lo que ella creyó ser su avistamiento de un secuestro. Esto debe haber sido algo así como un arma de doble filo para Gerry, y posiblemente explica por qué se sentó cabizbajo, en la mesa, mientras otros discutían y anotaban los tan importantes timelines (versiones 1 y 2) a su alrededor. Sin duda, estaba considerando, incluso entonces, la mejor forma de incorporar esta inesperada revelación en la versión (ver artículo, A Tanner in the Works, for discussión). Sin embargo, el único detalle de Jane Tanner que nos interesa aquí, es la hora aproximada de su “avistamiento”, que podemos extraer de su declaración como testigo a la policía del 4 de mayo de 2007, cuando claramente los hechos estarían más frescos en su memoria.

“Ella recuerda que sobre las 21h10 Gerald salió del restaurante para ir al apartamento para controlar a los niños. Cinco minutos después, salió la testigo, para ir a su apartamento para ver si sus hijas estaban bien. En este momento vio a Gerry hablando con hombre inglés llamado Jez...

“Pasó junto a ellos sabiendo que Gerry ya había estado en el apartamento para controlar a sus hijos.

“Entretanto apareció un hombre, transportando una criatura... Notó la presencia del individuo exactamente cuando pasaba junto a Gerry y Jez que estaban hablando...”



Poco después de las 21h15 (un poco antes, un poco después, en realidad no hay diferencia); en cualquier caso holgadamente después de las 21h00. Este es un factor a tener en cuenta.

Gerry McCann también realizó una declaración a la policía aquel día y he aquí un extracto del mismo:

“...a las 21h05, el declarante entró en el apartamento, utilizando su llave, estando la puerta cerrado (con llave) y fue al dormitorio de los niños y notó que los gemelos y Madeleine estaban en perfectas condiciones. Después fue al baño, donde permaneció durante unos instantes, salió del apartamento y se cruzó entonces con alguien con quien había jugado al tenis.”

Seis días después (10 de mayo) Gerry realizó una nueva declaración, no muy diferente de la primera en cuanto a la vigilancia de sus hijos en su propio dormitorio, excepto por la inclusión de lo siguiente:

“Añade que no entró en ningún otro lugar de la residencia, donde estuvo durante solo dos o tres minutos...”

Aunque parece una idea de pasada, esta advertencia puede probar ser importante a su debido tiempo.

Un astuto comentarista del caso McCann que está, digamos, “de permiso”, ya ha llamado la atención sobre la naturaleza inútil de las declaraciones como testigo que incluyen observaciones por poderes de lo que otros pueden o no haber dicho o hecho, en cualquier momento concreto. A no ser que los testigos estuvieran presentes personalmente, tales datos, de segunda mano en el mejor de los casos, no pueden representar nada más que conjeturas.

Como era de esperar hay varios ejemplos en donde Kate McCann, en su libro “Madeleine”, se encarga de describir lo que otros dijeron, hicieron, sintieron etc., incluido un episodio en la pág. 70 (párrafo 3), donde describe la “vigilancia” de Gerry de las 21h05.

“Echó un vistazo en nuestro dormitorio para asegurarse que Madeleine no había entrado allí, como era propensa a hacer si se despertaba de madrugada. No viendo un pequeño cuerpo acurrucado en nuestra cama, fue a ver a los niños.”

En su declaración ante la policía (10 de mayo) Gerry McCann se esfuerza por enfatizar que no entró en ninguna otra habitación (salvo el baño).

Ahora bien, con el pretexto de una “licencia literaria”, Kate fácilmente podría haber adornado esta breve visita con todo tipo de pensamientos atribuidos a su marido Gerry, cómo se detuvo a mirar a sus “tres preciosos hijos” desde la puerta del dormitorio (por supuesto sin entrar totalmente y tropezar con el secuestrador). No se han alterado los hechos básicos tal como él los planteó a la policía portuguesa, ni como fueron discutidos entre ellos después, sin duda mientras la autora verificaba los detalles que serían incluidos en el manuscrito. Pero Kate no hace esto. Ella adopta un camino totalmente diferente; uno que suscita una nueva pregunta: Al relatar un incidente en nombre de Gerry y, uno supone, “contándolo como es” (o fue), ¿por qué Kate McCann creyó oportuno incluir un adorno innecesario; uno que no está totalmente en sintonía con los hechos que uno supone que Gerry pudo haberle confirmado? Después de todo solo tenía que referirse a las declaraciones incluidas en el proceso.

Este pequeño rodeo claramente no se basa en el conocimiento de Gerry. Es inexacto. Ah, pero solo describe a Gerry “echando un vistazo” a la habitación (del matrimonio) – no del todo una contradicción (no entró, solo “echó un vistazo”). Excepto que la orientación del dormitorio de los padres y la disposición de los muebles (tal como se representan en el diagrama de la pág. 46 del libro de Kate) eran tales que uno no podría haber “echado un vistazo” desde el exterior de la habitación y visto la superficie completa de ambas camas – la puerta hubiese interrumpido la visión, incluso estando abierta en un ángulo correcto. Lo mejor que un podría esperar es ver la parte inferior izquierda de la cama. Con la finalidad de asegurarse que no había “un pequeño cuerpo” en el extremo de la almohada de ninguna de las camas (y qué niño no iría a esa parte), uno tendría que introducirse al menos un paso, para poder ver alrededor de la puerta, a no ser que estuviera totalmente abierta contra la pared, lo que no podría suceder, dado que estaba el armario allí.

Extraño sin duda. Más extraño aun cuando uno descubre que, a pesar de haber leído el expediente policial con “detalle microscópico”, Kate (sin duda movida por su asesor(es) del guión) aun se las apaña para incorporar un esquema de la planta del apartamento 5A, cuyas dimensiones están en desacuerdo con aquellas registradas por la policía, incorporando por añadidura un error potencialmente significativo.

En su diagrama, Kate muestra la puerta de su dormitorio anclada a la derecha, abriendo desde la izquierda. Aunque el plano de la policía omite este detalle, en las fotografías forenses tomadas del interior del apartamento muestran bastante claramente que esta puerta en realidad está anclada a la izquierda, abriendo 90 grados, en línea con la pared desnuda.

De hecho, esta disposición se hace para dar mayor credibilidad al comentario de Kate de Gerry “echando un vistazo”, ya que una puerta abierta en esta posición no pudo haber obstaculizado su línea de visión a las camas. Y sin embargo...

Las mismas fotos que libran la puerta del hipotético campo de visión de Gerry, revelan que este aun está obstaculizado; ya no por puerta, sino por el armario. Al comparar la fotografía tomada desde el interior de la habitación se pone de manifiesto cuánto se tuvo que introducir en la habitación el fotógrafo para tomar la imagen (y por lo tanto ver) ambas camas en su totalidad. Incluso solo para “echar un vistazo” adecuadamente a ambas camas, en la oscuridad, uno tendría que entrar en la habitación – más allá de la puerta y el armario. Esto se confirma en el documental de Channel 4, “Madeleine Estuvo Aquí”. La cámara (y luces) siguen a Gerry a través de la puerta principal al interior del apartamento 5A, pasando la alcoba a la derecha donde están localizadas ambas puertas de los dormitorios. La puerta de la antigua habitación de los padres está totalmente abierta y, en el minuto 28:57, mientras Gerry camina directamente hacia la sala de estar, el espectador atento simplemente verá una parte de la cama – pero no más que eso.

La descripción e Kate, de la conducta de Gerry, no está basada en el conocimiento de Gerry, sino que solo puede ser producto de su imaginación, su conocimiento. Además de ser una contradicción, también se ha abierto camino innecesariamente en la versión de Kate de la escena, que intenta, de forma imposible, alterar el curso de los hechos en retrospectiva. Si, tal como él afirmó, Gerry visitó el dormitorio de los niños, y se fue del apartamento sin entrar en ninguna otra habitación salvo el baño, no pudo haber echado un vistazo (es decir, entrado) en el dormitorio de los padres, y en consecuencia haber ido después al dormitorio opuesto. Y dado que Gerry no hubiese hablado con Kate de su ida, o incluso vistazo, a habitaciones que no visitó, entonces tampoco habría discutido la ausencia de “un pequeño cuerpo” en su dormitorio.

Entonces ¿cómo sabe Kate McCann que no había “un pequeño cuerpo” en su cama que ser visto por Gerry aquella noche a las 21h05? Sospecho que la fuente de su información es la misma que la llevó a decir, durante la entrevista para las noticias regionales de la BBC hace mucho tiempo:

“No esperas que alguien entre en tu apartamento y saque a tu hija de tu cama.”

Lo que nos lleva directamente al principio, al avistamiento de Jane Tanner del supuesto secuestrador de Madeleine McCann aproximadamente a las 21h15. Independientemente de quién puede o no haber visto Jane Tanner transportando a una criatura en sus brazos a esa hora, la criatura no podía haber sido Madeleine McCann si ya no estaba en el apartamento a las 21h05. Por supuesto Gerry McCann afirmó que él vio a Madeleine en su propia cama aquella noche, bajo las mismas condiciones en que Kate fue incapaz de “distinguirla” menos de una hora más tarde. Sin embargo, Kate ha contradicho la versión de Gerry de su visita, al dar a todo el mundo una “versión de la verdad” alterada. Y ella “sabe lo que ocurrió”. Por lo tanto, no solo, está en tela de juicio la declaración de Gerry McCann sobre sus tres hijos, sino que es justo reconocer que, si les llevaba escasamente 45 segundos a los distintos padres volver a sus respectivos apartamentos desde el Tapas bar, entonces ciertamente no le llevó a alguien 15/20 minutos cruzar la calle transportando un “pequeño cuerpo”.

© Traducción de Mercedes