26
febrero 2008 (Artículo no disponible ya online)
Un
taxista de Vila Real de Santo António ha dicho, en exclusiva a Jornal do
Algarve, que está seguro de haber llevado Maddie el día 3 de mayo del año
pasado –fecha de su desaparición- a las 20h10 desde una parada de taxi en Monte
Gordo hasta el Hotel Apolo en Vila Real de Santo António.
Aburrido
de ser ignorado, António Castela nunca se cansa de repetir este episodio, del
que informó a la PJ en su día, enfatizando su convicción de que condujo a la
niña inglesa, que desapareció del Ocean Club, Praia da Luz, en su taxi. Dice
que Maddie estaba con una mujer que se parecía a su madre y tres hombres, uno
de los cuales él pensó se asemejaba a Robert Murat, este hombre fue quien se
sentó en el asiento junto a el. La mujer viajó en el asiento trasero, entre los
dos hombre, y uno de estos dos hombre llevaba a Maddie, que vestía un pijama
rosa, sobre su regazo.
Durante
el corto viaje de unos siete kilómetros, lo único que dijeron, según el
taxista, fue “¿cuánto?” “¿cuánto? para pagar el viaje. António Castela vio como
el grupo abandonaba el taxi para subirse a un jeep azul con placa de matrícula
amarilla, aparcado en el parking del hotel marchándose inmediatamente.
El
taxista incluso preguntó si el grupo se alojaba allí, contestándole que no.
Triste, porque aparentemente no tuvieron su testimonio en cuenta, António
Castela dice que no tiene dudas de que era la niña británica y él cree que no
mataron a la niña en Portugal, sugiriendo la posibilidad de que su pudiera
haber sido ocultada en cualquiera de los yates del puerto o sacada del país en
aquel momento.
También
asegura que este es un punto que debería investigarse porque Lagos está a poco
más de una hora de Monte Gordo y existe un “periodo oscuro” de dos horas en la
investigación, donde este episodio podría encajar.
Nos
gustaría llamar la atención sobre el hecho de que el caso “Maddie” ya ha
causado la caída del primer investigador al frente de la PJ de Portimão que
investigó el caso y que hasta ahora los padres, Kate y Gerry McCann, así como
el británico-luso Robert Murat han sido constituidos arguidos.
Casi
diez meses después de su desaparición, este nuevo testimonio se añade ahora a
las preguntas existentes sobre el destino de la criatura, noticia dada en
exclusiva por nuestro periódico.
António
Castela tiene 67 años, ha sido taxista durante más de 17 años y es un conductor
muy considerado en esa región.
©
Traducción de Mercedes