EXCLUSIVA para mccannfiles.com
Por Dr. Martin Roberts
01 Agosto 2011
CONSEQUENCES - CONSECUENCIAS
De ningún modo sorprende que la Criminal Profiler Pat Brown vea el último acto de represión de los McCann como una afrenta profesional. El siguiente párrafo es la sinopsis de la propia Sra. Brown sobre la situación actual y contiene, entre otras cosas, una observación fundamental:
“Si los McCann son inocentes de encubrir un crimen (tras una muerte accidental) deberían ver mi teoría como una opinión razonable de qué pudo haber ocurrido, pero, sepan que, a pesar de los extraños acontecimientos que habrían conducido a tal hipótesis, esto simplemente no es lo que ocurrió. El hecho de que no hay pruebas de un secuestro – y esto es un hecho – no significa que no pudiera haber tenido lugar. Pero, al no haber pruebas del mismo, los McCann deberían entender por qué podrían ser considerados personas de interés en la desaparición de su hija, Madeleine. También deberían reconocer que su comisión de una negligencia infantil también podría convertirlos en personas de interés. En otras palabras, en vez de demandar y amenazar a todos aquellos que tienen una teoría de que ellos, los McCann, podrían estar implicados en la desaparición de su hija, una respuesta más normal podría ser simplemente entender por qué alguien podría pensar de ese modo y aceptar la situación tal como es.
“Incluso mejor, los McCann podrían volver a Portugal y aclarar el asunto. (...)”
¿Y el punto central es?
“El hecho de que no haya pruebas de un secuestro – y esto es un hecho – no significa que no pudiera haber tenido lugar.”
Ahora bien, ¿qué tienen en común un “salir del apuro” y un iceberg? (A: Hay mucho más de lo que se puede ver). Implícito e inseparable, existe una vinculación importante que no se puede disociar, lógica o remotamente, de lo inmediatamente observable. Y les guste a los McCann o no, se aplica la misma verdad a su hija desaparecida.
Si Madeleine fue secuestrada, en el sentido más común del término, entonces estaba viva en ese momento.
Aunque esto a primera vista pudiera parecer una repetición de lo obvio, también es para asegurar que lo obvio no es erróneamente excluido de las deliberaciones propias. Simplemente equilibrando esta consideración en concreto junto a la primera parte de la observación clave de Pat Brown nos alerta sobre lo que no debemos pasar por alto.
Si Madeleine fue secuestrada sobre las 21h00 la noche del jueves, 3 de mayo de 2007, entonces estuvo viva hasta esa hora. ¿Qué es lo que nos dice Pat Brown nuevamente? “No hay pruebas de un secuestro – y eso es un hecho.” Y esto significa, inevitablemente, que tampoco hay pruebas de que Madeleine estaba viva.
Por supuesto tenemos los ‘avistamientos’ de Tanner y los Smith, ambos imprecisos y contradictorios entre sí, así como las propias afirmaciones de los McCann de que la “escena” no les dejó ninguna duda de que Madeleine había sido “llevada”. Tal como todos sabemos, hizo falta mucho más que esto para convencer a investigadores profesionales de que las suposiciones de un cardiólogo y una médico de familia interina se fundaron de manera adecuada en este sentido.
En síntesis, tal como ha afirmado Pat Brown, no hay pruebas de un secuestro. Nunca las hubo. Pero eso deja un aspecto igual de importante del caso Madeleine McCann por resolver. Porque si la niña no fue secuestrada, entonces tampoco hay pruebas de que estaba viva.
La segunda parte de la afirmación de Pat Brown es una aceptación sin prejuicios de que la ausencia de pruebas en este caso “no significa que no hubiese podido tener lugar un secuestro”. Pero eso solo compra un respiro a corto plazo ya que, en el lado positivo de la balanza, solo significa que Madeleine ‘podría haber estado viva en ese momento.’
A estas alturas debería estar perfectamente claro por qué los McCann han estado tan dispuestos a establecer la hipótesis del secuestro desde el principio e igualmente claro que, ante un postulado resistente a las pruebas, deberían haber intentado abordar la conjetura desde una perspectiva diferente.
Los McCann se han cuidado de orquestar una interpretación favorable de aquellas circunstancias y acontecimientos que pudieran verse como puntos débiles en el dique, en lo que concierne a la narrativa del secuestro (ver artículo ‘Reinforcements’ para discusión). Con esto en mente, es pertinente preguntar por qué varios de los amigos que vacacionaban con ellos considerarían necesario, y casi enteramente en retrospectiva, unirse al coro ‘l-espía’ (algo que comienza con “M”).
Trabajando hacia atrás desde el último avistamiento (de Gerry McCann, no de Jane Tanner), tenemos a David Payne, quien, al igual que Gerry después que él, afirma haber visto a los tres niños en el apartamento 5A, por última vez, poco después de las 18h40. Pero no se puede confiar en David Payne, ya de él también afirmó (según el Oficial Marshall al menos) haber visto a Madeleine McCann por última vez sobre las 17h00, en compañía de sus padres nada menos.
Más temprano aquella tarde, Madeleine McCann fue vista junto a la piscina por Jane Tanner mientras jugaba al tenis con Rachael Oldfield, quien no se percató de Madeleine (tal vez no cambiaron de lado). Más temprano, por la mañana, Jane Tanner tomó esa fotografía de Madeleine durante la sesión infantil del “mini-tenis”. Rachael también no lo contó así. Pero Madeleine no estaba en el mini-tenis aquella mañana. Russell O’Brien no lo ha dicho. Y de todos modos Kate tomó esa foto – el martes. Así no lo ha contado. Los registros de la guardería parecen contar las entradas y salidas de Madeleine pero incluso estos son cuestionables.
Lo que nos lleva al desayuno y el interrogatorio de Madeleine a Kate. ¿O fue a Gerry? ¿O a Kate y a Gerry? (Depende bastante de quien sea la declaración que leas), y la evidente “mancha de té” en ausencia de haber bebido té ‘ese día’; un día que, a la hora del desayuno, acababa de comenzar.
La insistencia con la que cada uno de los McCann repitieron sus versiones independientes del casual “Mamá/Papá ¿por qué no viniste cuando yo estaba, nosotros/ellos llorando?” pregunta (esa que ‘simplemente soltó’ antes de ‘pasar a otra cosa’), es consistente con su táctica de refuerzo. Así que ¿qué podría haber estado deseosos de reforzar? Buen, por qué no la misma interpretación que esa apoyada por las afirmaciones de David Payne, Jane Tanner y Rachael Oldfield, oh y no nos olvidemos de a la nanny Catriona Baker, que sostuvo a Madeleine en su regazo mientras estaban en el catamarán, aparentemente, aunque los demás ni siquiera la vieron en la playa. Notablemente Madeleine estaba navegando con la nanny, presuntamente, a la misma hora que Rachael Oldfield sugiere que estaba posando para Jane Tanner en la cancha de tenis (10h30/11h00) el jueves por la mañana!
El último avistamiento de Gerry McCann de su hija desaparecida debería haber sido suficiente para establecer que había superado el día con éxito. Si la metieron en la cama aquella noche entonces tendría que haberse levantado aquella mañana. Pero la ‘vigilancia’ de Gerry claramente no es suficiente. Se necesitan otros elementos para construir la historia completa; contribuciones de aliados dispuestos a apoyar una confirmación erogada de la presencia de Madeleine, implicando que Madeleine estaba en perfecto estado de salud desde el amanecer hasta el anochecer.
Por lo tanto está cubierto el día entero. Sin embargo, el esfuerzo por consolidar la posición deseada nos conduce fácilmente a una conclusión negativa tanto como a una positiva.
Volviendo a la afirmación clave de Pat Brown (El hecho de que no haya pruebas de un secuestro – y esto es un hecho – no significa que no pudiera haber tenido lugar.”), provocaciones del tipo ‘encuentra el cuerpo y prueba que la matamos’, bien sean atribuibles a los McCann o no, o bien son engañosas o erróneas. En el primer caso, no es necesario encontrar el cuerpo de Madeleine con el fin de determinar si está viva o muerta. Eso podría establecerse de forma igual de concluyente probando que no fue secuestrada.
Entonces tenemos el reciente apunte de Gerry al hemisferio donde se supone que el agua drena en el sentido de las agujas del reloj, y el diluvio verbal en que resultó: “Y si murió cuando estábamos en el apartamento o cayó herida (injured), ¿por qué... por qué encubriríamos eso?”
Escuchando la emisión parece como si Gerry pasara un mal momento moviendo la letra ‘d’ a un lado para hacerle sitio a la ‘j’ (de ‘injured’ – parece decir ‘indeed’). Uno podría especular que tenía en mente la frase ‘cayó y murió’. Sin embargo, dándole el beneficio de la duda, al menos con respecto a la coherencia, ‘cayó herida’ es casi lo mejor que uno puede hacer con el enunciado en cuestión. Desgraciadamente para Gerry la frase sustituta es incluso más incriminatoria que la posiblemente prevista ‘Cayó y murió’ habría sido bastante malo. “Cayó herida’ conlleva una connotación mucho más grave.
Si Madeleine cayó y murió, entonces falleció como consecuencia de las heridas sufridas en la caída. Sin embargo, si cayó herida, cayó como consecuencia de una herida sufrida inmediatamente antes y de la que posiblemente murió. ‘¿Por qué encubrirían eso?’ Bueno, si Madeleine ‘cayó herida’...
Vinculaciones, ¿recuerdas? El iceberg, el “salir del apuro” o, peor aún, la cabeza emergente de una inesperada lombriz. La mayor, y posiblemente parte más dañina es la que no se ve. La prueba de que Madeleine McCann no fue secuestrada sin duda tendría consecuencias de largo alcance.
© Traducción de Mercedes