EXCLUSIVA para mccannfiles.com
Por Dr. Martin Roberts
23 Octubre 2010
IT'S A JUNGLE OUT THERE – EL MUNDO ES UNA SELVA
En retrospectiva, dicen, es 20–20 (inglés). Sobre esa base no puedo hacer una interpretación McCann vs. Amaral que sea de alcance más general. Sin embargo, siendo productos de nuestra propia singularidad, cada uno de nosotros puede tener un punto de vista propio de los acontecimientos; un punto de vista coloreado por nuestros propios orígenes y experiencia. Personalmente, estoy en una edad en la que recuerdo la primeria, incluso el Bachiller, donde salvo o hasta que realizabas el examen 11 plus* eras poco menos que un junior anónimo. Nada de esta tontería “de primer año a 6º” para definir el tiempo pasado en el corral. Nadie era clasificado cronológicamente hasta que se convertían en “principiantes” en la “escuela grande.
Estoy seguro que el glasgowiense Gerry McCann sabe todo sobre la vida entre los mayores; esa edad de incertidumbre y temor, cuando los jóvenes son (o eran) definidos no por las casas de sus padres o por si tenían coche (nota: Estoy pensando en un período de la historia social británica cuando el tener un coche era una cuestión de “sí” o “no”, no qué logo lucía sobre el capó), sino en las pistas de deporte y terrenos de juego. Los atletas naturales eran admirados y respetados. Aquellos que no podían ganarse el respeto por su destreza lo exigían a través de la tiranía.
Las órdenes jerarquizadas lateralmente están muy bien, pero en una jerarquía realmente vertical vale la pena tener amigos bien situados. Así, el más astuto de los jóvenes “tipos duros” se ganaría el favor de los mayores más maduros. De ese modo podrían propagar su propia esfera de influencia tanto por encima como debajo de su condición/clase, hasta el punto que, al igual que un cangrejo ermitaño con un caparazón nuevo, podían intimidar a jóvenes incluso algo mayores que ellos mismos y descansar tranquilos sabiendo que eran especies protegidas (esto es de hecho algo “primitivo” los chimpancés adolescentes se comportan de un modo muy similar).
Pero los cangrejos ermitaños crecen más que sus caparazones – y los aliados se van del campo, o el colegio, según el caso. Así que hipotecar la influencia propia contra promesas de apoyo de aquellos de disposición transitoria tal vez no sea la estrategia más inteligente a largo plazo. El término “rencor” es una palabra corta que describe una memoria larga.
Así que llegamos a los McCann.
En retrospectiva, habiendo fraguado el aislamiento de Gonçalo Amaral de su base de poder profesional, las acciones posteriores de los ex-arguidos contra este hombre probablemente serían percibidas, por todos sin excepción, como personales. Con el colchón de su “fondo de lucha” podían permitirse perseguir a su adversario a través de los tribunales y ponerlo de rodillas si era necesario, casi exigiendo lealtad. Pero, al igual que El Cid antes que él, este Íbero no se arrodillaría. Al igual que su antepasado medieval, él también ha sido obligado a servir a dos señores, uno sus superiores políticos, el otro la verdad.
El patrón de los acontecimientos parecía claro. Pero entonces alguien giró el caleidoscopio. Brown el matón fue expulsado del colegio. Su ayudante, Big Jim, decidió marcharse sin examinarse. Y eso ha dejado a los niños traviesos indefensos en el patio de recreo y la extensión de su grandilocuencia anterior expuesta ante todos.
Lo que ni los McCann, sus animadores, ni muchos otros de nosotros pudimos habernos dado cuenta en ese momento, era la gravedad de la afrenta realizada por sus acciones anteriores – no a un individuo, en la forma de Gonçalo Amaral, sino a una nación. La indignación colectiva puede sentirse a partir de la motivación de los jueces de apelación responsables del reciente levantamiento de la prohibición al libro de Amaral.
Hasta ahora los McCann se habían deleitado esparciendo el poder de otros. Dos médicos mediocres del centro de Inglaterra han conseguido pasar por encima de la constitución de un poder soberano, alentado la crítica calumniosa de su poder ejecutivo y llevado el sistema judicial de ese mismo estado al descrédito. ¿De verdad creían que eso podría durar siempre? Si lo hicieron entonces, probablemente, se llevarán más sorpresas. Este es el patio de recreo. Es hora de la venganza.
Traducción de Mercedes
* En Gran Bretaña se examinaban los niños a los 11 años. Según el resultado "pass (or fail) one's 11 plus" aprobar (o suspender) el 11-plus, el niño seguía sus estudios en un tipo u otro de colegio. Los que aprobaban iban a un "Grammar School" (más académico) y los que suspendían a un "Comprehensive School".