EXCLUSIVA para mccannfiles.com
Por Dr. Martin Roberts
07 Diciembre 2011
YOU CAN BET ON THE LAW – PUEDE APOSTAR POR LA LEY
El proceso Civil en Reino Unido ha, por lo que parece, tomado el aspecto de un juego de póker, jugado en ese conocido casino donde el crupier que atiende la ruleta siempre tiene un dedo libre, preparado para pulsar “bajo la mesa” el botón de control, en una postura que recuerda la aparición de los McCann en la investigación Leveson, durante la cual la mano derecha de Gerry McCann, cuando no estaba llamada a pasar páginas, se encontraba ocupada fuera del alcance de la vista de todos.
Isabel Hudson, en nombre de Carter-Ruck Abogados, ha presentado una declaración jurada con respecto a la demanda por difamación de los McCann contra la “Madeleine Foundation” cuyo secretario es Tony Bennett; una declaración que, como un ejemplo de su tipo, es más que de interés. Extractos de este documento han sido hechos públicos, los siguientes datos son especialmente dignos de discusión.
4. En 2009 los demandantes presentaron una denuncia por libelo contra el Demandado en relación a numerosas acusaciones publicadas por él indicando que los demandantes era culpables de, o deben ser sospechosos de, causar la muerte de su hija Madeleine McCann; y/o conciliar su cuerpo; y/o mentir sobre lo que había ocurrido y/o buscar encubrir lo que habían hecho.
Así que acusando, o incluso sospechando abiertamente que los McCann han mentido puede ser suficiente para provocar una “denuncia por libelo”. ¿Y si simplemente se llama la atención sus falsedades?
Jon Corner, padrino de los gemelos de los McCann:
“Kate dijo que las persianas de la habitación estaban machacadas.”
Brian Healy, Abuelo:
“Gerry me dijo que cuando volvieron las persianas de la habitación estaban rotas, habían sido forzadas y ella había desaparecido.”
“No había ninguna prueba de una entrada con fuerza,” dijo el Sr. Mitchell (Portavoz de los McCann – Irish Independent, 25 octubre 2007)
Si hay algo peor que mentir, Sra. Hudson, es mentir bajo juramento.
Kate McCann (a Lord Justice Leveson, en relación a las afirmaciones de la prensa sobre “fluidos corporales” encontrados en el hueco de la rueda de repuesto de un vehículo alquilado por los McCann después del presunto secuestro de Madeleine): “No había fluidos corporales.”
A Low Copy Number DNA Test on samples derived from this same hire car, at the locus indicated by the CSI dog deployed, was conducted by the FSS at their Birmingham laboratory and the results reported to Stuart Prior of Leicestershire Constabulary by John Lowe of the FSS:
Fue llevado a cabo por el FSS en su laboratorio de Birmingham un análisis de ADN Low Copy Number a muestras procedentes de este mismo coche de alquiler, en el lugar indicado por el perro CSI desplazado, John Lowe del FSS informó de los resultados a Stuart Prior de la Policía de Leicestershire:
“Se obtuvo un resultado de ADN incompleto del material celular procedente del hisopo 3a. El hisopo contenía muy poca información y mostró indicios de bajo nivel de ADN de más de una persona. Sin embargo, todos los componentes de ADN confirmados en este resultado coinciden con los correspondientes componentes del perfil de ADN de Madeleine McCann. El perfil de ADN LCN es muy sensible y no es posible atribuir este perfil de ADN a un fluido corporal concreto.” (itálicas de MR)
“No hay ninguna prueba que apoye la opinión de que Madeleine McCann contribuyó ADN en el hisopo 3B.
“Un resultado complejo de ADN LCN, que parece haber sido originado por al menos tres personas, fue obtenido del material celular recuperado del maletero sección 286C 2007 CRL10 (2) área”
El perro CSI en cuestión está entrenado específicamente para indicar la presencia de sangre humana aun en la más pequeña de las cantidades. La sangre es indudablemente un “fluido corporal”.
Para aseverar categóricamente, bajo juramento en este caso, que “no había fluidos corporales”, no es meramente mentir. Es un acto de perjurio.
5. Tal como siempre han mantenido los Demandantes, estas afirmaciones son totalmente falsas. En julio de 2008 la Fiscalía portuguesa confirmó que no había evidencia creíble que sugiriera que ellos estuvieron implicados en modo alguna en la desaparición de su hija o incluso que Madeleine McCann haya sufrido algún daño. Los demandantes desean dejar claro que también es su posición que no existen pruebas creíbles que sugieran que su hija está muerta o que haya sufrido algún daño físico, la búsqueda de Madeleine McCann está muy viva.
Incluso teniendo en cuenta la posibilidad de caprichos estilísticos en la traducción, los siguientes pasajes del informe final datado el 21.07.08, firmado por el Fiscal General de la República (José de Magalhães e Menezes) y el Fiscal General Adjunto (João Melchior Gomes), parecen de alguna manera no transmitir exactamente el mismo mensaje que el emitido por la Sra. Hudson. La versión portuguesa es no-comprometedora más que descartadora y, de hecho, deja todas las opciones abiertas. No hace una referencia específica a la culpabilidad (o ausencia de) por parte de Gerry o Kate McCann. Si bien puede que “no haya indicaciones de la comisión de ningún crimen”, uno no debería perder de vista el hecho de que el “secuestro” fue, durante un tiempo, el principal delito bajo consideración, y sin ninguna prueba de eso entonces la desaparición de Madeleine aun debe ser explicada. Es curioso, por decirlo así, que los portugueses hablan de “retirada del apartamento” y no “secuestro”, no siendo estos actos necesariamente el mismo. Es más, su extrapolación en cuanto al motivo, mientras lo extiende al homicidio de una forma u otra, parece no adoptar la posibilidad de que la niña pudiera haber muerto como resultado de un accidente.
“…no fue posible obtener ninguna prueba… para formular una conclusión lúcida, sensata, seria y honesta sobre las circunstancias bajo las cuales la niña fue retirada del apartamento (ya sea muerta o viva, ya sea muerta por homicidio negligente o un homicidio intencionado, ya sea víctima de un secuestro planeado o un secuestro oportunista), ni siquiera producir un pronóstico consistente sobre su destino e incluso –lo más dramático- establecer si aun está viva o si está muerta, como parece más probable.”
“El archivo de los procedimientos que afectan a los arguidos Gerald Patrick McCann y Kate Marie Healy, al no existir indicaciones de la práctica de ningún delito bajo las disposiciones del artículo 277 – número 1 del Código Penal.”
Además, hay algo en la “posición” de los McCann que gira en torno a cómo, exactamente, uno interpreta la aparentemente insignificante palabra “también”. Una vez más la frase clave.
Para el Ministerio Público portugués:
“No hay pruebas creíbles que sugieran que ellos estuvieron implicado de algún modo en la desaparición de su hija o incluso que Madeleine McCann haya sufrido un daño serio.”
Para los Demandantes:
“Es también su posición de que no hay pruebas creíbles que sugieran que su hija está muerta o que haya sufrido ningún daño físico.”
Por lo tanto, ¿qué debemos destacar sobre estas “posiciones”?
Si la “posición” de los McCann refleja aquella de los portugueses en su totalidad, entonces no hay necesidad de que el informe la repita. Todo lo que debe decirse es: “Y esta es también la posición de los McCann.” El hecho de que la “posición” de los McCann sea representada como una extensión de la de los portugueses, conduce uno a interpretar “también” así como “además” cuando, en realidad, lo que se está presentando es meramente un eco, uno parcial. Se representa a los McCann como estando de acuerdo con la conclusión de que “no hay pruebas creíbles que sugieran que su hija está muerta o que haya sufrido algún daño físico.” Sin embargo, no lo están, descrito explícitamente como concurrente con la evaluación de los portugueses en ese otro sentido crucial, es decir, que existe falta de “pruebas creíbles que sugieran que ellos no estuvieron en modo alguno implicados en la desaparición de su hija.” ¿Por qué no?
Curiosamente, esta situación representa una omisión similar, aunque a la inversa, a la del rompecabezas lógico discutido con anterioridad en relación a la correspondencia (ineficaz) de Carter-Ruck con cierta página Web (Ver Desaparecida Presuntamente…”), donde los Srs. de Carter-Ruck en efecto sí afirman que sus clientes, los McCann, no tuvieron ninguna implicación en absoluto en la desaparición de su hija, aludiendo a la ausencia de pruebas (ni un grano (grain) de pruebas adecuadas”) de que sus clientes estuvieran por lo tanto implicados. Tal vez la Sra. Hudson tenía esa declaración en mente para incluir en su propia declaración jurada. Pero no lo hizo. Ni está incluida. Es tentador especular que incluso abogados tan hábiles como Carter-Ruck preferían evitar llamar la atención a la posible existencia de “pruebas inadecuadas”, por muy “grainy (pequeña)” que esa prueba pudiera ser.
Antecedentes
10. Mi firma representó por primera vez a los Demandantes en relación a la cobertura difamatoria publicada sobre ellos en la prensa nacional que falsamente alegó que eran sospechosos de causar y/o conspirar para encubrir la muerte de su hija. En primavera de 2008 los Demandantes obtuvieron una destacada portada de disculpas de algunos periódicos nacionales que reconocieron que los Demandantes eran completamente inocentes de cualquier implicación en la desaparición de su hija.
La negación de acusaciones anidadas es un artilugio explicativo que por lo que parece le gusta a la Sra. Hudson. El informe provisional de la PJ portuguesa, desde que se hizo público, deja al lector sin ninguna duda en absoluto de que los McCann eran sospechosos en la desaparición de su hija. Por lo tanto, en retrospectiva, las afirmaciones de la prensa nacional no solo estaban en línea con el pensamiento de máximos responsables de la policía portuguesa implicados en la investigación sino que, al sugerir que los McCann eran sospechosos de hacer algo (no acusándoles de haberlo hecho), no hubiese sido hacer una falsa acusación en absoluto. Al fin y al cabo, “sospecha” y “acusación” no son la misma cosa. Si así fuera, entonces el léxico inglés podría reducirse al menos en tres sílabas. Y si, como sociedad, vamos a restringir la discusión abierta de “sospecha”, un concepto al menos a un paso de “acusación”, o prohibir totalmente la sospecha, ¿no nos movemos peligrosamente cerca de censurar la libertad de expresión – el tipo de libertad de expresión que muy recientemente Gerry McCann dijo a Lord Leveson & co. con la que estaba totalmente a favor?
"Kate McCann and Gerald McCann are involved in the concealment of the cadaver of their daughter, Madeleine McCann."
Una de las muchas conclusiones preliminares de los investigadores portugueses parece resumir la situación perfectamente:
“De todo lo expuesto, resulta del expediente que:
“Kate McCann y Gerald McCann están implicados en la conciliación del cadáver su hija, Madeleine McCann.”
(En: Proceso 201/07.OGALGS, Volumen XVII, página 2.601).
Estos mismos periódicos maliciosos pasaron a “reconocer” que “los Demandantes eran completamente inocentes de cualquier implicación en la desaparición de su hija”. (Como ya hemos visto, un reconocimiento extrañamente ausente de las propias reclamaciones de la Sra. Hudson en nombre de sus clientes, los McCann). El Daily Star, por ejemplo, publicó: “Reconocemos ahora… que Kate y Gerry son completamente inocentes de cualquier implicación en la desaparición de su hija”. Dado que la Fiscalía portuguesa se esforzó en señalar que los McCann, al no participar en la reconstrucción solicitada, perdieron la oportunidad de exonerarse, es extraño que la prensa de UK estuviera repentinamente en una posición de absoluto conocimiento, reconociendo, aceptando y admitiendo la total inocencia de los McCann por todas partes. ¿Qué podrían saber ellos y Carter-Ruck que no supieran los portugueses?
12. Tal como explicaremos más adelante, los Demandantes han tratado, hasta donde ha sido posible, “poner la otra mejilla” en relación a los comentaristas que continúan alegando falsamente que los Demandantes causaron y después ocultaron la supuesta muerta de Madeleine McCann, principalmente porque máxima prioridad sigue siendo la búsqueda de su hija. Sin embargo, cuando ha habido casos en los que los Demandantes han temido que la publicación de acusaciones difamatorias sobre ellos pudiera amenazar con obstaculizar la búsqueda de su hija (porque si el público es llevado a creer que Madeleine está muerta, será poco probable que informen de cualquier potencial avistamiento u otras pistas a las autoridades) han tomado medidas.
Esta declaración podría haber servido como modelo para las “pruebas” contradictorias presentadas por los propios McCann en la investigación Leveson. Dice, resumiendo, que los McCann están en líneas generales preparados para dejar pasar “falsas alegaciones” de la supuesta muerte de Madeleine a menos que ellos teman que las “alegaciones difamatorias sobre ellos puedan amenazar con obstaculizar la búsqueda de su hija.” ¿Y cómo podría surgir en realidad esta situación? “Si el público es llevado a creer que Madeleine está muerta, es improbable que informen de cualquier potencial avistamiento u otras pistas”, bajo qué circunstancias “toman medidas” los McCann. Así que después de todo “falsas alegaciones” sobre la “supuesta muerte” de Madeleine no son fácilmente pasadas por alto. Y los McCann tampoco son tan indulgentes.
34. La publicación denunciada en una próxima audiencia en el procedimiento por difamación que los Demandantes habían interpuesto contra Gonçalo Amaral, un oficial de policía portugués desacreditado que ha escrito un libro que afirma que la hija de los Demandantes murió en el apartamento y que ellos ocultaron el cuerpo.
¿Desde cuándo es Gonçalo Amaral “un oficial de policía desacreditado?” ¿Desacreditado por quién, por los medios de comunicación británicos? ¿Y con qué fundamentos? ¿Qué fue reasignado a instancias de la maquinaria política británica y se retiró anticipadamente? Parece un poco irónico que un abogado actuando en nombre de una firma especializada en materia de libelo haga un comentario difamatorio en el ejercicio de su labor construyendo un caso en nombre de sus propios clientes. Carter-Ruck necesita prestar atención a los detalles, los McCann a sus espaldas.