4 de noviembre de 2010

Caso Madeleine McCann: ¿Por qué no?


27 octubre 2010


La estrategia de los McCann llevada a cabo desde octubre de 2007 –para silenciar la expresión de todas las dudas en Reino Unido sobre su conducta, utilizando todos los recursos a su disposición, ha fracasado.

Durante los últimos tres años, los McCann han tenido innegables éxitos tácticos: utilizando abogados criminalistas para construir una poderosa defensa ante las reclamaciones portuguesas realizadas contra ellos, demandando o buscando el apoyo de los medios de comunicación, regresando a las pantallas de TV a ambos lados del Atlántico para difundir su historia. El público británico no manifiesta ninguna animosidad hacia ellos y los portugueses, tal vez sorprendentemente, han mostrado poco antagonismo a sus visitas cada vez más frecuentes a ese país.

Lista de control



La policía portuguesa: rotundamente derrotada.

Los Tapas 7: en silencio o cooperando activamente.

Los medios de comunicación británicos: totalmente de su parte o silenciados.

La policía de Reino Unido y tribunales: apoyando.

El gobierno y parlamento de Reino Unido: apoyando.

El público británico: deseosos de vivir y dejar vivir.

La Verdad de la Mentira: no disponible en Reino Unido.

Y el precio

Hay una omisión particularmente notable en esta lista de triunfos: Madeleine McCann. El “éxito” de los padres la excluye completamente. Ella no ha recibido ninguno de los millones de libras recaudados y gastados por ellos; el dinero casi se ha terminado así que ella nunca lo verá; nada de esa lista de éxitos la ha ayudado ni un poco. Todas las victorias se refieren únicamente a los padres, no a ella. El conocimiento de su destino no ha avanzado ni un ápice desde las 22h00 del 3 de mayo.

La derrota de la policía portuguesa fue una derrota para la niña. Por muy entendible que fuese la negativa de Kate McCann a contestar sus preguntas, por muy temerosos que pudieran haber estado del sistema portugués, al rechazar a la policía retiraron del juego al organismo con  mayores conocimientos y mayores recursos.

Su dominio sobre los medios de comunicación ha servido bien a los padres pero no a los intereses de su hija: desde octubre de 2007 ninguno de los periodistas ha realizado su propia investigación independiente – que podría, solo podría, haber dado con algo. La identificación ciega de los intereses personales de los Tapas 7 con los de los padres no ha conseguido nada para la niña. El apoyo inquebrantable, sino pasivo, de la policía y tribunales británicos ha, nuevamente, sido de gran valor para los padres: lo que Lady Hogg y otros han conseguido por la niña es menos obvio. Y así sucesivamente, a lo largo de toda la lista: cada “victoria” ha sido una derrota para la propia carne de su sangre de los McCann.

Al final de la lista tenemos La Verdad de la Mentira, cuyo autor, el supuesto fracaso, el “deshonrado policía” y perseguidor de los padres, es la única persona que trabaja en la actualidad por la reapertura del caso en orden a descubrir lo que le ocurrió a la niña.

Los padres manifiestamente no lo están haciendo, ya que a pesar de sus absurdos llamamientos de una investigación supranacional del caso, no han llevado a cabo esa única acción que podría reabrirla mañana por la mañana: una declaración de que ellos y los Tapas 7 deseaban regresar a Portugal para apoyar la investigación sin reservas, sin pesados argumentos legales y negociaciones, clarificando las discrepancias de sus primeras declaraciones: eso produciría, de una forma u otra, las “nuevas pruebas significativas” requeridas para una reapertura formal. Los esfuerzos de los llamados “investigadores” de los McCann, esa pandilla de delincuentes y fracasados en quienes los McCann han despilfarrado algo así como medio millón de libras del dinero de Madeleine, ni siquiera son dignos de discusión.

Pero esto no es el alcance total de su fracaso. La estrategia de asegurar su propia libertad y o bien silenciar o estar de acuerdo con sus opiniones en Reino Unido obviamente implicaba que un día ellos y sus otros hijos serían dejados en paz para seguir adelante con sus vidas: todas las dudas sobre ellos “eliminadas”, tal como la BBC le permitió felizmente al agradable Sr. Smethurst decir en sus ondas.

Hace ya más de dos años desde que se emitió el informe que podría haberles ofrecido el cierre, sobre su propio destino y reputación si no aquel de su propia hija. Con la evolución de los tribunales portugueses lo más probable es que el caso por difamación contra Amaral no pueda ser totalmente resuelto antes de 2012 como muy pronto. Pase lo que pase La Verdad de la Mentira siempre estará disponible en Internet y no hay nada que sugiera que pueda aparecer una Madeleine McCann viva.

Todo el mundo gana

¿Es esto lo que ellos realmente quieren? ¿Años y años de la misma rutina de lucha y enemistad envenenada que parece incrementar, no disminuir, con el tiempo? ¿La inútil búsqueda de esa imaginaria “exoneración”? ¿La misma existencia anodina para sus hijos? ¿La misma lucha para acabar con Amaral o, si es derrotado, cualquier otro policía portugués aun desconocido?

La respuesta está ahí, mirándoles fijamente a la cara: prestándose voluntarios para regresar a Portugal con sus amigos. Incluso contemplando el peor de los casos posibles ninguno de ellos estaría en riesgo: no hay voluntad real entre sus críticos de ver a ninguno de ellos castigado si se incriminaron de algún modo.

La mayoría, y eso incluye al Bureau, simplemente quiere las dudas que ellos mismos levantaron con su conducta totalmente aclaradas, sin ningún deseo de castigo en absoluto. Contra los inconvenientes se ofrece el premio final: la oportunidad de demostrar que la interpretación de Amaral es errónea, la exoneración genuina y duradera para ellos mismos y sus amigos y una dirección para la investigación. Tal como dijo Rachael Oldfield en otro contexto, “bueno, en realidad todo el mundo es un ganador”.

¿No vale la pena el doble premio – la oportunidad de vindicación y exoneración y la posibilidad de que sus pruebas puedan ayudar a resolver el caso-?

Publicado por John Blacksmith

Traducción de Mercedes

Inciso: Lo que deseen o no deseen sus seguidores o sus críticos no es relevante ni para la investigación ni para la justicia, decir que no existe ningún riesgo para ellos si regresan a Portugal para colaborar plenamente con la investigación me parece un poco “atrevido”. La justicia debe seguir su curso y si los Tapas nueve se “incriminaron de algún modo” deben pagar su deuda con la sociedad al igual que todos los demás mortales. No son seres excepcionales que merezcan un tratamiento de deidad, aunque a tenor de los hechos puedan parecerlo. Por Madeleine Beth McCann.

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