Por Paulo Sargento
El caso “Maddie entró en una especie de apagón hace ya algún tiempo. Pero precisamente, Gerry McCann acalló su blog hace, aproximadamente, 2 meses (su último post data de 14 de agosto) después de haber afirmado que le sorprendió el hecho de que los medios hubiesen tenido acceso al proceso, como consecuencia del archivo que puso fin al secreto de sumario y, también, a su estatus de arguido, así como el de su mujer y el del Sr. Robert Murat. Bien, esta sorpresa demostrada es, en sí misma, de hecho, sorprendente, en la medida en que, aparte de haber sido anunciada previamente, parecía obvio que así sería, o no fue siempre la mediatización del caso uno de los designios perseguidos por los McCann, para que su hija no fuese olvidada. Es una sorpresa que sorprende en la medida que no era esperado que supusiera una sorpresa, mucho menos para Gerry McCann.
¿Y, que decir el Sr. Clarence Mitchell? Sí, de ese que, muchas veces prolijamente, usó el verbo fácil para mantener el caso en la cumbre mediática? ¿O, simplemente, para amenazar a medio mundo con procesos criminales por difamación, pre exigiendo abultadas indemnizaciones? Ha estado muy callado, el spin doctor. Pero, no me parece que sea por no tener nada que decir. ¿Será que, inteligentemente reconózcase, que sabe cuando tiene que hablar, y cuando tiene que callar?
Este limbo en el que ha entrado el caso puede tener muchas lecturas. Escogí dos, entre muchas.
La primera, tal como comenté en un post anterior, puede significar que el silencio se debe al hecho de que, en este momento, pasada la euforia de la guerrilla pos-archivo, el largo proceso está, finalmente, siendo consultado y estudiado con la ponderación y con el rigor que esta tarea exige, en un intento de programar las acciones que se seguirán. Pero, que se sepa, no se ha realizado ninguna diligencia en el sentido de reapertura del proceso. Por lo tanto, ¿por qué razón tendría que ser estudiado? ¿Se concretizarán las amenazas? ¿Será ese el objetivo? O simplemente, la promesa hecha por la famosa agencia privada de detectives (que según la Web oficial www.findmadeleine.com, continúa siendo la principal fuente de investigación del caso y los ridículos retratos robot continúan figurando como las producciones científicas más eficaces, resultantes de la auténtica fortuna gastada a través del fondo para descubrir a Maddie) se van a concretizar con un año de retraso y van a encontrar a la niña antes de la Navidad de 2008?
La segunda, a la que también he hecho referencia, se encuadra en un intento de extinción de interés mediático. Técnicamente, un fenómeno al que comienza a quebrar su notoriedad tiende a extinguirse. Las grandes marcas, por más famosas que sean, hacen siempre lo posible y lo imposible por aumentar o, por lo menos, mantener su notoriedad. La inversión en publicidad, incluso en época de crisis económica, es tenida como prioridad de las grandes marcas. Cuando esto no ocurre la extinción es inevitable. ¡Todos nosotros lo sabemos!
Pero ¿sería Maddie una gran Marca? ¿Debemos creer en un fenómeno de Marketing Relacional?
Presumo que sí. Ya lo afirmé en diversas ocasiones, cuando me referí a los tabloides.
Pero, fijémonos en la Web oficial: www.findmadeleine.com
De un modo muy discreto, aparece una tienda online, por encima del separador de los contactos (contáctenos) de la citada Web, en la equina superior derecha de la página Web. Si clicamos en esa tienda online nos encontramos con tres productos: fondos para móviles (gratis), pulseras look for Maddie de tamaño universal (2 libras cada una) y camisetas para niños y adultos, con varios tamaños ya agotados (6,5 libras cada una).
¿Qué quiere decir esto? Si leemos la descripción de los productos, nos damos cuenta que indudablemente se trata de una estrategia de Marketing terriblemente simple, casi kitsch. Reparamos en las siguientes frases: Camiseta de “Polyester/Algodón alta calidad”, “Estas camisetas son de alta calidad y tienen el texto y fotografía impreso directamente sobre el tejido” o “Pulseras de buena calidad para continuar recordando a Madeleine”.
Fijémonos. No se trata de un fondo, o de donativos, porque para estos también existen enlaces y separadores bien visibles. Se trata de un catálogo de productos para la venta. ¡Exactamente! Se trata de un catálogo de productos para la venta.
Por más que intento entender la desesperación y la necesidad de dinero para continuar, presumiblemente, investigaciones, llevadas a cabo por agencias que aun no han conseguido nada, debo calificar, como mínimo, de mal gusto lo que acabo de describir. Y me quedo aquí, por lo menos por hoy.
Existen Silencios Ensordecedores cuando se intenta Extinguir la Notoriedad de una Marca.
Traducción de Mercedes
El caso “Maddie entró en una especie de apagón hace ya algún tiempo. Pero precisamente, Gerry McCann acalló su blog hace, aproximadamente, 2 meses (su último post data de 14 de agosto) después de haber afirmado que le sorprendió el hecho de que los medios hubiesen tenido acceso al proceso, como consecuencia del archivo que puso fin al secreto de sumario y, también, a su estatus de arguido, así como el de su mujer y el del Sr. Robert Murat. Bien, esta sorpresa demostrada es, en sí misma, de hecho, sorprendente, en la medida en que, aparte de haber sido anunciada previamente, parecía obvio que así sería, o no fue siempre la mediatización del caso uno de los designios perseguidos por los McCann, para que su hija no fuese olvidada. Es una sorpresa que sorprende en la medida que no era esperado que supusiera una sorpresa, mucho menos para Gerry McCann.
¿Y, que decir el Sr. Clarence Mitchell? Sí, de ese que, muchas veces prolijamente, usó el verbo fácil para mantener el caso en la cumbre mediática? ¿O, simplemente, para amenazar a medio mundo con procesos criminales por difamación, pre exigiendo abultadas indemnizaciones? Ha estado muy callado, el spin doctor. Pero, no me parece que sea por no tener nada que decir. ¿Será que, inteligentemente reconózcase, que sabe cuando tiene que hablar, y cuando tiene que callar?
Este limbo en el que ha entrado el caso puede tener muchas lecturas. Escogí dos, entre muchas.
La primera, tal como comenté en un post anterior, puede significar que el silencio se debe al hecho de que, en este momento, pasada la euforia de la guerrilla pos-archivo, el largo proceso está, finalmente, siendo consultado y estudiado con la ponderación y con el rigor que esta tarea exige, en un intento de programar las acciones que se seguirán. Pero, que se sepa, no se ha realizado ninguna diligencia en el sentido de reapertura del proceso. Por lo tanto, ¿por qué razón tendría que ser estudiado? ¿Se concretizarán las amenazas? ¿Será ese el objetivo? O simplemente, la promesa hecha por la famosa agencia privada de detectives (que según la Web oficial www.findmadeleine.com, continúa siendo la principal fuente de investigación del caso y los ridículos retratos robot continúan figurando como las producciones científicas más eficaces, resultantes de la auténtica fortuna gastada a través del fondo para descubrir a Maddie) se van a concretizar con un año de retraso y van a encontrar a la niña antes de la Navidad de 2008?
La segunda, a la que también he hecho referencia, se encuadra en un intento de extinción de interés mediático. Técnicamente, un fenómeno al que comienza a quebrar su notoriedad tiende a extinguirse. Las grandes marcas, por más famosas que sean, hacen siempre lo posible y lo imposible por aumentar o, por lo menos, mantener su notoriedad. La inversión en publicidad, incluso en época de crisis económica, es tenida como prioridad de las grandes marcas. Cuando esto no ocurre la extinción es inevitable. ¡Todos nosotros lo sabemos!
Pero ¿sería Maddie una gran Marca? ¿Debemos creer en un fenómeno de Marketing Relacional?
Presumo que sí. Ya lo afirmé en diversas ocasiones, cuando me referí a los tabloides.
Pero, fijémonos en la Web oficial: www.findmadeleine.com
De un modo muy discreto, aparece una tienda online, por encima del separador de los contactos (contáctenos) de la citada Web, en la equina superior derecha de la página Web. Si clicamos en esa tienda online nos encontramos con tres productos: fondos para móviles (gratis), pulseras look for Maddie de tamaño universal (2 libras cada una) y camisetas para niños y adultos, con varios tamaños ya agotados (6,5 libras cada una).
¿Qué quiere decir esto? Si leemos la descripción de los productos, nos damos cuenta que indudablemente se trata de una estrategia de Marketing terriblemente simple, casi kitsch. Reparamos en las siguientes frases: Camiseta de “Polyester/Algodón alta calidad”, “Estas camisetas son de alta calidad y tienen el texto y fotografía impreso directamente sobre el tejido” o “Pulseras de buena calidad para continuar recordando a Madeleine”.
Fijémonos. No se trata de un fondo, o de donativos, porque para estos también existen enlaces y separadores bien visibles. Se trata de un catálogo de productos para la venta. ¡Exactamente! Se trata de un catálogo de productos para la venta.
Por más que intento entender la desesperación y la necesidad de dinero para continuar, presumiblemente, investigaciones, llevadas a cabo por agencias que aun no han conseguido nada, debo calificar, como mínimo, de mal gusto lo que acabo de describir. Y me quedo aquí, por lo menos por hoy.
Existen Silencios Ensordecedores cuando se intenta Extinguir la Notoriedad de una Marca.
Traducción de Mercedes