El criminalista Jean-Pierre Bouchard analiza la puesta en escena orquestada en torno a la desaparición de la niña.
Cécile Bourgeon - Madre de Fiona |
Fuente AFP
Publicado el 26/09/2013 a las 14:30
Para el psicólogo y criminólogo Jean -Pierre Bouchard, la madre y el padrastro de la pequeña Fiona trataron de instrumentalizar la opinión pública para exonerarse a sí mismos y alejar las sospechas en su contra mintiendo deliberadamente ante las cámaras.
¿Cómo explica usted que los padres hayan podido mentir durante cuatro meses y dar el pego ante las cámaras haciendo creer en la desaparición de la niña?
Jean -Pierre Bouchard: Lo hicieron a propósito para disculparse y no ser capturados. No se sabe todavía si hubo un motor principal en este escenario macabro, o si ambos jugaron un papel, pero después lo pusieron en escena públicamente ante los medios de comunicación y la opinión pública, con la esperanza de que no se podría establecer un vínculo entre la desaparición de la niña y ellos mismos. Con la mediatización de los casos, son suficientes dos cámaras, y es terriblemente perverso por parte de los padres que hacen eso. Piensan que la opinión pública y las cámaras estarán por encima de la justicia y que podrán evitar las sospechas que pudieran recaer sobre ellos.
¿Qué les hizo derrumbarse?
Fiona |
Los investigadores hicieron lo que siempre se debe hacer, no tener a priori e investigar a todo el mundo sin designar culpables de antemano. Los primeros que deben ser analizados en su comportamiento, en lo que hicieron antes, son la familia y los allegados, porque ocurre que a veces mienten. Porque si la tesis del merodeador era posible, sentíamos que esa historia de la desaparición en un parque en Clermont - Ferrand no estaba ni muy clara ni era muy coherente. Los investigadores, al parecer, han descubierto que los padres habían visitado páginas en Internet sobre niños desaparecidos para construir su escenario. También estudiaron el perfil del padrastro y sobre todo lo que hubiera podido explicar una fase violenta.
Ambos se han derrumbado porque los investigadores han acumulado indicios concordantes y que confrontados a esa realidad, ya no podían negar. De momento, sin embargo, las dos versiones son contradictorias, la madre acusa de violencia a su pareja, mientras que él evoca un accidente. Una autopsia será decisiva. Pero no hay duda de que serán considerados penalmente responsables de sus actos, porque ha habido mentiras y ocultación del cuerpo. Mintieron a la justicia de una manera construida y no delirante.
¿Este tipo de casos ocurre a menudo?
Varias decenas de niños son asesinados en Francia cada año por sus padres, pero se trata más a menudo de bebés asesinados por sus madres. En los niños más mayores, puede tratarse de compañeros sentimentales que son delincuentes o que están celosos del pasado del otro. En el caso de la pequeña Fiona, parece que el compañero (Nota de Mila: entiéndase de la madre) habría impuesto al padre biológico que rompiera los lazos con su hija. Si esto se confirma, hay, en efecto, un gran problema relacional en el compañero.
El camuflaje de un homicidio en una desaparición sigue siendo excepcional. El último caso muy mediatizado fue el de la pequeña Typhaine, 5 años, una niña mártir asesinada en junio de 2009 en Maubeuge por su madre y su padrastro. Durante seis meses, estos últimos mintieron a la policía. La madre incluso se ofendió ante los periodistas por haber sido sospechada. Fueron condenados en enero a 30 años de prisión.
© Traducción de Mila