13 de agosto de 2008

13 de Agosto de 2008

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Traducción de Mercedes
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Brillante montaje de Cati - The Three Arguidos

Jane Tanner insiste, no soy una mentirosa, ni una fantasiosa



Blog del periodista Frederico Duarte Carvalho
Anatomía de una historia mal contada

“Aun hay mucho por descubrir dentro del proceso”, me dijo hace días el ex coordinador de la PJ, Gonçalo Amaral, cuando, junto con João Vasco Almeida, lo entreviste para “Focus” –ver edición mañana 13. El autor del libro “Maddie – La Verdad de la Mentira” (140 mil ejemplares vendidos y con traducciones previstas para España y Alemania) nos concedió la que es su primera entrevista con el caso ya fuera del alcance del secreto de sumario. Así, el ex coordinador aceptó ver el ordenador donde teníamos el DVD con el proceso abierto y nos apuntó con el dedo el momento donde está registrada la contradicción fatal de los testimonios de algunos de los principales intervinientes de la noche en que fue dada la alerta de la desaparición de la niña inglesa en Praia da Luz: “Ningún miembro de los medios ha hecho nunca un cruce de estas declaraciones”, nos dijo Gonçalo Amaral. Está todo en primer volumen de los 17, que está formado por 4713 páginas. Fue la contradicción entre la declaración inicial de Jane Tanner, gerente de marketing, y el de su compañero, el médico Russel O’Brien, lo que levantó las sospechas de que la gerente de marketing pudiera estar mintiendo cuando dijo haber visto un supuesto raptor con una niña en brazos. Todo esto el día 4 de mayo, durante las primeras horas después de la desaparición. Russel O’Brien, médico y marido de Jane Tanner, trabajó seis meses directamente con el padre de Madeleine, Gerry McCann. Fueron padres casi al mismo tiempo, siendo la hija de Russel apenas un mes más mayor que Madeleine. Al cruzar los testimonios de Gerry, Jane y Russel, los investigadores de la PJ se dieron cuenta que “la historia estaba mal contada”.
Según la declaración testimonial de Gerry McCann, registrada en las instalaciones de la PJ a las 11h15 del día 4 de mayo de 2007, catorce horas después de ocurrir los hechos, se verifica que el padre de Madeleine se ausentó del restaurante “Tapas” cerca de media hora después de haber llegado al local. Antes de eso, ya otro miembro del grupo de veraneantes, Matthew Oldfield, había ido a ver las ventanas y confirmó que las mismas estaban cerradas y que todos los niños del grupo debían estar dormidos. Cuando Matthew regresó al seno del grupo, se lo comunicó a los presentes. En ese mismo momento, Gerry se levantó y se fue a hacer una nueva verificación. Serían las 21,05. El padre de Madeleine entró en el apartamento provisto de la correspondiente llave, se dirigió al dormitorio de sus hijos, comprobó que los gemelos estaban bien, así como su hija mas mayor. Gerry fue entonces al WC, donde, dice, estuvo algunos instantes. Salió y cruzó con un amigo británico, Jez, al que conoció durante las vacaciones y con el cual acostumbraba a jugar al tenis. El amigo estaba paseando a su bebé, ya que este tenía dificultades para dormir. Mantuvieron una pequeña conversación hasta que Gerry volvió al restaurante.
La declaración de la testigo Jane Tanner, recogido a las 11h30 del viernes, 4 de mayo, registra el hecho de que esta se ausentó del restaurante sobre las 21h10, cerca de cinco minutos después de Gerry. Jane fue a su apartamento para verificar si estaba todo bien con sus hijas. En ese momento, de camino del apartamento, asegura haberse cruzado con Gerry mientras este hablaba con su amigo de tenis. Afirmó a la PJ que pasó junto a ellos sabiendo que Gerry ya había estado en el apartamento para controlar a sus hijos.
La contradicción surge después cuando se cruza esta declaración con la de su marido, Russel O’Brien. Este último, no habló con la PJ hasta la noche del 4 de mayo, a las 21h50, casi 24 horas después de los hechos. Russel confirmó que Gerry y Jane salieron casi simultáneamente. Sin embargo, dice que su mujer debió de volver primero porque se habría encontrado con Gerry hablando con un amigo de tenis. Aquí nació una duda muy importante para entender el momento clave de la desaparición de Madeleine McCann. Las preguntas asaltan la mente de los investigadores de la PJ: ¿Al final, Jane Tanner vio a Gerry hablando con un amigo cuando ella regresaba del apartamento, como sugirió su marido, o a la ida?
Después de todo, si Gerry y Jane salieron casi simultáneamente, con apenas cinco minutos de intervalo entre sí, ¿entonces cómo fue posible que Gerry hubiera ido al dormitorio para ver a sus hijos, fue después al WC –donde se demoró algún tiempo-, volviera al restaurante y se parara incluso a hablar con un amigo de tenis en apenas cinco minutos, en un punto donde Jane asegura que, cuando pasó por delante de ambos, camino de su apartamento, Gerry ya estaba de regreso? ¿Será que, Gerry, después de todo conversa con Jez cuando aun va camino de su apartamento? ¿Y, cómo explicar aun el hecho de que ni Gerry ni el amigo –interrogado más tarde en Inglaterra- se acordaran de haber visto a Jane, a pesar de que esta afirmó que cuando pasó por delante de ellos estaban todos en el mismo lado del paseo?
Todas estas contradicciones es relevante para el caso cuando se constata que, de acuerdo con el testimonio de Jane Tanner –comprobado con un esquema elaborado por ella sobre estos movimientos-, ella afirma que fue después de haber pasado por delante de Gerry y Jez, cuando caminaba en dirección a su apartamento, cuando vio, unos metros más arriba, en la equina, un individuo con una niña en brazos. Nunca cuando volvía. Sería ese testimonio la base que sustenta toda la tesis del rapto que aun hoy permanece en la mente de mucha gente. El sospechoso iba hacia la vivienda de Robert Murat. Fue, por lo tanto, el testimonio de Jane, a pesar de ser contradictorio, lo que pasó a sustentar toda esta tesis del rapto apuntaba a Robert Murat.
La primera descripción de esta amiga del matrimonio apuntaba a un hombre de unos 35 o 40 años, grueso, 1,70 de estatura, pelo muy oscuro, espeso, corto pero largo hasta el cuello. Como sólo lo vio de espalda, no consiguió dar detalles del rostro. Pero, eso no la impidió más tarde asegurar que viera, de hecho, a Robert Murat.
Jane contó aun que regresó al restaurante después de haber visto a sus hijos y aseguró a la PJ que Gerry ya no estaba en la calle hablando con su amigo, porque lo encontró en el “Tapas” en compañía de su mujer Kate. Pasados cerca de 15 a 20 minutos, fue el turno del marido de Jane, Russel O’Brien, para ir a ver a sus hijas, en compañía de Matthew Oldfield.
Este último habría pasado por el apartamento de los McCann, pero no vio si Madeleine estaba o no en la cama, porque admite que solo estaba interesado en escuchar si había algún barullo en el interior. Russel, mientras tanto, se habría quedado en el dormitorio cuidando a su hija, por lo que Jane comió rápidamente y se fue con su marido al dormitorio para relevarle. Russel volvió al restaurante y fue en ese momento cuando Kate se levantó para ir a verificar el sueño de sus tres hijos. Serían las 22h00 ó 22h15, Jane Tanner estaba en su apartamento cuando oyó a Kate McCann y a una amiga del grupo, Fiona Payne, que gritaban que Madeleine había desaparecido. A partir de ahí, sería la confusión total que nos llevó a una situación que se arrastró durante meses y, finalmente, terminó por el momento con el caso siendo archivado sin que nunca hubiera aparecido un cuerpo o un secuestrador.
Si alguien raptó u ocultó el cadáver de Madeleine McCann, eso es, hasta el momento, el crimen perfecto.
Traducción basada en el artículo original

13.8.08
“Estos sí que son niños mayores…”
Un amigo de los McCann dijo: “La búsqueda de Madeleine se está haciendo más y más internacional y se consideró que ahora se necesitaba una firma realmente internacional para liderar la investigación. Estos sí que son niños mayores. Absolutamente los mejores, pero son extremadamente reservados y misteriosos sobre lo que hacen. “Desde su contratación, Método se ha quedado en segundo plano y ahora se están concentrando principalmente en Portugal y España así como en el Estrecho de Gibraltar hasta el norte de África, donde tienen sus principales contactos (…)”
Hummm… “¿Niños mayores?” “¿Extremadamente reservados y misteriosos sobre los que hacen? “¿Se están concentrando principalmente en Portugal y España así como el Estrecho de Gibraltar hasta el norte de África (…)?
Me pregunto ¿a quién tienen los “niños mayores” instrucciones de perseguir y si saben que las investigaciones privadas de un crimen, en Portugal, son ilegales y también se considera un crimen, como el Sr. Clarence Mitchell (*) dijo una vez?
(...)
“La agencia de detectives española fue contratada por “la relación cultural y del idioma” de Portugal con España. “Si hubiésemos contratado a británicos de botas grandes, o, Dios no lo quiera, americanos, nos hubieran dado con la puerta en las narices, y seguramente nos hubieran acusado de obstaculizar la investigación, ya que técnicamente es ilegal, en Portugal, llevar a cabo una investigación secundaria,” explica (Clarence) Mitchell. “Pero al ser Método 3, (Alipio) Ribeiro (director nacional de la Policía Judicial de Portugal) está haciendo la vista gorda”. Se dice que la policía portuguesa considera M-3 como “small fry” (Puede traducirse como “de poca monta” pero el vocablo también se utiliza coloquialmente para decir “niño”. Así que el Sr. Reis “creo” que hace el juego de palabras por “los niños grandes”
(...)
Posted by Paulo Reis at 18:40:00




Sociedade - 13-08-2008
Diario de Kate McCann considerado falso
La policía considera que el diario de Kate McCann fue hecho a propósito para influir en la investigación de la desaparición de Maddie.
Varias fuentes policiales, ligadas al proceso, dijeron a Rádio Clube que el diario de Kate no parece un relato íntimo, como es habitual, si no que parece que fue hecho a propósito para ser encontrado por las autoridades. El diario no fue entregado a los periodistas pero Rádio Clube tuvo acceso a los escritos de Kate McCann
El texto comienza el día en que el matrimonio inglés llegó al Algarve y dura hasta principios de agosto. Un diario al que la policía judicial dio poco importancia. Aun así, es posible leer apoyos, enfados y otras curiosidades. Escuche lo que dice el periodista Augusto Freitas de Sousa que describe algunas declaraciones del diario de Kate.
Las presiones que el antiguo coordinador del proceso, Gonçalo Amaral, están descritas en el diario de Kate McCann. La madre de Madeleine escribió que dejó un mensaje a Gordon Brown, primer ministro inglés, para que aumentase la presión política.
El resto, 20 días después de la desaparición, puede leerse en el diario que Gordon Brown habló con Gerry McCann más de una vez. Kate habla de la PJ, de los periodistas, de la presión política y de innumerables pistas que no resultaron importantes para el proceso.


El testimonio de Marco Pereira coincide con la declaración de la holandesa
“Vi a Maddie. Estoy seguro”
Un hombre de Mem Martins asegura haberse cruzado con Madeleine McCann, en julio de 2007. Prestó declaración en la judiciaria. Dice que Maddie iba acompañada por un individuo cuya descripción coincide con la de otra testigo, igualmente oída durante el proceso.
Texto ● Luís Maneta
Un hombre residente en Mem Martins, Sintra, asegura haber visto a Madeleine McCann casi un mes después de su desaparición del Ocean Club, en PDL. “Yo vi a Maddie. Estoy seguro que era ella. Dios me castigue si no estoy diciendo la verdad”, jura Marco Pereira a 24 horas.
Su declaración –aparentemente apenas una más entre los centenares de supuestos avistamientos habidos durante el proceso judicial –tiene la particularidad de coincidir en varios puntos con el testimonio de una funcionaria de una tienda de Ámsterdam, Holanda.
Anna Stam contó haber visto una niña, que le dijo que se llamaba Maddie, a mediados de mayo de 2007, acompañada por un matrimonio cuyo retrato robot fue recientemente elaborado por un especialista de la policía inglesa. En su declaración, Anna Stam describe a un hombre que acompañaba a la niña como un individuo que “no tenía cara de buenos amigos”, aparentaba entre 35 y 40 años de edad, una estatura de entre 1,70 y 175 m. pelo oscuro y llevaba un pequeño bigote claro.
La descripción coincide con la del hombre visto por Marco Pereira. Oído en la judiciaria, aseguró que el sospechoso tenía “entre 35 y 40 años de edad, tez bastante morena, y cerca del 1,75 m. de estatura, complexión física fuerte, cabello oscuro”. Otra coincidencia: el hombre utilizaba un BMW de color negro y matrícula… holandesa.
El hecho sucedió a primera hora de la noche del día 11 de junio de 2007. Marco estaba junto a la calle de Mem Martins cuando vio aparecer en la calle a un hombre que iba acompañado por una niña con “características” idénticas a las de Madeleine McCann: aproximadamente un metro de estatura, cabello rubio, tono de piel bastante claro.
Caminaban en dirección a un coche que se encontraba estacionado en las proximidades. El hombre hablaba por el móvil. Cuando pasaron delante del testigo, Marco intentó mantener una conversación. Dijo “Hola”. La niña miró en su dirección pero no interrumpió la marcha. Instantes después entraban en el coche, con los cristales tintados, y se marcharon.
Marco Pereira, aseguró a 24 horas, que el hombre llevaba en la mano derecha un “cordón grande, tipo llavero de cinta”, que la niña sujetaba con su mano izquierda. Nunca los había visto por la zona. Nunca más los volví a ver.
Pista belga quedó en… nada
La niña cuya imagen fue captada por el sistema de vigilancia de un banco en Bélgica no es Madeleine McCann.
La posibilidad fue levantada por un guardia de seguridad del banco que encontró semejanzas entre la niña, que iba acompañada por una mujer que llevaba un pañuelo en la cabeza, y la inglesa desaparecida desde mayo de 2007.
El periódico inglés “The Sun” publicó ayer la imagen de la niña, conseguida de una de las cámaras de vigilancia. Pocas horas después se despejaban las dudas: un hombre, residente en Bélgica, reconocía a la niña como su hija. La mujer que la acompañaba es su niñera, natural de Marruecos.
“Para Kate y Gerry es una decepción. Pero hemos tenido muchas situaciones idénticas y la búsqueda de Madeleine continúa”, dice el portavoz del matrimonio McCann, Clarence Mitchell, citado por Sky News.
Hechos
Diferencias: La coincidencia en la descripción del supuesto sospechoso, según la declaración de estos dos testigos, difiere cuando describen el color del pelo de la niña. Anna Stam habla de cabello liso, castaño oscuro. Marco Pereira se refiere a cabello rubio, relativamente corto y con rizos.
Investigación: Las nuevas declaraciones divulgadas después de haberse levantado el secreto de sumario sobre el caso Maddie van a ser seguidas por los investigadores contratados por la familia McCann.


13 Agosto 2008 - 00h30
Extorsión – La PJ resolvió dos tentativas de fraude contra los McCann
Gerry se reía en la PJ durante el drama
La PJ resolvió con éxito dos tentativas de extorsión de dinero al matrimonio McCann a cambio de información sobre su hija desaparecida. Pero la risa del padre de Maddie durante las negociaciones causó extrañeza.
El ambiente en la sala estaba cargado, cuando se estableció contacto el 14 de junio de 2007, con un desconocido en Holanda, que parecía arrojar una luz sobre oscuridad en que se encontraba la investigación, un mes después de la desaparición.
Ante el nerviosismo de policías portugueses e ingleses, la actitud de Gerry McCann sorprendió a los que se encontraban en la sala, recordó más tarde el ex coordinador del proceso Gonçalo Amaral.
Despreocupado, el padre de Maddie “contrastaba con la ansiedad de los policías y dejaba intrigados a los investigadores. Gerry “chupaba relajadamente un chupa-chupa mientras leía banalidades en internet y discutía sobre rugby y fútbol con un policía inglés”, escribió el ex coordinador de la Policía Judicial en el libro “La Verdad de la Mentira”.
La policía holandesa consiguió saber que el holandés de Eindhoven, que recurrió a un cibercafé para, por email, exigir dos millones de euros, no sabía nada sobre el paradero de Maddie.
A finales de junio de 2007, el matrimonio McCann sufriría un nuevo intento de extorsión, por parte de un matrimonio en el sur de España, quien dijo tener información sobre su hija.
La intervención de la PJ junto con las autoridades españoles demostró que el italiano Danilo Chemello y la portuguesa Aurora Pereira Vaz, que reclamaban cuatro millones de euros, nada sabían sobre Maddie McCann.
La coordinación entre la Judiciaria y la policía de España y de Holanda acabó por llevar a la detención de los individuos que querían extorsionar seis millones de euros a los McCann.
Resueltos los dos fraudes, la Policía Judicial, reforzaba la tesis de que la niña había sufrido un accidente moral en el apartamento turístico del Ocean Club.
Su profesión explica la frialdad
La frialdad que Gerry McCann siempre demostró durante el proceso de la desaparición de su hija fue notada tanto por los investigadores portugueses como por los británicos. Gonçalo Amaral, el ex coordinador operacional de la investigación del “caso Maddie”, recuerda que uno de los policías ingleses acostumbraba afirmar: “No se olviden de que él es un cirujano cardiólogo y comienza abriendo personas a la mitad después del desayuno.” La “fría” expresión de los McCann también sorprendió a la opinión pública. Aunque, la madre de Maddie nunca fue vista llorando en público, el investigador afirmó que “Kate lloró varias veces” por Maddie.
Rescates
Detenido en Holanda
El 4 de julio de 2007 la policía holandesa detuvo a un hombre, de 39 años, que intentó extorsionar dos millones de euros a los McCann.
Detenidos en España
El 28 de junio de 2007, la policía española detuvo al italiano y a la portuguesa que intentaron engañar al matrimonio McCann.
João Saramago

Caso McCann: 24 fotografías que quizás ayuden a reabrir el caso
Un turista que estaba en el Tapas Bar, la noche del 3 de mayo, tomó varias fotografías donde puede verse la mesa de los McCann y sus amigos. El turista estaba con su mujer y otra pareja y se sacaron fotos entre ellos, con la mesa de los McCann de fondo.
El propietario de las fotografía está negociando con varios periódicos británicos vender los derechos de una publicación exclusiva, pero con una condición: antes de ser publicadas, las fotografías deben ser enviadas a la policía portuguesa. El turista es consciente que las fotos pueden contener pruebas importantes relacionadas con un crimen y no enviarlas a la policía es también considerado un crimen, en su país.
Ayer, un conocido bufete del Reino Unido supo de la existencia de esas fotos y contactó con el propietario, ofreciendo pagar por todas ellas la cantidad de 600.000 euros. Pero los abogados británicos no aceptan la condición impuesta por el dueño –que las mismas deben ser enviadas a la policía lusa, antes de realizar la transacción. El bufete quería tener la libertad de elegir el momento en que esas fotografías se enviaran a las autoridades portuguesas, así que la oferta fue rechazada por el turista.
Duarte Levy and Paulo Reis
Posted by Paulo Reis at 06:09:00

Del libro de Gonçalo Amaral
Analizando el lugar un crimen. El apartamento 5 A
(…) Aquí hay una cámara digital… Necesitamos esas fotos. Me gustaría saber, documentalmente, lo que pasó durante esa cena, cómo estaban distribuidos en la mesa, lo que bebieron y comieron, quién estaba cerca, cómo estaban vestidos, todos los pormenores pueden ser relevantes…
Hablando de ropa, ¿sabes que el padre de la niña se arrodilló en el suelo delante de la GNR pidiendo ayuda, cuando llegó?
¿Un hombre que aparenta ser tan frio y equilibrado, que comienza el día abriendo personas y se desequilibra emocionalmente de ese modo?
O quizás intentaba ensuciar los pantalones…
¿Para qué? (…)
Durante la narración del libro, queda claro que NUNCA apareció en la cámara digital de NINGUNO de los Tapas una fotografía hecha “por la noche”. Algo que siempre extrañó a la PJ.