Por Carlos Anjos, presidente de la Comisión de protección de víctimas de delitos
13 junio 2014
Si existieran dudas en cuanto a la investigación de la PJ, he aquí que la policía inglesa ha venido a darle credibilidad. La investigación que hemos visto durante estas dos semanas, si es que se puede llamar investigación, fue, como mínimo, surrealista. Viendo a Andy Redwood, sentí nostalgia de Gonçalo Amaral.
La policía inglesa no tenía ni idea de lo que hacía, además de gastar dinero –en dos años ya ha gastado 8 millones de euros, el presupuesto operacional de la PJ de un año. En dos semanas, nos han dicho que Maddie fue secuestrada por un abusador que se acostaba en la cama con las menores. Como la niña se despertó, la mató y enterró.
Poco después, fueron tres portugueses, aunque podrían ser seis, que andaban asaltando. Maddie se despertó y la mataron y enterraron. Después, durante las búsquedas, encontraron dos plantas de cannabis y, entonces, he aquí que Maddie fue asesinada por traficantes que iban a asaltar su casa.
Hecho objetivo: los ingleses no tienen dudas de que existió un robo.
Problema: no hay entrada con fuerza, las puertas estaban cerrada y nada fue robado.
¿Entonces, cómo entraron? Otro misterio.
Y se fueron como vinieron, después de esta lamentable imagen.
© Traducción de Mercedes
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