3 de mayo de 2010

Caso Madeleine McCann - "Pop goes the weasel"

McCann Files

EXCLUSIVA para mccannfiles.com

Por Dr. Martin Roberts
29 April 2010

POP GOES THE WEASEL*


¿Está por fin la burbuja de los McCann lista para reventar? Dada la acusación de los McCann de inercia por parte de los investigadores de la policía en Portugal y Reino Unido, el único recurso que les queda a ellos, los McCann, parece que es, la globalización de la “marca Madeleine”. Hay, después de todo, un límite al número de estratagemas que cualquier empresa puede utilizar para incrementar sus ingresos: reducir costos, subir precios o ampliar mercado. El falso argumento “pay peanuts, get monkeys” (“paga cacahuetes (una miseria), tendrás monos”) tan frecuentemente recitado en defensa de la remuneración de ejecutivos, y más recientemente por el sector de la banca, en este caso, más bien no favorece la opción (a), mientras que subir los precios de camisetas y pulseritas no iría demasiado bien cara a las RP; por lo tanto el plan (c) es el favorito.

“Nos hemos focalizado en áreas específicas del mundo para ayudar más a nuestra búsqueda” anuncia el asistente personal del Director (es bastante revelador, por cierto, descubrir cómo muchos AP’s consiguen sus exaltados puestos como resultado de una promoción horizontal). Sin embargo, las actas de esta Junta contienen contradicciones notables.

“El caso judicial en Portugal durante los pasados diez meses, que condujo a la medida cautelar contra el libro y DVD de Gonçalo Amaral, ha sido un paso hacia delante significativo.

“El daño causado en Portugal, por este libro y “documental”, a nuestros esfuerzos para encontrar a Madeleine pueden no haber sido aparentes en Reino Unido pero nosotros creemos que ha sido muy perjudicial.”



Mientras que la difamación es absolutamente, perjudicial, en este caso, es acumulativa. Nuestro Oscar no esperó durante más de un año antes de llamar a su adversario para dar su versión (aunque, con el beneficio de la retrospectiva, él podría haber deseado que lo hubiéramos hecho). Claramente los McCann fueron aconsejados que sería mejor permitir que se acumulara algo de perjuicio antes de hacer algo sobre la difamación. Nada de “nipping it in the bud” (poner fin a algo antes de que se convierta en algo mayor) para ellos.

Durante un período de la historia los portugueses fueron los navegantes del mundo, con más que unas cuantas colonias que mostrar por sus esfuerzos. Que los extensos antiguos territorios portugueses se hubieran visto influenciados por las opiniones de Gonçalo Amaral, alentando o desalentando a los ciudadanos a que buscaran a Madeleine, es improbable, Madeleine en el este de África o en cualquier otro lugar vagamente tropical es, de todos modos, una apuesta arriesgada, dado que no hay absolutamente ninguna prueba de que fuese “llevada” de Praia da Luz, mucho menos de Portugal.

Entonces ¿qué es eso de la focalización en áreas del mundo, cuando se compara con la preocupación primordial que es, la opinión pública en Portugal? Bueno, un yen es tan bueno como un dólar para el economista ciego. Lo que quieren los McCann no es la vigilancia de la gente sino su dinero, para pagar al equipo de búsqueda de dos hombres que ya está sobre el terreno y, más importante aun, los gastos de los directores de la campaña. Para que la gente done a una buena causa, ellos por lo menos deben dar la impresión de que es una buena causa, y el libro crítico de Gonçalo Amaral era simplemente mala publicidad, incluso en Portugal. Hubiese sido incluso peor publicidad si lo hubiera publicado en inglés, tal como estaba a punto de suceder antes de que los McCann consiguieran su medida cautelar.

“Nosotros no creemos que esté bien, que como padres, debamos llevar a cabo la búsqueda”, dice Gerry, pero siendo ese el caso, entonces alguien tiene que pagarlo ¿verdad?

Por una vez estoy de acuerdo con Gerry. No está bien que los McCann tengan que llevar a cabo una búsqueda – ninguna búsqueda. Pero lo están haciendo porque las fuerzas de seguridad de dos naciones han, según nos han dado a entender, decidido previamente que no está bien que ellos lleven a cabo una búsqueda tampoco. Entonces pregunto ¿cuál habrá sido la base para estas decisiones previas? ¿Han adoptado también los británicos el punto de vista de los portugueses, de que la “búsqueda” de Madeleine es inútil? ¿o debemos suponer que, al igual que en algún plano tridimensional de una partida de ajedrez, la desaparición de una niña de su cama es un rompecabezas de tal complejidad que derrota la inteligencia conjunta de un puñado de agencias de investigación (teniendo en cuenta el hecho de que algunas de estas agencias estaba más predispuesta a contribuir que otras)?

Claramente, lo que necesitan las fuerzas de seguridad del mundo entero a fin de maximizar su efectividad es subcontratar a un médico de cabecera, o dos:

“La Sra. McCann, una médico de cabecera que abandonó el trabajo para concentrarse en la búsqueda de Madeleine, dijo: “”Esto lo hacemos en medicina. Tú sabes, si hay un caso que parece que no consigues diagnosticar, alguien vendrá y lo revisará. Volverán a la primera casilla… y ahí es donde encuentras qué más debe hacerse y te ayudará a ponerte en la dirección correcta.”

Desgraciadamente, aquellos “que no consiguen ser diagnosticados” en este caso son los camilleros del futuro. Sin duda el paciente sabía qué le ocurría y los diagnósticos estaban de acuerdo. En cualquier caso, parece ser que los médicos tienen un problema para ser coherentes entre ellos.

Ella (Kate McCann) dijo: “Yo no lo esperaba porque todo lo que podía ver era que nuestra hija ha sido llevada y está siendo sometida a algo aterrador.”

Tal como dicen en findmadeleine.com: “No hay absolutamente nada que sugiera que Madeleine ha sido dañada” (solo “siendo sometida a algo aterrador,” lo que, para una niña pequeña, es un ápice más dañino que ser testigo de algo aterrador que le sucede a otra persona).

Pero, por lo menos, estos médicos, comparten un grado de coherencia. Ellos confían sistemáticamente en los medios de comunicación para desambiguar sus múltiples declaraciones no-comprometidas, y para emplear construcciones seleccionadas de la Escuela de Inglés de Madison Avenue, hasta el punto de que sus dos hijos restantes están siendo educados con la misma lógica evasiva:

Gerry dijo: “Ellos creen que fue un hombre quien se la llevó. Fue un hombre malo y debemos intentar encontrarlos. Así que parte de lo que ellos dicen es que mamá está trabajando para intentar ayudar a encontrar a Madeleine.”

No “a encontrar”, ni “ayudar encontrar”, sino “intentar ayudar a encontrar.” De ahí que cualquier fallo en el intento al menos elimina una de las tareas en cuestión. Mamá está capitalizando claramente toda la experiencia previa que ha ganado al “ayudar a vencer los síntomas de…”

Ni tampoco hay una lógica tan difusa como la de Gerry McCann. El siguiente comentario, hecho recientemente a Lorraine Kelly y citado en el periódico The Sun, no fue realizado en el contexto de un dialogo sobre el tema del abandono ni nada parecido:

“Pero yo creo que probablemente, más que nada, yo diría que si pudiéramos volver atrás y cambiar lo que ocurrió entonces obviamente no lo hubiéramos hecho.”

De esto uno solo puede inferir que los McCann en persona hicieron lo que fuera que “sucedió”.

En relación a la producción de un pack para turistas británicos que viajen al extranjero, Gerry dijo: “Se trata de mantener su imagen ahí fuera. Quién sabe quien acabará viéndola. Pero si no tiene una imagen suya ahí fuera es menos probable.”

Bueno, no es de extrañar que los médicos se encuentran repetidamente “volviendo a la casilla uno” si esto es una indicación de su perspicacia. La probabilidad de que Madeleine McCann sea “vista” por alguien en absoluto está tan relacionada con la distribución de su fotografía como lo está con la hora a la que usted o yo pudiéramos levantarnos por la mañana. “Reconocida”, tal vez. Pero eso no es lo que dice Gerry.

Sin embargo, el galardón al “engaño de la semana” pertenece, en esta ocasión, a Kate McCann, y su respuesta a la inevitable pregunta de Lorraine Kelly de si ellos realmente pensaban que Madeleine aun estaba viva.

Kate dijo: “Sin duda, en mi corazón, siento que ella está ahí fuera.

“No hay nada que diga que no lo está. Así que nosotros seguimos adelante trabajando y pensando así.”

En lugar de discutir, nuevamente, la propia yuxtaposición de Gerry McCann de las frases “ahí fuera” y “viva”, podríamos centrar nuestra atención en la significante omisión de Kate del complemento, “viva”, y recordar la aserción previa de Kate, según consta en el Sunday Mirror de 5 de agosto de 2007:

“Nunca pensé ni por un segundo que había salido por su propio pie. Yo sabía que alguien había estado en el apartamento por la forma en que se dejó.

“Pero yo sabía que ella no saldría de ningún modo. No había ni una sombra de duda en mi cabeza de que había sido llevada.”

No hay duda alguna. Madeleine había sido llevada (de allí) y por lo tanto estaba “ahí fuera”. Tres años después y la única certeza que Kate McCann parece ser capaz de expresar es que, en su corazón (ya no en su cabeza) ella “siente” que Madeleine está “ahí fuera”.

¿Cómo, en nombre del cielo puede Kate McCann no estar segura que su hija está “ahí fuera”? Habiendo sido exportada del apartamento vacacional, ¿en qué otra parte podría estar? Por supuesto que está “ahí fuera”. Lo que está sin determinar es si está “ahí fuera viva”. Así que, salvo que o hasta que esto sea establecido, más allá de cualquier duda razonable, que Madeleine McCann no está ahí fuera, la operación “búsqueda de Madeleine” puede continuar, dirigida/planeada desde un Cuartel General en un barrio cualquiera de Reino Unido (Knutsford, Cheshire según dicen todos) donde un equipo de dos hombres puede coordinar la campaña internacional (no global), cuando no están muy ocupados explorando, evaluando y persiguiendo su recientemente adquirido expediente lleno de “pistas”, algo que, por supuesto, ni las fuerzas de seguridad portuguesas ni británicas están especialmente interesadas en hacer. Que es exactamente de donde partimos.

Half a pound of tuppenny rice...*

Traducción de Mercedes



Half a pound for tupenny rice,
Half a pound for treacle
That's the way the money goes,
Pop, goes the weasel