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Lusa
24 de Novembro de 2008, 14:22
Faro, 24 Nov (Lusa) - El psicólogo Paulo Sargento admitió hoy en el tribunal, durante la quinta sesión del juicio por la supuesta agresión a Leonor Cipriano, que es la demandante en este proceso, tiene características psicopáticas y propensión al suicidio.
El proceso de la supuesta agresión a Leonor Cipriano por inspectores de la Policía Judiciaria (PJ), está relacionado con el denominado “caso Joana”, que remonta al 12 de septiembre de 2004, día en el que niña, de ocho años, desapareció de la aldea de Figueira, Pormitmão, Algarve.
Según Paulo Sargento, especialista en psicología legal y responsable del informe pericial del Instituto de Medicina Legal sobre la madre de Joana, realizado después de la desaparición de la niña, este documento indica que la demandante en este proceso es una persona con características “psicopáticas”, “frialdad afectiva”, “con rasgos de baja socialización”, con “propensión para mentir y fantasear”, con “rasgos de omnipresencia” y que “no respeta el bienestar de los demás”.
El psicólogo dice también que se puede clasificar a Leonor Cipriano como una persona “agresiva”, “sin valores”, “hipócrita” y que no le preocupa la verdad”.
Durante la sesión del juicio, el abogado del arguido Gonçalo Amaral le preguntó al psicólogo Paulo Sargento si una persona con las características de Leonor Cipriano “podría intentar suicidarse”, a lo que el especialista respondió que sí y que la madre de Joana tenía “propensión al suicidio”.
El abogado de Gonçalo Amaral, António Cabrita, pidió al tribunal que la declaración prestada por el testigo Paulo Sargento fuese entendida como “objeto de prueba” al haber “demostrado conocimiento directo sobre los hechos”.
En declaraciones a los periodistas a la salida de la sesión de la mañana, el jurista José Preto, miembro de la ACED (Asociación Contra la Exclusión del Desarrollo), dijo que el informe técnico realizado a Leonor Cipriano fue hecho en el momento en que ella era arguida y no demandante” y por ese motivo restó valor a su “parecer”, diciendo que siempre habría una “duda procesal”, porque el resultado es una “probabilidad”.
En la lista de testigos también fue oída hoy Osvalda Conselos, reclusa del Establecimiento Penitenciario de Odemira en el momento en que Leonor Cipriano estaba en prisión preventiva en el mismo lugar, y dijo ante el tribunal que cuando Leonor Cipriano llegó a la cárcel con las lesiones siempre dijo que “se había caído por la escalera”.
Preguntada por el juez sobre si alguna vez había oído a Leonor Cipriano comentar que iba a pedir una indemnización por las supuestas lesiones, Osvalda Conselos recordó que llegó a escuchar de boca de Leonor: “¡Yo me caí por la escalera, ahora voy a decir que dieron una paliza!”
Las acusaciones del Ministerio Público contra cinco inspectores y ex inspectores de la Judiciaria surgieron durante los interrogatorios en la PJ de Faro en 2004, momento en el que Leonor apareció con lesiones en la cara y en el cuerpo en el Establecimiento Penitenciario de Odemira, donde estaba en prisión preventiva.
Tres inspectores son acusados del crimen de tortura, uno es acusado de no haber prestado auxilio y de omisión de denuncia y un quinto es acusado de falsificación de documento.
La madre de Joana, Leonor Cipriano, y el tío, João Cipriano (ambos hermanos), están condenados por el Tribunal Supremo a 16 años de prisión cada uno, por los crímenes de homicidio y ocultación del cadáver de la niña.
El juicio prosigue hoy por la tarde y continuará el próximo jueves, día 27.
Faro, 24 Nov (Lusa) - El psicólogo Paulo Sargento admitió hoy en el tribunal, durante la quinta sesión del juicio por la supuesta agresión a Leonor Cipriano, que es la demandante en este proceso, tiene características psicopáticas y propensión al suicidio.
El proceso de la supuesta agresión a Leonor Cipriano por inspectores de la Policía Judiciaria (PJ), está relacionado con el denominado “caso Joana”, que remonta al 12 de septiembre de 2004, día en el que niña, de ocho años, desapareció de la aldea de Figueira, Pormitmão, Algarve.
Según Paulo Sargento, especialista en psicología legal y responsable del informe pericial del Instituto de Medicina Legal sobre la madre de Joana, realizado después de la desaparición de la niña, este documento indica que la demandante en este proceso es una persona con características “psicopáticas”, “frialdad afectiva”, “con rasgos de baja socialización”, con “propensión para mentir y fantasear”, con “rasgos de omnipresencia” y que “no respeta el bienestar de los demás”.
El psicólogo dice también que se puede clasificar a Leonor Cipriano como una persona “agresiva”, “sin valores”, “hipócrita” y que no le preocupa la verdad”.
Durante la sesión del juicio, el abogado del arguido Gonçalo Amaral le preguntó al psicólogo Paulo Sargento si una persona con las características de Leonor Cipriano “podría intentar suicidarse”, a lo que el especialista respondió que sí y que la madre de Joana tenía “propensión al suicidio”.
El abogado de Gonçalo Amaral, António Cabrita, pidió al tribunal que la declaración prestada por el testigo Paulo Sargento fuese entendida como “objeto de prueba” al haber “demostrado conocimiento directo sobre los hechos”.
En declaraciones a los periodistas a la salida de la sesión de la mañana, el jurista José Preto, miembro de la ACED (Asociación Contra la Exclusión del Desarrollo), dijo que el informe técnico realizado a Leonor Cipriano fue hecho en el momento en que ella era arguida y no demandante” y por ese motivo restó valor a su “parecer”, diciendo que siempre habría una “duda procesal”, porque el resultado es una “probabilidad”.
En la lista de testigos también fue oída hoy Osvalda Conselos, reclusa del Establecimiento Penitenciario de Odemira en el momento en que Leonor Cipriano estaba en prisión preventiva en el mismo lugar, y dijo ante el tribunal que cuando Leonor Cipriano llegó a la cárcel con las lesiones siempre dijo que “se había caído por la escalera”.
Preguntada por el juez sobre si alguna vez había oído a Leonor Cipriano comentar que iba a pedir una indemnización por las supuestas lesiones, Osvalda Conselos recordó que llegó a escuchar de boca de Leonor: “¡Yo me caí por la escalera, ahora voy a decir que dieron una paliza!”
Las acusaciones del Ministerio Público contra cinco inspectores y ex inspectores de la Judiciaria surgieron durante los interrogatorios en la PJ de Faro en 2004, momento en el que Leonor apareció con lesiones en la cara y en el cuerpo en el Establecimiento Penitenciario de Odemira, donde estaba en prisión preventiva.
Tres inspectores son acusados del crimen de tortura, uno es acusado de no haber prestado auxilio y de omisión de denuncia y un quinto es acusado de falsificación de documento.
La madre de Joana, Leonor Cipriano, y el tío, João Cipriano (ambos hermanos), están condenados por el Tribunal Supremo a 16 años de prisión cada uno, por los crímenes de homicidio y ocultación del cadáver de la niña.
El juicio prosigue hoy por la tarde y continuará el próximo jueves, día 27.
CCM.
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Traducción de Mercedes