Duarte Levy..
Termina mañana en el Tribunal de Faro, con la lectura de lo acordado por el juez presidente, el juicio contra los cinco inspectores y ex inspectores de la Policía Judiciaria (PJ) – entre los cuales figura Gonçalo Amaral – acusados de una supuesta agresión a Leonor Cipriano.
Después de la deliberación del tribunal con jurado sobre la sentencia de los cinco arguidos y pasados ocho meses desde la fecha de inicio del juicio –el 27 de octubre de 2008- se llega así al final de uno de los procesos más atípicos de la justicia portuguesa.
Fueron necesarias 14 sesiones para llegar al final de un proceso donde está implicado hasta el mismo Colegio de Abogados, lo que impidió que su Presidente fuese escuchado sobre el origen de la autenticidad de las imágenes que supuestamente testimoniaban la agresión.
A pesar de que la propia Leonor Cipriano confirmó en la primera sesión del juicio que no sabía quién eran los autores de su supuesta agresión, el Ministerio Público, después de que el proceso hubiera estado “adormecido” durante años, decidió avanzar con la acusación contra esos cinco profesionales de la PJ.
Los Magistrados implicados en el proceso llegaron a adimitir “no saber quien eran los inspectores a acusar”, lo que no impidió al Ministerio Público constituir arguidos a los cinco inspectores y ex inspectores de la Policía Judiciaria: tres están acusados de un delito de tortura, uno por falso testimonio y omisión de denuncia y un quinto por un delito de falsificación de documento público.
Los cinco arguidos son: Paulo Pereira Cristóvão, conocido por capturar a de las bandas de CREL y del Multibanco II; Leonel Marques, investigador de los casos de terrorismo de las FP25 y de las Brigadas Revolucionarias, Paulo Marques Bom, del “caso Passerelle”; Nunes Cardoso, de la unidad de lucha contra la delincuencia en Lisboa; y Gonçalo Amaral, ex coordinador del departamento de Investigación Criminal de la PJ de Portimão.
El último intento para influir en la deliberación del tribunal
Durante las últimas semanas, Marcos Aragão Correia –el abogado de Leonor Cipriano- hizo todo lo posible para mantener el caso en los medios de comunicación: primero el abogado sirvió de intermediario para que Leonor pudiera dar una entrevista desde el interior del establecimiento penitenciario y, cuatro días antes de la lectura del acuerdo, solicitó la apertura de una nueva investigación sobre la desaparición de Joana y la absolución de la madre de la niña.
El abogado, conocido por su relación con el caso Madeleine McCann y por sus polémicas maniobras durante el proceso, obtuvo una confesión escrita de puño y letra del hermano de Leonor, João Cipriano, en la que este admite haber vendido a Joana.
También él cumple una pena de prisión en el marco del caso Joana, João Cipriano habría sido forzado a escribir esa confesión después de que el abogado le hubiera hecho creer que iba a ser asesinado en el interior de la prisión por los supuestos compradores de la niña.
Inspectores abandonan denuncia contra Leonor
En noviembre de 2005, después de un proceso donde “los inspectores siempre fueron tratados (por el DIAP) como arguidos y nunca como demandantes”, los diez profesional de la PJ que estuvieron implicados en la investigación del caso Joana acabaron por desistir de una demanda por difamación contra Leonor Cipriano por haberlo acusado esta de una agresión durante los interrogatorios.
Después de las acusaciones realizadas por la madre de Joana, los inspectores fueron sujetos a un proceso de reconocimiento aunque ninguno fue identificado por Leonor Cipriano como autor de la supuesta agresión:
* Durante el juicio del caso Joana, tres inspectores fueron llamados a prestar declaración y Leonor Cipriano nunca los señaló como los autores de la supuesta agresión;
* Un inspector con 58 años fue automáticamente retirado del proceso dado el hecho de que los autores de la supuesta agresión –según Leonor- tendrían edades comprendidas entre los 30 y los 38 años.
* Leonor exculpó a dos inspectores que realizaban su traslado entre el Establecimiento Penitenciario de Odemira y Portimão.
* Los restantes cuatro inspectores, Leonor Cipriano apenas reconoció a dos, confirmando mientras tanto que estos nunca la habían agredido.
En 2005, a pesar de haber sido confrontada con todos los inspectores de la PJ que participaron en la investigación, Leonor Cipriano nunca identificó a ninguno de ellos como el autor de la supuesta agresión. Hecho que llevó en aquel momento al abogado António Colaço a informar a la jueza encargada del proceso que los inspectores había decidido desistir de su demanda contra Leonor Cipriano, así como las demandas presentadas contra el Expresso y el autor de la noticias sobre la supuesta agresión, el actual presidente del Colegio de Abogados, Marinho Pinto.
Duarte Levy
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
Termina mañana en el Tribunal de Faro, con la lectura de lo acordado por el juez presidente, el juicio contra los cinco inspectores y ex inspectores de la Policía Judiciaria (PJ) – entre los cuales figura Gonçalo Amaral – acusados de una supuesta agresión a Leonor Cipriano.
Después de la deliberación del tribunal con jurado sobre la sentencia de los cinco arguidos y pasados ocho meses desde la fecha de inicio del juicio –el 27 de octubre de 2008- se llega así al final de uno de los procesos más atípicos de la justicia portuguesa.
Fueron necesarias 14 sesiones para llegar al final de un proceso donde está implicado hasta el mismo Colegio de Abogados, lo que impidió que su Presidente fuese escuchado sobre el origen de la autenticidad de las imágenes que supuestamente testimoniaban la agresión.
A pesar de que la propia Leonor Cipriano confirmó en la primera sesión del juicio que no sabía quién eran los autores de su supuesta agresión, el Ministerio Público, después de que el proceso hubiera estado “adormecido” durante años, decidió avanzar con la acusación contra esos cinco profesionales de la PJ.
Los Magistrados implicados en el proceso llegaron a adimitir “no saber quien eran los inspectores a acusar”, lo que no impidió al Ministerio Público constituir arguidos a los cinco inspectores y ex inspectores de la Policía Judiciaria: tres están acusados de un delito de tortura, uno por falso testimonio y omisión de denuncia y un quinto por un delito de falsificación de documento público.
Los cinco arguidos son: Paulo Pereira Cristóvão, conocido por capturar a de las bandas de CREL y del Multibanco II; Leonel Marques, investigador de los casos de terrorismo de las FP25 y de las Brigadas Revolucionarias, Paulo Marques Bom, del “caso Passerelle”; Nunes Cardoso, de la unidad de lucha contra la delincuencia en Lisboa; y Gonçalo Amaral, ex coordinador del departamento de Investigación Criminal de la PJ de Portimão.
El último intento para influir en la deliberación del tribunal
Durante las últimas semanas, Marcos Aragão Correia –el abogado de Leonor Cipriano- hizo todo lo posible para mantener el caso en los medios de comunicación: primero el abogado sirvió de intermediario para que Leonor pudiera dar una entrevista desde el interior del establecimiento penitenciario y, cuatro días antes de la lectura del acuerdo, solicitó la apertura de una nueva investigación sobre la desaparición de Joana y la absolución de la madre de la niña.
El abogado, conocido por su relación con el caso Madeleine McCann y por sus polémicas maniobras durante el proceso, obtuvo una confesión escrita de puño y letra del hermano de Leonor, João Cipriano, en la que este admite haber vendido a Joana.
También él cumple una pena de prisión en el marco del caso Joana, João Cipriano habría sido forzado a escribir esa confesión después de que el abogado le hubiera hecho creer que iba a ser asesinado en el interior de la prisión por los supuestos compradores de la niña.
Inspectores abandonan denuncia contra Leonor
En noviembre de 2005, después de un proceso donde “los inspectores siempre fueron tratados (por el DIAP) como arguidos y nunca como demandantes”, los diez profesional de la PJ que estuvieron implicados en la investigación del caso Joana acabaron por desistir de una demanda por difamación contra Leonor Cipriano por haberlo acusado esta de una agresión durante los interrogatorios.
Después de las acusaciones realizadas por la madre de Joana, los inspectores fueron sujetos a un proceso de reconocimiento aunque ninguno fue identificado por Leonor Cipriano como autor de la supuesta agresión:
* Durante el juicio del caso Joana, tres inspectores fueron llamados a prestar declaración y Leonor Cipriano nunca los señaló como los autores de la supuesta agresión;
* Un inspector con 58 años fue automáticamente retirado del proceso dado el hecho de que los autores de la supuesta agresión –según Leonor- tendrían edades comprendidas entre los 30 y los 38 años.
* Leonor exculpó a dos inspectores que realizaban su traslado entre el Establecimiento Penitenciario de Odemira y Portimão.
* Los restantes cuatro inspectores, Leonor Cipriano apenas reconoció a dos, confirmando mientras tanto que estos nunca la habían agredido.
En 2005, a pesar de haber sido confrontada con todos los inspectores de la PJ que participaron en la investigación, Leonor Cipriano nunca identificó a ninguno de ellos como el autor de la supuesta agresión. Hecho que llevó en aquel momento al abogado António Colaço a informar a la jueza encargada del proceso que los inspectores había decidido desistir de su demanda contra Leonor Cipriano, así como las demandas presentadas contra el Expresso y el autor de la noticias sobre la supuesta agresión, el actual presidente del Colegio de Abogados, Marinho Pinto.
Duarte Levy
Traducción de Mercedes
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