Jornal de Notícias
ANTONIO SOARES
El tribunal de Portimão aceptó el recurso de revisión extraordinaria de la sentencia que condenó a Leonor Cipriano a 16 años de prisión por la muerte de su hija, Joana. In extremis, el juicio podría ser anulado y efectuado de nuevo.
El abogado de Leonor Cipriano, Marcos Aragão Correia, justificó el recurso con la existencia de nuevos hechos que suscitan “graves dudas sobre la justicia de la condena”, tal como es determinado por el Código de Proceso Penal.
Uno de estos hechos es la supuesta confesión firmada, en mayo pasado, por el hermano de Leonor –João, que también fue condenado a 16 años de prisión por la muerte de Joana- según la cual este admitía haber intentado vender a la niña. Joana desapareció el 12 de septiembre de 2004, del pueblo de Figueira. El cuerpo nunca fue encontrado.
Anteriormente, en enero, Leonor Cipriano también había negado su implicación en la muerte de su hija. Según esta versión, habría sido João Cipriano quien mató a Joana, después de un intento fallido para venderla.
Por otra parte, el abogado también considera fundamental para la revisión del caso el hecho de haber quedado probado ante un tribunal que Leonor fue agredida en las instalaciones de la Policía Judiciaria de Faro y obligada a confesar el crimen (Inciso: La “supuesta” agresión se produjo días después de que Leonor Cipriano confesara “en presencia de su abogada”)
Cinco inspectores y ex inspectores de la PJ, entre los cuales Gonçalo Amaral, que se hizo conocido después de haber estado al frente de la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann, fueron juzgados, aunque no se probó quien fue el responsable de las agresiones a Leonor Cipriano. Tres de ellos fueron absueltos de la acusación de tortura. Gonçalo Amaral fue condenado a un año y medio de prisión con pena suspendida por falso testimonio. (Inciso: Algo que jurídicamente es bastante improbable, ya que en el momento de esa declaración el Sr. Amaral ya había sido nombrado “arguido” por lo tanto el “falso testimonio no ha lugar”)
Entre tanto, el Ministerio Público acusó de nuevo, aunque esta vez por tortura en coautoría, al ex responsable de la PJ. Según la acusación, la víctima fue Leandro Silva, compañero de Leonor Cipriano. El caso habría ocurrido en la PJ de Portimão, durante un interrogatorio, en el marco de la investigación del caso Joana.
Después de la decisión favorable del tribunal de Portimão el caso pasará ahora al Tribunal Supremo, que podría determinar la anulación del primer juicio y ordenar la realización de uno nuevo para que sean tenidos en cuenta los “nuevos hechos”.
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
ANTONIO SOARES
El tribunal de Portimão aceptó el recurso de revisión extraordinaria de la sentencia que condenó a Leonor Cipriano a 16 años de prisión por la muerte de su hija, Joana. In extremis, el juicio podría ser anulado y efectuado de nuevo.
El abogado de Leonor Cipriano, Marcos Aragão Correia, justificó el recurso con la existencia de nuevos hechos que suscitan “graves dudas sobre la justicia de la condena”, tal como es determinado por el Código de Proceso Penal.
Uno de estos hechos es la supuesta confesión firmada, en mayo pasado, por el hermano de Leonor –João, que también fue condenado a 16 años de prisión por la muerte de Joana- según la cual este admitía haber intentado vender a la niña. Joana desapareció el 12 de septiembre de 2004, del pueblo de Figueira. El cuerpo nunca fue encontrado.
Anteriormente, en enero, Leonor Cipriano también había negado su implicación en la muerte de su hija. Según esta versión, habría sido João Cipriano quien mató a Joana, después de un intento fallido para venderla.
Por otra parte, el abogado también considera fundamental para la revisión del caso el hecho de haber quedado probado ante un tribunal que Leonor fue agredida en las instalaciones de la Policía Judiciaria de Faro y obligada a confesar el crimen (Inciso: La “supuesta” agresión se produjo días después de que Leonor Cipriano confesara “en presencia de su abogada”)
Cinco inspectores y ex inspectores de la PJ, entre los cuales Gonçalo Amaral, que se hizo conocido después de haber estado al frente de la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann, fueron juzgados, aunque no se probó quien fue el responsable de las agresiones a Leonor Cipriano. Tres de ellos fueron absueltos de la acusación de tortura. Gonçalo Amaral fue condenado a un año y medio de prisión con pena suspendida por falso testimonio. (Inciso: Algo que jurídicamente es bastante improbable, ya que en el momento de esa declaración el Sr. Amaral ya había sido nombrado “arguido” por lo tanto el “falso testimonio no ha lugar”)
Entre tanto, el Ministerio Público acusó de nuevo, aunque esta vez por tortura en coautoría, al ex responsable de la PJ. Según la acusación, la víctima fue Leandro Silva, compañero de Leonor Cipriano. El caso habría ocurrido en la PJ de Portimão, durante un interrogatorio, en el marco de la investigación del caso Joana.
Después de la decisión favorable del tribunal de Portimão el caso pasará ahora al Tribunal Supremo, que podría determinar la anulación del primer juicio y ordenar la realización de uno nuevo para que sean tenidos en cuenta los “nuevos hechos”.
Traducción de Mercedes
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