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Por NICK PISA para MAILONLINE
9 de mayo de 2022 | 16:31 BST
Los padres de Madeleine McCann descubrirán más adelante este
año si ganaron su batalla legal contra un ex detective portugués que sugirió
que ellos eran los responsables de la desaparición de su hija.
Han presentado una apelación ante el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos en la ciudad francesa de Estrasburgo después de que el Tribunal
Supremo de Portugal desestimara su larga demanda por difamación contra Amaral,
quien sugirió que estaban involucrados en su desaparición.
Inicialmente habían ganado la primera vuelta y se otorgó una
medida cautelar para evitar más ventas del libro, que fue escrito por Amaral,
quien fue retirado de la investigación tras una carrera policial de 27 años.
Más tarde apeló la decisión y después de años de litigio,
que en un momento también involucró que pagara a los McCann £429,000 en
compensación, ganó el caso en 2017.
Esto fue después de que el Tribunal Supremo portugués
dictaminara que tenía derecho a la “libertad de expresión”, pero en una última
tirada de dados, los McCann acudieron de inmediato al Tribunal Europeo de
Derechos Humanos y han estado esperando desde entonces una decisión. (Inciso:
cualquier parecido con la realidad de cómo se sucedieron los hechos es pura
coincidencia)
Técnicamente, el caso que está considerando el Tribunal de
Estrasburgo es contra Portugal y la justicia portuguesa, y no contra el propio
Amaral.
Si los McCann pierden, podrían verse obligados a pagar unas
costas considerables.
Incluso puede significar que tengan que meter la mano en la
cuenta del fondo, Madeleine's Fund: Leaving No Stone Unturned, que según
el último balance tiene un saldo de £931,500. (Inciso: no sería la primera
vez. De este mismo fondo pagaron una parte de la hipoteca de su casa, el alquiler
de la villa a la que se trasladaron cuando dejaron el apartamento del Ocean
Club, los viajes y hoteles de cinco estrellas en los que se alojaban cuando iban
a Lisboa para las audiencias…)
Los documentos presentados en el Tribunal muestran que Kate
y Gerry afirman que las acusaciones en su libro y un documental posterior “infringieron
su derecho al respeto por su vida privada y su derecho a la presunción de
inocencia”.
Se quejaron de que el fallo portugués no tuvo en cuenta los
criterios establecidos en la jurisprudencia y los jueces del Tribunal de
Estrasburgo enviaron cuestionarios detallados al estado portugués solicitando a
los McCann más observaciones y si era posible un acuerdo extrajudicial.
Una fuente en Estrasburgo dijo que los portugueses habían
rechazado la oferta y otros documentos del caso revelan que Amaral ganó más de £350.000
con el libro y el DVD, más otras £20.000 de varias entrevistas en televisión y
periódicos.
En su argumento, la pareja detalla el dolor por el que han
pasado desde que Madeleine, de tres años, desapareció durante unas vacaciones
familiares en Praia da Luz, en la costa portuguesa del Algarve, en mayo de
2007.
Continúan describiendo la angustia que soportaron después de
que la policía portuguesa los nombrara sospechosos o ‘arguidos’ unos meses
después de su desaparición.
Los abogados dicen que el libro de Amaral “incriminaba a
ciudadanos inocentes, acusados de crímenes terribles que nunca cometieron”.
Continúa diciendo que están tratando de “proteger no solo su
reputación sino también la de la niña”.
También dicen que el libro de Amaral era “extravagante” y “dañó
la buena reputación” de la familia McCann.
Amaral argumentó en su defensa que las acusaciones del libro
provenían de su investigación y la de su equipo. (Inciso: lo que argumentó
su abogado es que toda la información contenida en el libro constaba en el
sumario que ya era público en la fecha en la que el libro fue lanzado. Por lo
tanto, si el libro dañó su reputación, también lo hizo en la misma medida ese
sumario).
El año pasado, Amaral escribió un libro de seguimiento
llamado, Maddie: Basta de Mentiras, en el que dice que el principal sospechoso
Christian Brueckner, quien fue nombrado en 2020 por la policía alemana como el
hombre responsable de su secuestro y “asesinato”, era simplemente un chivo
expiatorio.
Dice que los investigadores alemanes han convertido al
violador y pedófilo convicto, Brueckner, en un “Frankenstein creado por el
hombre” y los acusa de un trabajo fallido como parte de su “deseo desacreditado”
de vincular a Brueckner, 45 años, con el crimen.
En el libro de 294 páginas también volvió a repetir su
teoría de que los McCann, de Rothley, Leicestershire, eran los responsables,
pero siempre lo han negado rotundamente.
Un portavoz del Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dijo
a MailOnline: “La solicitud está programada para ser examinada en el primer
semestre de 2022, y se espera un fallo antes de que finalice el verano.”
Las autoridades dijeron que los abogados de ambas partes
estarían al tanto de los plazos y que nadie tendría que declarar en persona
ante el Tribunal a menos que el panel lo solicitara específicamente.
© Traducción de Mercedes
Dice la sentencia del Tribunal de Apelaciones:
ResponderEliminarEl autor describe detalladamente varios hechos y circunstancias que desde el inicio de la investigación no eran coherentes entre sí, originando conclusiones contradictorias.
En el despacho de archivo suscrito por dos Magistrados del Ministerio Público, se escribe que: “Del análisis del conjunto de declaraciones prestadas se hizo evidente la existencia de importantes detalles no entendidos e integrados totalmente, los cuales necesitarían ser testados y concatenados en el propio lugar de los hechos, estudiando los aparentes desencuentros y faltas de sintonía, cuando no divergencias, en diligencia procesal propia para este efecto, que era la reconstitución, que no fue posible realizar, a pesar de todo el empeño manifestado por el Ministerio Público y la PJ a este propósito…”
(...)
... las autoridades portuguesas Ministerio Público y PJ, intentaron llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, todo hicieron e intentaron, aunque por indisponibilidad del matrimonio McCann y sus amigos, que no comparecieron, la diligencia no pudo ser realizada y esos hechos quedaron sin esclarecer.
A ese propósito se escribe en el despacho final que “(…) no obstante las autoridades nacionales tomaron todas las medidas para viabilizar su desplazamiento a Portugal”, por motivos que se desconocen, después de haber esclarecido varias veces las muchas dudas que levantaron sobre la necesidad y oportunidad de su desplazamiento, optaron por no comparecer, lo que inviabilizó la diligencia.
Creemos que los principales perjudicados fueron los arguidos McCann, que perdieron la posibilidad de probar aquello que desde su constitución como arguidos habían protestado: su inocencia cara al fatídico acontecimiento; también se vio obstaculizada la investigación, y tales hechos siguen sin esclarecer (…)”.
(...)
Lo cierto es que desde el inicio de la investigación se verifican incongruencias e incluso contradicciones, en relación a las declaraciones, los registros de llamadas realizadas y recibidas en los móviles pertenecientes al matrimonio y al grupo de amigos con quien pasaban las vacaciones, a los movimientos de personas justo después de la constatación de la desaparición de la niña, al estado en que se encontraba la habitación de donde desapareció la niña (¿ventana cerrada? ¿ventana abierta? ¿ventana entreabierta?), etc., habiéndose adensado substancialmente el misterio con las pistas dejadas por los perros pisteros ya citados con anterioridad.
ResponderEliminarTodo esto es relatado con detalle en el libro aquí en causa, reproduciendo el contenido de algunas piezas procesales, que tuvieron también reflejo en el ya aludido despacho final subscrito por dos Magistrados del Ministerio Público.
No verificamos en el libro la referencia a ningún hecho que no conste en ese despacho.
Donde el autor difiere de los Procuradores que elaboraron el despacho es en la interpretación lógica, policial y de investigación, que viene a hacer de esos hechos.
En este aspecto estamos en presencia del ejercicio del derecho de opinión, un dominio en el que el autor es experto, o no hubiese sido investigador criminal durante 26 años.
(...)
En cuanto a la reserva a la vida privada de los demandantes, verificamos que son ellos mismos quienes se multiplican en entrevistas e intervenciones en los medios de comunicación social, proporcionándoles informaciones que de otra forma difícilmente serían publicitadas...
Concluimos que los demandantes decidieron limitar voluntariamente su derecho a la intimidad de la vida privada, ciertamente buscando conseguir valores más elevados como el descubrimiento del paradero de su hija Madeleine, más al limitar ese derecho voluntariamente abrieron las puertas para que otras personas opinasen sobre el caso, en sintonía con lo que decían, aunque también por ventura en contradicción con sus orientaciones, aunque siempre dentro de los límites del legítimo y constitucionalmente consagrado derecho de opinión y libertad de expresión del pensamiento.
(...)
De la misma forma, en relación al derecho a la imagen y al buen nombre de los demandantes: al exponer su caso en la plaza pública y dándole notoriedad a nivel mundial, los demandantes abrieron todas las puertas a todas la opiniones, incluso aquellos que les son adversas.
(...)
Finalmente, en lo que atañe a la lesión del derecho y usufructo de las garantías del proceso penal, concretamente el derecho a una investigación justa y el derecho a la libertad y seguridad, seguimos sin desvelar cómo es posible que tales derechos sean ofendidos por el contenido de un libro que describe hechos contenidos en la investigación, aunque la interpretación de esos hechos se aparte de la que hicieron los Magistrados del Ministerio Público, aunque ofreciendo interpretaciones fundamentadas, sólidamente construidas y lógicas.
ResponderEliminar(...)
La sentencia del Tribunal de Apelaciones está razonada y fundamentada, no parece que esta apelación de los McCann tenga mucho recorrido en Estrasburgo.