Diário de Noticias
por CÉU NEVES
Dos años después, todos parecen querer olvidar el caso Maddie McCann. Menos los padres, que apuestan por una nueva campaña a escala mundial después de la divulgación de una imagen de la menor con seis años y la emisión del documental de Channel Four, grabado parcialmente en Praia da Luz.
Rothley recuperó la calma y está lejos de los meses agitados que siguieron a la desaparición de Madeleine, hace hoy dos años. Incluso el monumento construido en la plaza del pequeño pueblo volvió a su objetivo inicial: homenajear a los muertos de la II Guerra Mundial. Un oratorio colocado en el suelo parecía olvidado, el viernes, cuando faltan dos días para el 3 de mayo. Hasta que alguien decidió encender una vela y poner una foto de Maddie: Un reportero gráfico dispara la cámara. Acaba por confesar que fue el autor de la escenificación. “¡Necesito una foto!”, justifica.
Además de revelar la falta de ética de este profesional, el episodio es ejemplar de lo que pasa en esta pequeña villa de Leicester. No hay nada que recuerde a Madeleine. Es una localidad en calma en la que los habitantes se quedan en casa. Incluso la propietaria del Royal Oak, el bar de la plaza en frente del monumento, decidida a mantener la llama por Maddie, se rindió al pasar los meses. La desaparición de la niña de cuatro años, en Praia da Luz, en Portugal, es cada vez más un recuerdo y cada vez menos un asunto de discusión. Cuando se les pregunta si hablan sobre Madeleine, responden: “¡No es así!”
Es el caso de Rachel, 41 años, farmacéutica. “Fue una situación muy triste y acabamos por ser solidarios con los McCann, aunque raramente hablamos sobre eso. Ni imaginamos lo que puede haber sucedido”, dice. Aunque lo que, en su opinión no debería haber ocurrido, es que los padres dejaran a los niños solos. La farmacéutica tiene dos hijas, de 14 y 16 años, y destaca que nunca las dejó solas cuando eran pequeñas.
Rachel no quiere el apellido, otros habitantes ni siquiera el nombre de pila. “Es un pueblo pequeño, acabamos por conocernos todos y yo soy bastante crítico en relación a lo que hicieron los padres. Voy muchas veces al extranjero y, si quiero socializar, me llevo a los niños conmigo”, argumento un cliente del bar. Él y otros dos clientes que fuman en la puerta confirman que el asunto dejó de ser tema de conversación en la calle o debate familiar.
Aunque todos hablan de la desaparición de Maddie cuando les preguntamos sobre el día 3 de mayo. Ivone Foster, 64 años, jubilada, y Michael Muehlensiepen, 48 años, gerente comercial, subrayan que nunca olvidarán lo que pasó. “No se hable sobre eso, lo que no quiere decir que lo olvidemos. Está claro que nos acordamos más al aproximarse la fecha en que sucedió todo. Además de esto, los periódicos siempre nos lo están recordando, dicen.
Ayer, varios fueron los periódicos británicos que publicaron un retrato de Madeleine, desde The Sun al The Times, realizada en el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados, en Washington. Los peritos recurrieron a fotos de Kate y Gerry McCann cuando eran niños, recreando la fisonomía de Maddie con seis años, los que tendría actualmente si estuviera viva, tal como creen los padres. La foto es presentada como la esperanza del matrimonio de obtener información. “Ya no estamos buscando a una niña de cuatro años –sin de seis- Esto es crucial, esperamos que esta nueva imagen (...) ayuda a las personas a ver cómo podría ser Madeleine actualmente”, puede leerse en el último mensaje publicado por Kate y Gerry en la Web FindMadeleine.com. Han reforzado la atención de la línea de investigación@findmadeleine.com, con la esperanza de que puedan surgir nuevos datos, dice el asesor de la familia Clarence Mitchell.
Los McCann pasarán el día de hoy en total recogimiento y solo saldrán para ir a misa, como confirmó a DN Gerry McCann, afirmando la indisponibilidad para entrevistas. Con la justificación: “¡Ya hicimos lo que teníamos que hacer!”. Recogido en casa, el matrimonio no hace más que seguir el comportamiento de los vecinos. Permanecer entre puertas, con sus otros dos hijos. Todo igual, excepto los lazos amarillos y verdes que pusieron en las balaustradas, puerta y coche con el mensaje para encontrar a Madeleine. Aun con la foto antigua.
Traducción de Mercedes
Para publicar comentarios: Aquí
por CÉU NEVES
Dos años después, todos parecen querer olvidar el caso Maddie McCann. Menos los padres, que apuestan por una nueva campaña a escala mundial después de la divulgación de una imagen de la menor con seis años y la emisión del documental de Channel Four, grabado parcialmente en Praia da Luz.
Rothley recuperó la calma y está lejos de los meses agitados que siguieron a la desaparición de Madeleine, hace hoy dos años. Incluso el monumento construido en la plaza del pequeño pueblo volvió a su objetivo inicial: homenajear a los muertos de la II Guerra Mundial. Un oratorio colocado en el suelo parecía olvidado, el viernes, cuando faltan dos días para el 3 de mayo. Hasta que alguien decidió encender una vela y poner una foto de Maddie: Un reportero gráfico dispara la cámara. Acaba por confesar que fue el autor de la escenificación. “¡Necesito una foto!”, justifica.
Además de revelar la falta de ética de este profesional, el episodio es ejemplar de lo que pasa en esta pequeña villa de Leicester. No hay nada que recuerde a Madeleine. Es una localidad en calma en la que los habitantes se quedan en casa. Incluso la propietaria del Royal Oak, el bar de la plaza en frente del monumento, decidida a mantener la llama por Maddie, se rindió al pasar los meses. La desaparición de la niña de cuatro años, en Praia da Luz, en Portugal, es cada vez más un recuerdo y cada vez menos un asunto de discusión. Cuando se les pregunta si hablan sobre Madeleine, responden: “¡No es así!”
Es el caso de Rachel, 41 años, farmacéutica. “Fue una situación muy triste y acabamos por ser solidarios con los McCann, aunque raramente hablamos sobre eso. Ni imaginamos lo que puede haber sucedido”, dice. Aunque lo que, en su opinión no debería haber ocurrido, es que los padres dejaran a los niños solos. La farmacéutica tiene dos hijas, de 14 y 16 años, y destaca que nunca las dejó solas cuando eran pequeñas.
Rachel no quiere el apellido, otros habitantes ni siquiera el nombre de pila. “Es un pueblo pequeño, acabamos por conocernos todos y yo soy bastante crítico en relación a lo que hicieron los padres. Voy muchas veces al extranjero y, si quiero socializar, me llevo a los niños conmigo”, argumento un cliente del bar. Él y otros dos clientes que fuman en la puerta confirman que el asunto dejó de ser tema de conversación en la calle o debate familiar.
Aunque todos hablan de la desaparición de Maddie cuando les preguntamos sobre el día 3 de mayo. Ivone Foster, 64 años, jubilada, y Michael Muehlensiepen, 48 años, gerente comercial, subrayan que nunca olvidarán lo que pasó. “No se hable sobre eso, lo que no quiere decir que lo olvidemos. Está claro que nos acordamos más al aproximarse la fecha en que sucedió todo. Además de esto, los periódicos siempre nos lo están recordando, dicen.
Ayer, varios fueron los periódicos británicos que publicaron un retrato de Madeleine, desde The Sun al The Times, realizada en el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados, en Washington. Los peritos recurrieron a fotos de Kate y Gerry McCann cuando eran niños, recreando la fisonomía de Maddie con seis años, los que tendría actualmente si estuviera viva, tal como creen los padres. La foto es presentada como la esperanza del matrimonio de obtener información. “Ya no estamos buscando a una niña de cuatro años –sin de seis- Esto es crucial, esperamos que esta nueva imagen (...) ayuda a las personas a ver cómo podría ser Madeleine actualmente”, puede leerse en el último mensaje publicado por Kate y Gerry en la Web FindMadeleine.com. Han reforzado la atención de la línea de investigación@findmadeleine.com, con la esperanza de que puedan surgir nuevos datos, dice el asesor de la familia Clarence Mitchell.
Los McCann pasarán el día de hoy en total recogimiento y solo saldrán para ir a misa, como confirmó a DN Gerry McCann, afirmando la indisponibilidad para entrevistas. Con la justificación: “¡Ya hicimos lo que teníamos que hacer!”. Recogido en casa, el matrimonio no hace más que seguir el comportamiento de los vecinos. Permanecer entre puertas, con sus otros dos hijos. Todo igual, excepto los lazos amarillos y verdes que pusieron en las balaustradas, puerta y coche con el mensaje para encontrar a Madeleine. Aun con la foto antigua.
Traducción de Mercedes
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