14 de mayo de 2009

Caso Madeleine McCann - “No creo en esa hipótesis, porque pura y simplemente no creo en la tesis del rapto

TV Mais - Edicición impresa

1 de mayo de 2009

Paulo Sargento – Psicólogo forense

“No creo en la tesis del rapto”

Todas las evidencias forenses, de acuerdo con la mayoría de los especialistas en la materia, apuntan hacia la muerte de la niña. Además, creo que si la niña estuviera viva ya habríamos tenido alguna señal con respecto a esto. La única señal que tenemos sobre esto es la creencia o una mentira de los padres. Nada más. Primero hicieron un show para esconder lo que de hecho sucedió, después, en las diversas tentativas que hicieron para extinguir el fenómeno, hubo acciones y reacciones tan diversas que impidieron que el fenómeno se extinguiera. De ahí en adelante, hemos asistido a algunas golferías resultantes de la presión de los padres, la última de las cuales es la ida al programa de Oprah y una tal reconstrucción hecha a medida de los McCann”.

Gonçalo Amaral, ex coordinador de la PJ

“La niña murió en el apartamento”

“No creo desde el principio. La niña murió en el lugar de donde desapareció. Todas las evidencias de la investigación lo indican. El programa que emitió TVI muestra las evidencias. Las mentiras que fueron dichas por el grupo que cenó con los McCann aquella noche también.

Los propios padres dieron señales de eso, el 21 de junio de 2007. Además llamaron a un sudafricano especialista en encontrar cadáveres. El resto son cuestiones del fondo Find Madeleine.

Solo puede existir mientras se busque a una niña viva…”

Alexandra Borges – Periodista de TVI

“Me gustaría creer que aun está viva. Pero lo considero muy difícil. En cuanto a los McCann, solo tengo una explicación. El hecho de que son padres y se niegan a creer que su hija pueda haber muerto. Asesinada o no. Creer en la tesis del rapto les permite mantenerla viva hasta prueba en contra. Parece ilógico, aunque los sentimiento no tienen lógica.”


Casos de policía – Por Hernâni Carvalho

Kate McCann – Suicidio o tal vez no

Los rumores sobre un supuesto intento de suicidio de Kate McCann pasaron a ser habituales en diversos medios de comunicación

El rumor que más corre en las redacciones dice que el intento de suicidio de Kate McCann habría sucedido en una fría noche de viernes, a principios de diciembre de 2008. Kate McCann habría sido socorrida en el hospital de Leicester, aunque no hay registros que confirmen la entrada de la madre de Maddie. Lo que quiere decir poco, si consideramos que la desaparición de documentos ha sido frecuente en este proceso. La información sobre pedófilos ingleses retirada del proceso es un ejemplo. TVmais escuchó a Paulo Sargento psicólogo forense y profesor universitario.

¿Tiene sentido un intento de suicidio de Kate? ¿Por qué?

Tiene sentido. El día 12 de julio de 2007, Kate registró en su diario: “Hoy lavé el cuddle cat (el peluche). Tenía esperanza de no hacerlo hasta que Madeleine volviera, aunque ya estaba un poco sucio y con mal olor, y desgraciadamente yo tenía el olor de Madeleine”. Ahora, además de lo bizarro de la propia existencia del Diario, ¿por qué habría lavado Kate el referido peluche? ¿Y por qué sintió la necesidad de “desahogarse” sobre esto en el Diario? Hay varias hipótesis, aunque retengo dos: o Kate estaba eliminando un indicio que podría venir a constituir una prueba forense o estaba iniciando un luto por la pérdida de su hija. Aunque, las dos interpretaciones se conjugan. Un luto por una pérdida, con o sin conocimiento de Kate. Haya tenido o no algo que ver con la desaparición de su hija, el hecho de que Kate lavara el peluche significa siempre el reconocimiento de una pérdida. Independiente de servir o no para eliminar indicios.

Aunque solo a partir del archivo del proceso es cuando la madre de Kate y otros familiares y amigos pasaron a referirse a la supuesta perturbación emocional “obsesión con la lectura del proceso”, desinterés por todas las actividades, incluso pasar de los gemelos).

¿No le parece una depresión con fecha de caducidad?

Me lo parece. Aunque contrasta con las noticias de esperanza que Clarence Mitchell divulgaba. ¡Por lo tanto, alguien miente!

Kate no volvió a trabajar como médica bajo el argumento de quedarse a cuidar de los gemelos. ¿No es paradójico?

Ya no se la veía en público (ni pasean con los gemelos) desde hacía ocho meses. Ni hizo la reconstitución para la TV. Todos dicen que no estaba emocionalmente bien.

Hace unos días, en el programa de Oprah Winfre, la madre de Maddie apareció más delgada e incluso se emocionó. Reveló mayor permeabilidad y vulnerabilidad que cuando desapareció la niña. Durante la entrevista que dieron a la TV española, después del grave desnorte de Gerry, fue Kate quien mantuvo una serenidad que envidiaría cualquier actor. En el programa de Oprah, Kate se emocionó y no reconoció los retratos de la probable progresión de edad de su hija realizados por dibujantes forenses. Parece no admitir una imagen diferente y más “crecida” de su hija. Es consistente con la idea de un luto irreparable que presupone el reconocimiento de una pérdida con elevada culpabilidad.

Es sabido que parte de los progenitores que pierden hijos sufren depresiones y el número es incluso mayor en la madres que en los padres. De ahí al suicidio hay un paso.

Lo que me convenció aun más fue la respuesta de Clarence Mitchell a ese propósito a la revista portuguesa: “Kate está bien. Eso (el suicidio) es un absoluto disparate. Ella nunca lo hizo ni lo hará, porque cree que su hija está viva y si lo hiciera no la vería más.” Esta afirmación adolece de un conjunto de falacias. Mezcla la negación del antecedente con la afirmación de lo consiguiente, intentando una lógica ambigua, falsa e imposible. Casi genial, si no fuera la imposibilidad de la lógica de tal significado. ¡Espero, honestamente, estar equivocado!

Traducción de Mercedes

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