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Universidad de Cambridge
Una sala de la Cambridge Union repleta se mantuvo en silencio total la semana pasada mientras Robert Murat, el hombre nombrado arguido (sospechoso formal) en el caso Madeleine McCann y más tarde liberado de toda implicación, hablaba sobre su experiencia en un debate titulado “Los tabloides hacen más daño que bien”.
Hablando por primera vez en su vida en una plataforma pública, Murat describió cómo se había visto envuelto en una pesadilla y como, mientras la prensa internacional lo cercaba y los helicópteros sobrevolaban su casa portuguesa, se había sentido como “un zorro perseguido por una jauría”. Fue una odisea que casi lo destruyó a él y sus allegados.
Inicialmente se había presentado para ayudar en la búsqueda de Madeleine ya que hablaba portugués con fluidez, contó Murat a la sala. Una periodista de un tabloide británico había literalmente “inventado” historias de que había tenido un comportamiento sospechoso. Los tabloides entraron en una espiral imparable de mentiras, un periódico ofreció una enorme cantidad de dinero a un familiar para desacreditarle.
El hecho de que la prensa y la policía se centrasen en Murat como sospechoso había constituido una “enorme pérdida” de tiempo y dinero – recursos que quizás de otro modo hubiesen sido empleados en la búsqueda de Madeleine, argumentó. Su sufrimiento y el de su familia, aunque difícil de soportar, fue ensombrecida por la tragedia experimentada por los McCann cuya hija nunca ha sido encontrada.
El debate, que reunió a algunos nombres famosos de los medios, se caracterizó por los altibajos emocionales, así como por el lenguaje colorido al estilo tabloide y muchas risas.
Hablando a favor de la moción estaban Michael White, editor asociado del Guardian, Robert Murat y su abogado Louis Charalambous, y el diputado Demócrata Liberal Lembit Opik, cuya vida personal se ha visto regularmente salpicada en las portadas de los tabloides. Opik escribe regularmente una columna para el Daily Sport – un papel que trató de minimizar, explicando que su relación con los tabloides derivaba de “su relación con mis relaciones”.
Contra la moción estaban Murria Morse, editor del Daily Sport y ex editor del Cambridge Evening News, Shane Murria estudiante de Cambridge y editora adjunta de The Cambridge Student (que fue avisada para participar dos horas antes), y Meter Bazalgette, co-creador de Gran Hermano y ex presidente de la Cambridge Union.
Los argumentos se centraron en el papel de la prensa para educar e informar, su necesidad de vender periódicos para sobrevivir en un mercado decadente, y la existencia de, o necesidad de, una “brújula moral” para guiar la conducta de los periódicos. El Sr. Morse jugó la carta de las clases, argumentando que los intelectuales despreciaban los tabloides porque eran leídos por las “clases más bajas”. Los tres millones de lectores del Sun están pagando los impuestos que financian su educación, le dijo a los estudiantes de la audiencia.
Todos los oradores mantuvieron a la sala fascinada con sus argumentos. Opik y Bazalgette, en particular, impresionaron por su brillantez, ingenio y sentido del humor. Pero fue la calma de Robert Murat y su narración comedida sobre su terrible odisea lo que la audiencia recordará con más viveza. La moción fue aprobada por 230 votos contra 30.
La Cambridge Union Society es una sociedad de debate privada para los miembros de la Universidad de Cambridge que regularmente invita a nombres conocidos mundialmente para tomar parte en sus debates. Recientes oradores han incluido al Secretario General de la NATO, el ex Jefe de UN Weapons el Inspector Dr. Hans Blix, y el premiado productor cinematográfico Michael Moore.
Oficina de comunicaciones de la Universidad de Cambridge.
Traducción de Mercedes
Una sala de la Cambridge Union repleta se mantuvo en silencio total la semana pasada mientras Robert Murat, el hombre nombrado arguido (sospechoso formal) en el caso Madeleine McCann y más tarde liberado de toda implicación, hablaba sobre su experiencia en un debate titulado “Los tabloides hacen más daño que bien”.
Hablando por primera vez en su vida en una plataforma pública, Murat describió cómo se había visto envuelto en una pesadilla y como, mientras la prensa internacional lo cercaba y los helicópteros sobrevolaban su casa portuguesa, se había sentido como “un zorro perseguido por una jauría”. Fue una odisea que casi lo destruyó a él y sus allegados.
Inicialmente se había presentado para ayudar en la búsqueda de Madeleine ya que hablaba portugués con fluidez, contó Murat a la sala. Una periodista de un tabloide británico había literalmente “inventado” historias de que había tenido un comportamiento sospechoso. Los tabloides entraron en una espiral imparable de mentiras, un periódico ofreció una enorme cantidad de dinero a un familiar para desacreditarle.
El hecho de que la prensa y la policía se centrasen en Murat como sospechoso había constituido una “enorme pérdida” de tiempo y dinero – recursos que quizás de otro modo hubiesen sido empleados en la búsqueda de Madeleine, argumentó. Su sufrimiento y el de su familia, aunque difícil de soportar, fue ensombrecida por la tragedia experimentada por los McCann cuya hija nunca ha sido encontrada.
El debate, que reunió a algunos nombres famosos de los medios, se caracterizó por los altibajos emocionales, así como por el lenguaje colorido al estilo tabloide y muchas risas.
Hablando a favor de la moción estaban Michael White, editor asociado del Guardian, Robert Murat y su abogado Louis Charalambous, y el diputado Demócrata Liberal Lembit Opik, cuya vida personal se ha visto regularmente salpicada en las portadas de los tabloides. Opik escribe regularmente una columna para el Daily Sport – un papel que trató de minimizar, explicando que su relación con los tabloides derivaba de “su relación con mis relaciones”.
Contra la moción estaban Murria Morse, editor del Daily Sport y ex editor del Cambridge Evening News, Shane Murria estudiante de Cambridge y editora adjunta de The Cambridge Student (que fue avisada para participar dos horas antes), y Meter Bazalgette, co-creador de Gran Hermano y ex presidente de la Cambridge Union.
Los argumentos se centraron en el papel de la prensa para educar e informar, su necesidad de vender periódicos para sobrevivir en un mercado decadente, y la existencia de, o necesidad de, una “brújula moral” para guiar la conducta de los periódicos. El Sr. Morse jugó la carta de las clases, argumentando que los intelectuales despreciaban los tabloides porque eran leídos por las “clases más bajas”. Los tres millones de lectores del Sun están pagando los impuestos que financian su educación, le dijo a los estudiantes de la audiencia.
Todos los oradores mantuvieron a la sala fascinada con sus argumentos. Opik y Bazalgette, en particular, impresionaron por su brillantez, ingenio y sentido del humor. Pero fue la calma de Robert Murat y su narración comedida sobre su terrible odisea lo que la audiencia recordará con más viveza. La moción fue aprobada por 230 votos contra 30.
La Cambridge Union Society es una sociedad de debate privada para los miembros de la Universidad de Cambridge que regularmente invita a nombres conocidos mundialmente para tomar parte en sus debates. Recientes oradores han incluido al Secretario General de la NATO, el ex Jefe de UN Weapons el Inspector Dr. Hans Blix, y el premiado productor cinematográfico Michael Moore.
Oficina de comunicaciones de la Universidad de Cambridge.