EXCLUSIVA para mccannfiles.com
By Dr Martin Roberts
29 September 2009
ENTRANDO DESDE EL FRÍO
Kate McCann finaliza una entrada reciente en el “blog” con la observación, “…nunca olvidaremos el gran beneficio de la simple bondad humana.”
La transcripción siguiente (de “Mitts”) es de la declaración de apertura de Kate McCann del documental de Channel 4 “Madeleine Estuvo Aquí”.
KM: “Hice mi vigilancia sobre las 22h00 y entré por la puerta corredera del patio y yo simplemente me quedé de pie, en realidad, y pensé, “oh, todo en silencio”, y para ser honesta, podía haber estado tentada a darme la vuelta, pero simplemente noté que la puerta, la puerta del dormitorio donde estaban durmiendo los tres niños, estaba abierta mucha más que como la habíamos dejado. Fui a cerrarla más o menos hasta aquí y entonces al llegar hasta aquí, se golpeó de repente y entonces al abrirla, fue entonces que yo simplemente pensé, “echaré un vistazo a los niños” y podía ver a Sean y Amelie en la cuna y entonces miraba la cama de Madeleine que estaba aquí y estaba oscuro y yo estaba mirando y pensaba, “¿es esa Madeleine o es la ropa de la cama?”, y no podía distinguirla bien. Ahora suena realmente estúpido, pero en ese momento, yo pensaba que no quería encender la luz porque no quería despertarlos y literalmente, mientras volví a entrar, las cortinas del dormitorio que estaban corridas,… estaban cerradas,… whoosh… Fue como un soplo de viento, algo así como, simplemente las abrió de un ráfaga y cuddle cat aun estaba allí y su mantita rosa todavía estaba ahí y entonces supe inmediatamente que ella había, errr… sido secuestrada, tu sabes.”
¿No se extiende el beneficio de la “simple bondad humana”, sin duda, a la preocupación de dejar a niños muy pequeños innecesariamente expuestos a los elementos?
Una vez que el secuestrador de Madeleine había escapado por la ventana del apartamento 5A hubiese permanecido abierta de par en par – durante tres cuartos de hora, por la hora en la que regresó Kate. La temperatura exterior era suficientemente fría aquella noche del 3 de mayo de 2007 para que Jane Tanner utilizara un forro polar prestado cuando regresaba del Tapas Bar hasta su propio alojamiento, y para que ella se diera cuenta de la importancia de una criatura en brazos, que ella afirma haber visto, vestido con nada más que con un pijama.
Así que cuando Kate McCann entró en el 5A a través de la puerta del patio, ¿nota o comenta el frío que hacía dentro? No. Pero se tuvo que haber dado cuenta inmediatamente que el interior no estaba más caliente que el exterior, porque “la puerta del dormitorio donde estaba durmiendo los tres niños, estaba mucho más abierta de lo que la habíamos dejado”: Fíjese, no un poco más. La combinación de una puerta totalmente abierta así como una ventana totalmente abierta solo pudo haber resultado en un apartamento realmente frío, especialmente ya que había una corriente suficiente a través de la ventana para darle un portazo a la puerta y, poco después, hacer que las cortinas volaran en la habitación (la puerta no podía haber dado un portazo de antemano, de lo contrario Kate no la hubiese encontrado “mucho más” abierta de cómo los padres la habían dejado previamente.
Bajo estas circunstancias la reacción predecible podría haber sido doble: Al entrar en la estancia –“Hace frío aquí. ¿De dónde viene la corriente?” Al acercarse a la inesperada puerta abierta – “Oh vaya, los niños están durmiendo en una corriente.”
¿Albergó Kate alguno de estos pensamientos? Aparentemente no. Si no se hubiese perturbado ligeramente por la puerta abierta quizás hubiese estado tentada a darse la vuelta (y marcharse directamente del apartamento). Ya que, su propósito inmediato fue el de cerrar la puerta, no ver a los niños. Por lo que debía estar perfectamente preparada para dejar a los niños sin atención en el frío durante otra media hora por lo menos, esto es, hasta la siguiente inspección sin sentido. Matthew Oldfield había estado en el interior del apartamento 5A sobre las 21h30, según nos dicen – tampoco notó el frío y, por lo que todos sabemos, pudo haber sido él quien abriera la puerta del dormitorio y exacerbó la situación. Sin duda él no cerró la ventana, porque no entró en esa habitación y por lo tanto no vio a Madeleine.
Incluso después de haber dado un portazo la puerta del dormitorio, la reacción de Kate, al volver a abrirla, fue: “Yo simplemente pensé, simplemente echaré un vistazo a los niños y entonces yo pensaba, ¿es esa Madeleine o es la ropa de la cama?”
Lejos de estar preocupada por los tres niños durmiendo en una habitación fría y con corrientes en la oscuridad, ella meramente no consigue distinguir a su hija mayor de la ropa de cama.
Y cuando el viento se hizo más evidente al hacer que las cortinas volaran en su presencia, ¿qué fue lo que notó Kate inmediatamente – el frío, o que Maddie no estaba? No, “que ella había, errr… sido secuestrada.”
Traducción de Mercedes