El Blog de Georges Moréas
"La televisión muestra a Gerald McCann que baja del avión llevando a su hijo. El niño tiene su cabeza contra el hombro izquierdo, los brazos colgando a lo largo de su cuerpo (...) En Irlanda, los Smith, están viendo las noticias en la televisión (...) Para ellos, es un choque (...) Se trata del hombre que vieron el 3 de mayo a las 22 horas, con una niña profundamente dormida en sus brazos."
Cuatro meses antes, los Smith estaban de vacaciones en el Algarve, en el sur de Portugal. Son una familia numerosa, en total cuatro adultos y cinco niños. Esa noche, la noche del 3 de mayo de 2007, vuelven a pie a su apartamento cuando se cruzan con un hombre que lleva un niño en sus brazos. No han podido distinguir su rostro, pero era una niña. Y llevaba un pijama claro, los pies descalzos, y tenía el pelo rubio - como Madeleine McCann, esa pequeña inglesa desaparecida mientras dormía en su habitación. Maddie, cuya foto ha dado la vuelta al mundo y que nunca ha sido encontrada (Aquí).
El inspector de la policía judicial portuguesa, Gonçalo Amaral, nos hace revivir su investigación, minuto a minuto, en un libro que acaba de ser traducido al francés "Maddie, la investigación prohibida" en Bourin Editeur.
Con un tono que él querría neutro, pero que no lo es, de tanto que lo ha marcado esta historia, nos da los detalles de sus investigaciones. Nos enumera las diferentes pistas que siguió, algunas extravagantes, y otras, más serias, como la pista polaca que nunca fue completamente dilucidada. Y sobre todo, pone de relieve las dificultades que se amontonaron ante él cuando sus compañeros de equipo consideraron la responsabilidad, e incluso la culpa, de los padres de la niña. Principalmente las presiones políticas de Gran Bretaña. Hasta el punto que algunos investigadores han imaginado que la próxima firma del Tratado de Lisboa (diciembre de 2007) podía influenciar en la investigación sobre la desaparición de una niña de apenas cuatro años...
En este caso, Amaral fracaso. Reconoce ciertos fallos: debería haber... etc. Pero sobre todo él tiene la impresión de que se le impidió llegar hasta el final. Y sus superiores aprovecharon una respuesta torpe a un reportero para apartarlo.
Leyendo esta historia, que podría leerse como un thriller, si los hechos no fueran reales, personalmente, he tenido la impresión de que la policía portuguesa a todos los niveles tuvo demasiado en cuenta la personalidad y la nacionalidad de los padres, los amigos, los testigos...
En otras palabras, que los cogieron con pinzas! Por ejemplo, para contrastar los testimonios, la reconstrucción era necesaria. Nunca tuvo lugar. Entre las razones invocadas: "La gente podría pensar que padres y amigos son sospechosos." En las primeras horas, días, los investigadores solo siguieron una sola pista, la del secuestro. Nosotros aquí no siempre lo hacemos mejor. Recordemos la desaparición del pequeño Antoine, en Issoire, en septiembre de 2008 y el linchamiento de su madre y su compañero... O bien, para ceñirse a la actualidad del juicio AZF, el fiscal de Toulouse que, desde el principio bloquea la investigación clamando que se trataba de un accidente al 90%. O el arresto prematuro de Jacques Viguier, después de la desaparición de su esposa, por un comisario que quiso a toda costa hacer coincidir los hechos con su intuición.
La lista es larga. Pero en un caso criminal, se debe comenzar con un plano largo antes de usar el zoom, y dejar en el bolsillo las pequeñas ideas de gran policía.
El próximo jueves, 7 de mayo, a las 14 horas, Jacques Pradel recibirá a Gonçalo Amaral, en su emisión “Café crímes” en Europe1.
En este caso, el inspector tiene por lo menos una certeza: la pequeña Madeleine McCann "murió en el apartamento donde la familia pasaba sus vacaciones."
Y como participare en este programa, ¡voy a preguntarle por qué!
Traducción de Mila
Para hacer comentarios: Aquí
"La televisión muestra a Gerald McCann que baja del avión llevando a su hijo. El niño tiene su cabeza contra el hombro izquierdo, los brazos colgando a lo largo de su cuerpo (...) En Irlanda, los Smith, están viendo las noticias en la televisión (...) Para ellos, es un choque (...) Se trata del hombre que vieron el 3 de mayo a las 22 horas, con una niña profundamente dormida en sus brazos."
Cuatro meses antes, los Smith estaban de vacaciones en el Algarve, en el sur de Portugal. Son una familia numerosa, en total cuatro adultos y cinco niños. Esa noche, la noche del 3 de mayo de 2007, vuelven a pie a su apartamento cuando se cruzan con un hombre que lleva un niño en sus brazos. No han podido distinguir su rostro, pero era una niña. Y llevaba un pijama claro, los pies descalzos, y tenía el pelo rubio - como Madeleine McCann, esa pequeña inglesa desaparecida mientras dormía en su habitación. Maddie, cuya foto ha dado la vuelta al mundo y que nunca ha sido encontrada (Aquí).
El inspector de la policía judicial portuguesa, Gonçalo Amaral, nos hace revivir su investigación, minuto a minuto, en un libro que acaba de ser traducido al francés "Maddie, la investigación prohibida" en Bourin Editeur.
Con un tono que él querría neutro, pero que no lo es, de tanto que lo ha marcado esta historia, nos da los detalles de sus investigaciones. Nos enumera las diferentes pistas que siguió, algunas extravagantes, y otras, más serias, como la pista polaca que nunca fue completamente dilucidada. Y sobre todo, pone de relieve las dificultades que se amontonaron ante él cuando sus compañeros de equipo consideraron la responsabilidad, e incluso la culpa, de los padres de la niña. Principalmente las presiones políticas de Gran Bretaña. Hasta el punto que algunos investigadores han imaginado que la próxima firma del Tratado de Lisboa (diciembre de 2007) podía influenciar en la investigación sobre la desaparición de una niña de apenas cuatro años...
En este caso, Amaral fracaso. Reconoce ciertos fallos: debería haber... etc. Pero sobre todo él tiene la impresión de que se le impidió llegar hasta el final. Y sus superiores aprovecharon una respuesta torpe a un reportero para apartarlo.
Leyendo esta historia, que podría leerse como un thriller, si los hechos no fueran reales, personalmente, he tenido la impresión de que la policía portuguesa a todos los niveles tuvo demasiado en cuenta la personalidad y la nacionalidad de los padres, los amigos, los testigos...
En otras palabras, que los cogieron con pinzas! Por ejemplo, para contrastar los testimonios, la reconstrucción era necesaria. Nunca tuvo lugar. Entre las razones invocadas: "La gente podría pensar que padres y amigos son sospechosos." En las primeras horas, días, los investigadores solo siguieron una sola pista, la del secuestro. Nosotros aquí no siempre lo hacemos mejor. Recordemos la desaparición del pequeño Antoine, en Issoire, en septiembre de 2008 y el linchamiento de su madre y su compañero... O bien, para ceñirse a la actualidad del juicio AZF, el fiscal de Toulouse que, desde el principio bloquea la investigación clamando que se trataba de un accidente al 90%. O el arresto prematuro de Jacques Viguier, después de la desaparición de su esposa, por un comisario que quiso a toda costa hacer coincidir los hechos con su intuición.
La lista es larga. Pero en un caso criminal, se debe comenzar con un plano largo antes de usar el zoom, y dejar en el bolsillo las pequeñas ideas de gran policía.
El próximo jueves, 7 de mayo, a las 14 horas, Jacques Pradel recibirá a Gonçalo Amaral, en su emisión “Café crímes” en Europe1.
En este caso, el inspector tiene por lo menos una certeza: la pequeña Madeleine McCann "murió en el apartamento donde la familia pasaba sus vacaciones."
Y como participare en este programa, ¡voy a preguntarle por qué!
Traducción de Mila
Para hacer comentarios: Aquí