Duarte Levy..
Fue a través de una nota de prensa que, el 21 de julio de 2008, el Fiscal General anunció lo que se ya esperaba: el archivo del caso Maddie, debido a una supuesta falta de pruebas de que se hubiera cometido algún delito.
Una decisión incomprensible, teniendo en cuenta que 14 meses después de la desaparición de Madeleine McCann, aun no se habían llevado a cabo numerosas diligencias, faltaban por oír testigos y, por encima de todo, aun había una niña por encontrar.
Ahora, según las declaraciones de AG en persona, el caso Maddie podría ser reabierto si aparecieran nuevos elementos, pero a pesar de la aparición de varios testimonios y documentos, el Ministerio Público no ha manifestado la más mínima intención de continuar el trabajo de investigación que había sido realizado por la PJ en Portimão.
Incluso más incomprensible, es que numerosos documentos del proceso han llegado desde Inglaterra a manos de los periodistas y todos apuntan hacia una clara interferencia de las autoridades británicas en una investigación que estaba bien encaminada. También sobrepasa cualquier entendimiento que el Ministerio Público ha decidido no procesar a todos aquellos que hicieron todo lo posible para demorar y dañar la investigación: los detectives privados españoles, António Toscano y sus falsas alegaciones, etc.
Gonçalo Amaral, que fue destituido del caso supuestamente por haber hecho una declaración a una periodista, sigue afirmando que fue presa de las presiones políticas y diplomáticas que a día de hoy pueden ser confirmadas a través de documentos internos del Ministerio del Interior inglés y la policía.
Hoy, casi dos años después de la muerte de Madeleine McCann, casi todas las pruebas que fueron recogidos y analizados por el laboratorio inglés han sido destruidas, o se encuentran en paradero desconocido, y nadie sabe realmente cuál sería el famoso elemento que espera el Ministerio Público para reabrir el proceso, porque hasta el momento, todos han sido ignorados.
Hasta hoy se han hecho varios intentos, incluso con imágenes y documentos que fueron entregados a la policía, el Ministerio Público continúa ignorando la verdadera cuestión: el caso Maddie ya no es un caso que pertenece a los McCann, sino más bien un caso que pertenece a la sociedad que necesita conocer la verdad.
Duarte Levy
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
Fue a través de una nota de prensa que, el 21 de julio de 2008, el Fiscal General anunció lo que se ya esperaba: el archivo del caso Maddie, debido a una supuesta falta de pruebas de que se hubiera cometido algún delito.
Una decisión incomprensible, teniendo en cuenta que 14 meses después de la desaparición de Madeleine McCann, aun no se habían llevado a cabo numerosas diligencias, faltaban por oír testigos y, por encima de todo, aun había una niña por encontrar.
Ahora, según las declaraciones de AG en persona, el caso Maddie podría ser reabierto si aparecieran nuevos elementos, pero a pesar de la aparición de varios testimonios y documentos, el Ministerio Público no ha manifestado la más mínima intención de continuar el trabajo de investigación que había sido realizado por la PJ en Portimão.
Incluso más incomprensible, es que numerosos documentos del proceso han llegado desde Inglaterra a manos de los periodistas y todos apuntan hacia una clara interferencia de las autoridades británicas en una investigación que estaba bien encaminada. También sobrepasa cualquier entendimiento que el Ministerio Público ha decidido no procesar a todos aquellos que hicieron todo lo posible para demorar y dañar la investigación: los detectives privados españoles, António Toscano y sus falsas alegaciones, etc.
Gonçalo Amaral, que fue destituido del caso supuestamente por haber hecho una declaración a una periodista, sigue afirmando que fue presa de las presiones políticas y diplomáticas que a día de hoy pueden ser confirmadas a través de documentos internos del Ministerio del Interior inglés y la policía.
Hoy, casi dos años después de la muerte de Madeleine McCann, casi todas las pruebas que fueron recogidos y analizados por el laboratorio inglés han sido destruidas, o se encuentran en paradero desconocido, y nadie sabe realmente cuál sería el famoso elemento que espera el Ministerio Público para reabrir el proceso, porque hasta el momento, todos han sido ignorados.
Hasta hoy se han hecho varios intentos, incluso con imágenes y documentos que fueron entregados a la policía, el Ministerio Público continúa ignorando la verdadera cuestión: el caso Maddie ya no es un caso que pertenece a los McCann, sino más bien un caso que pertenece a la sociedad que necesita conocer la verdad.
Duarte Levy
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí