El blog de Textusa
Jane,
Hoy, voy a hacer lo imposible: intentar contaros algo. Aunque no es un mensaje difícil, ya que os lo han contado muchas veces ya, pero parece ser un concepto incomprensible para vuestro entendimiento. Así que ahí va: eres el ser humano más “espeso” que he tenido nunca el desplacer de haber conocido.
Sí, pon una de esas sonrisas falsas tuyas, esa que pones siempre que no tienes ni idea de la realidad que te rodea.
Sin querer desconcertarte a ti, ni a nadie más, déjame aclarar el sentido con el que utilicé la palabra “oxímoron”. No, no creo que seas una contradicción agridulce. Solo creo que eres estúpida. Ahora, llama a David y pídele que te lo explique.
En cualquier parte del proceso en el que intervienes, tienes la rara habilidad de meterte el pie en la boca. Eres infalible. Ahora, lo has vuelto a hacer con esta descabellada obra de ficción que fue esa representación (para ser una reconstrucción los hechos tendrían que haber ocurrido antes lo que definitivamente no es el caso) lo que intentaste otra vez (¿o intentarás?) es manipular la percepción del público sobre todo este asunto.
Esta vez habéis tenido la brillante idea de filmar a alguien cruzando la calle llevando una niña al igual que en tu descripción. Y tan estúpida como solo tú eres capaz de ser, has dado al mundo la prueba viviente de lo que todo el mundo cree de ti: que eres una mentirosa gilipollas.
No, no voy a entrar en la diferencia de vestimenta o de iluminación de esta escena teatral. Iré directa al grano, hechos sencillos. Y el hecho es que tenías a un hombre adulto, cruzando la calle de un lado a otro, con una niña de cuatro años sobre sus brazos. Está grabado, por lo tanto demasiado tarde para hacer nada sobre ello.
Ahora, mira la diferencia entre tu descripción y lo que ocurre realmente cuando alguien intenta hacer lo que tú describiste.
La primera diferencia es la forma antinatural de llevar a la niña. Cualquier padre, o cualquiera que haya llevado en brazos a una criatura durmiendo, sabe que uno transporta a un niño dormido verticalmente igual que Gerry cuando descendía por las escalerillas del avión, o cuando fue visto por los Smith. Nadie, digo nadie transporta a un niño de la forma que tú has descrito. ¿Por qué? Simplemente porque te rompe la espalda. Fíjate en la evidente incomodidad con la que está caminando el pobre hombre... Y te recuerdo que acababa de tener que saltar a través de una ventana que estaba cerrada. Algo ridículo, ¿no? Lo sería, si no fuese tan serio...
¿Cuán lejos crees que fue? Exactamente hasta donde fue pagado para ir: justo al otro lado de la calle, donde dejó a la niña después de haber terminado su papel. Si hubiese ido más lejos, su grito de alivio al soltar a la niña hubiese sido audible en todo Praia da Luz.
Ahora fíjate en la espalda del hombre. La inclinación del cuerpo para compensar el peso de lo que está transportando, lo que olvidaste recordar en el momento de tu descripción falsa. La inclinación de las piernas de la criatura, en conformidad a la inclinación natural, antedicha, del cuerpo del hombre. No, no apeles a los escasos detalles. Tú eres la que vio florecillas en el pantalón del pijama... Un tipo de detalle típicamente añadido por mentirosos, como tú, siempre mintiendo, en un intento inútil de convencer a los oyentes que las historias que salen de vuestras bocas son verdad, introduciéndole a la historia cada vez más detalles. Sabes exactamente de lo que hablo.
Y el cuerpo de la niña. Grabado y archivado, tenía la cabeza apoyada como es natural contra el pecho del hombre. Sobre el papel, el resultado de las evidentes mentiras de una conciencia culpable con una imaginación muy poco lúcida.
Para terminar, afirmando que viste lo que está ahora grabado y dándote cuenta solo media hora después que una niña de 4 años hija de unos amigos había desaparecido de su habitación, la conexión entre estos dos hechos es inmediata, obvia y natural. Ni siquiera tu estupidez hubiese evitado la conexión. Nunca hubiese existido una niña desaparecida ni siquiera durante un minuto. Un amigo consciente hubiese avisado a la policía, con una dirección clara en la que centrar sus esfuerzos, hubiesen estado buscando al tipo. Y no a una pequeña niña que se había extraviado...
¿Y no has sido lo suficientemente estúpida como para volver a la escena del crimen (que te dio la bienvenida del modo que lo hizo) para producir pruebas que te auto-inculpan? Bien, si existiera el Premio Nobel a la estupidez, y yo estuviera en el jurado, sin ninguna duda tendría un serio problema para escoger al ganador de entre todos vosotros.
Publicado por Textusa
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
Jane,
Hoy, voy a hacer lo imposible: intentar contaros algo. Aunque no es un mensaje difícil, ya que os lo han contado muchas veces ya, pero parece ser un concepto incomprensible para vuestro entendimiento. Así que ahí va: eres el ser humano más “espeso” que he tenido nunca el desplacer de haber conocido.
Sí, pon una de esas sonrisas falsas tuyas, esa que pones siempre que no tienes ni idea de la realidad que te rodea.
Sin querer desconcertarte a ti, ni a nadie más, déjame aclarar el sentido con el que utilicé la palabra “oxímoron”. No, no creo que seas una contradicción agridulce. Solo creo que eres estúpida. Ahora, llama a David y pídele que te lo explique.
En cualquier parte del proceso en el que intervienes, tienes la rara habilidad de meterte el pie en la boca. Eres infalible. Ahora, lo has vuelto a hacer con esta descabellada obra de ficción que fue esa representación (para ser una reconstrucción los hechos tendrían que haber ocurrido antes lo que definitivamente no es el caso) lo que intentaste otra vez (¿o intentarás?) es manipular la percepción del público sobre todo este asunto.
Esta vez habéis tenido la brillante idea de filmar a alguien cruzando la calle llevando una niña al igual que en tu descripción. Y tan estúpida como solo tú eres capaz de ser, has dado al mundo la prueba viviente de lo que todo el mundo cree de ti: que eres una mentirosa gilipollas.
No, no voy a entrar en la diferencia de vestimenta o de iluminación de esta escena teatral. Iré directa al grano, hechos sencillos. Y el hecho es que tenías a un hombre adulto, cruzando la calle de un lado a otro, con una niña de cuatro años sobre sus brazos. Está grabado, por lo tanto demasiado tarde para hacer nada sobre ello.
Ahora, mira la diferencia entre tu descripción y lo que ocurre realmente cuando alguien intenta hacer lo que tú describiste.
La primera diferencia es la forma antinatural de llevar a la niña. Cualquier padre, o cualquiera que haya llevado en brazos a una criatura durmiendo, sabe que uno transporta a un niño dormido verticalmente igual que Gerry cuando descendía por las escalerillas del avión, o cuando fue visto por los Smith. Nadie, digo nadie transporta a un niño de la forma que tú has descrito. ¿Por qué? Simplemente porque te rompe la espalda. Fíjate en la evidente incomodidad con la que está caminando el pobre hombre... Y te recuerdo que acababa de tener que saltar a través de una ventana que estaba cerrada. Algo ridículo, ¿no? Lo sería, si no fuese tan serio...
¿Cuán lejos crees que fue? Exactamente hasta donde fue pagado para ir: justo al otro lado de la calle, donde dejó a la niña después de haber terminado su papel. Si hubiese ido más lejos, su grito de alivio al soltar a la niña hubiese sido audible en todo Praia da Luz.
Ahora fíjate en la espalda del hombre. La inclinación del cuerpo para compensar el peso de lo que está transportando, lo que olvidaste recordar en el momento de tu descripción falsa. La inclinación de las piernas de la criatura, en conformidad a la inclinación natural, antedicha, del cuerpo del hombre. No, no apeles a los escasos detalles. Tú eres la que vio florecillas en el pantalón del pijama... Un tipo de detalle típicamente añadido por mentirosos, como tú, siempre mintiendo, en un intento inútil de convencer a los oyentes que las historias que salen de vuestras bocas son verdad, introduciéndole a la historia cada vez más detalles. Sabes exactamente de lo que hablo.
Y el cuerpo de la niña. Grabado y archivado, tenía la cabeza apoyada como es natural contra el pecho del hombre. Sobre el papel, el resultado de las evidentes mentiras de una conciencia culpable con una imaginación muy poco lúcida.
Para terminar, afirmando que viste lo que está ahora grabado y dándote cuenta solo media hora después que una niña de 4 años hija de unos amigos había desaparecido de su habitación, la conexión entre estos dos hechos es inmediata, obvia y natural. Ni siquiera tu estupidez hubiese evitado la conexión. Nunca hubiese existido una niña desaparecida ni siquiera durante un minuto. Un amigo consciente hubiese avisado a la policía, con una dirección clara en la que centrar sus esfuerzos, hubiesen estado buscando al tipo. Y no a una pequeña niña que se había extraviado...
¿Y no has sido lo suficientemente estúpida como para volver a la escena del crimen (que te dio la bienvenida del modo que lo hizo) para producir pruebas que te auto-inculpan? Bien, si existiera el Premio Nobel a la estupidez, y yo estuviera en el jurado, sin ninguna duda tendría un serio problema para escoger al ganador de entre todos vosotros.
Publicado por Textusa
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí