IOL Diário
Gonçalo Amaral considera que no hay voluntad política de reabrir el proceso
Por redacción - 3 de mayo de 2007
Con “alguna ironía” y defendiendo siempre la tesis de que Madeleine McCann murió la noche del 3 de mayo de 2007, en el apartamento de Praia da Luz, donde pasaba sus vacaciones con la familia, Gonçalo Amaral, ex inspector coordinar de la Policía Judiciaria, reconoce a TVI24.pt tener dudas sobre si la aparición de un cuerpo “sería suficiente para reabrir el caso”. A pesar de eso, añade, “los fiscales no son eternos, los primeros ministros tampoco lo son. Vivimos en una democracia y esto va a cambiar.”
Dos años después de desaparecer Maddie, el hombre que lideró la investigación durante seis meses y acabó destituido del caso, afirma que, en este momento “la voluntad que existe es la de mantener todo en silencio, sin hablar mucho del tema.” Todavía, espera que “alguien influyente” con coraje reabra la investigación. “Llegará dice: “Sabremos, de una vez por todas, lo que pasó aquí”, afirma esperanzado.
De la investigación que lideró extrae dos lecciones. “La presión política no puede existir en el ámbito de las investigaciones criminales” es la primera a la que se refiere. Aunque la segunda es más bien personal: “Nosotros decimos muchas veces que sí, aunque siempre hay un momento en que podemos decir que no. Podemos abdicar de nuestras carreras y hacer algo bueno en busca de la justicia y de la verdad.”
“Quisieron llenarnos de avistamientos”
Apartado del caso después de afirmaciones polémicas sobre sus colegas británicos, Gonçalo Amaral, se reafirma en las acusaciones y va más lejos: “Hubo una gestión de la información por parte de la policía inglesa”. “Muchas cosas fueron ocultadas y quisieron llenarnos de avistamientos”, añade.
En seguida da dos ejemplos. El primero denuncia la asociación de comportamientos sospechoso de uno de los miembros del grupo de amigos, que estaba de vacaciones en el Algarve, David Payne, fue hecha el 16 de mayo de 2007, por una médica a la policía británica. “La información llegó a Portugal en octubre, después de haberme ido”, recuerda.
Aunque si esta información acabó por llegar con meses de retraso, otra nunca fue vista. El ex PJ recuerdo que fue hecho, con el consentimiento de las autoridades portuguesas, una petición a los turistas para que enviasen fotografías, del día y la noche de la desaparición de Maddie. El objetivo “era identificar a alguien sospechoso que apareciera vigilando a la familia”, cuenta. Mientras tanto, a pesar “de lo mucho que llegó a la policía inglesa, ninguna de esas imágenes llegó hasta nosotros.”
Muchas diligencias por realizar
Preguntado sobre si aun está investigando el caso, Gonçalo Amaral dice que no, a tvi24.pt, usar el término investigación porque “se dedica a otras cosas en la vida”. Todavía, admite que ha “mantenido contactos con otras personas, entre las cuales hay, policías jubilados, portugueses y extranjeros” que “están analizando todo el proceso, para averiguar lo que se hizo y qué diligencias aun faltan por hacer.”
A pesar de que el archivo no fue una sorpresa, defiende que fue precipitado y que “hay mucho por esclarecer”. Como, por ejemplo, “saber si David Payne, uno de los últimos en ver a Maddie, estuvo o no con Kate en el apartamento y si bañó a los niños.” Este nombre es, además, una pieza de puzzle que considera “fundamental” para aclarar “lo que realmente sucedió aquel día”.
Incluso así insiste: “Lo que sucedió está en el proceso. Hay indicios de que, en aquel espacio, ocurrió la muerte de aquella niña. Ahora, para descubrir las circunstancias y la eventual implicación de terceros es necesario reabrir el proceso, y avanzar en este sentido. Eso era lo que estábamos haciendo cuando fue destituido”.
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
Gonçalo Amaral considera que no hay voluntad política de reabrir el proceso
Por redacción - 3 de mayo de 2007
Con “alguna ironía” y defendiendo siempre la tesis de que Madeleine McCann murió la noche del 3 de mayo de 2007, en el apartamento de Praia da Luz, donde pasaba sus vacaciones con la familia, Gonçalo Amaral, ex inspector coordinar de la Policía Judiciaria, reconoce a TVI24.pt tener dudas sobre si la aparición de un cuerpo “sería suficiente para reabrir el caso”. A pesar de eso, añade, “los fiscales no son eternos, los primeros ministros tampoco lo son. Vivimos en una democracia y esto va a cambiar.”
Dos años después de desaparecer Maddie, el hombre que lideró la investigación durante seis meses y acabó destituido del caso, afirma que, en este momento “la voluntad que existe es la de mantener todo en silencio, sin hablar mucho del tema.” Todavía, espera que “alguien influyente” con coraje reabra la investigación. “Llegará dice: “Sabremos, de una vez por todas, lo que pasó aquí”, afirma esperanzado.
De la investigación que lideró extrae dos lecciones. “La presión política no puede existir en el ámbito de las investigaciones criminales” es la primera a la que se refiere. Aunque la segunda es más bien personal: “Nosotros decimos muchas veces que sí, aunque siempre hay un momento en que podemos decir que no. Podemos abdicar de nuestras carreras y hacer algo bueno en busca de la justicia y de la verdad.”
“Quisieron llenarnos de avistamientos”
Apartado del caso después de afirmaciones polémicas sobre sus colegas británicos, Gonçalo Amaral, se reafirma en las acusaciones y va más lejos: “Hubo una gestión de la información por parte de la policía inglesa”. “Muchas cosas fueron ocultadas y quisieron llenarnos de avistamientos”, añade.
En seguida da dos ejemplos. El primero denuncia la asociación de comportamientos sospechoso de uno de los miembros del grupo de amigos, que estaba de vacaciones en el Algarve, David Payne, fue hecha el 16 de mayo de 2007, por una médica a la policía británica. “La información llegó a Portugal en octubre, después de haberme ido”, recuerda.
Aunque si esta información acabó por llegar con meses de retraso, otra nunca fue vista. El ex PJ recuerdo que fue hecho, con el consentimiento de las autoridades portuguesas, una petición a los turistas para que enviasen fotografías, del día y la noche de la desaparición de Maddie. El objetivo “era identificar a alguien sospechoso que apareciera vigilando a la familia”, cuenta. Mientras tanto, a pesar “de lo mucho que llegó a la policía inglesa, ninguna de esas imágenes llegó hasta nosotros.”
Muchas diligencias por realizar
Preguntado sobre si aun está investigando el caso, Gonçalo Amaral dice que no, a tvi24.pt, usar el término investigación porque “se dedica a otras cosas en la vida”. Todavía, admite que ha “mantenido contactos con otras personas, entre las cuales hay, policías jubilados, portugueses y extranjeros” que “están analizando todo el proceso, para averiguar lo que se hizo y qué diligencias aun faltan por hacer.”
A pesar de que el archivo no fue una sorpresa, defiende que fue precipitado y que “hay mucho por esclarecer”. Como, por ejemplo, “saber si David Payne, uno de los últimos en ver a Maddie, estuvo o no con Kate en el apartamento y si bañó a los niños.” Este nombre es, además, una pieza de puzzle que considera “fundamental” para aclarar “lo que realmente sucedió aquel día”.
Incluso así insiste: “Lo que sucedió está en el proceso. Hay indicios de que, en aquel espacio, ocurrió la muerte de aquella niña. Ahora, para descubrir las circunstancias y la eventual implicación de terceros es necesario reabrir el proceso, y avanzar en este sentido. Eso era lo que estábamos haciendo cuando fue destituido”.
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí