9 de diciembre de 2009

Caso Grégory - Nuevas huellas y las mismas preguntas


8 de diciembre de 2009

Por Marie Desnos


Tres huellas genéticas, entre ellas una femenina, han sido descubiertas en una de las cartas enviadas por el cuervo a los padres del pequeño Grégory. Pero si estas huellas excluyen a Christine Villemin, siguen siendo difíciles de explotar.

Un aparente avance en la investigación sobre la muerte del pequeño Grégory. El abogado de los padres del niño encontrado muerto el 16 de octubre de 1984, el Sr. Thierry Moser, revelo el lunes que una de las cuatro cartas enviadas por un “cuervo” (Nota de Mila: un anónimo), a la familia Villemin antes y después del asesinato de su hijo, y sometidas a peritajes recientemente, presenta una mezcla de tres ADN. Estas huellas genéticas fueron encontradas en la solapa interior de la carta de reivindicación del asesinato del niño, fechada el día de la muerte del niño. El laboratorio "Biomnis indica haber descubierto tres ADN, de los cuales uno es femenino y predominante, con exclusión total y sin ambigüedades de Christine Villemin”, precisó el Sr. Thierry Moser, a la agencia Associated Press. Preguntado por Europa 1, declaro que se trataba de elementos "interesantes" que exigían ser desarrollados científicamente.

Sin embargo, el Fiscal General de Dijon, Jean-Marie Beney, se mostró más reservado sobre la importancia de esta revelación."Son elementos que figuran en el informe del 21 de octubre”, que yo había decidido silenciar porque "se trata de huellas que están en el límite de detección y que son complejas", subrayó en una entrevista a Reuters."Están muy mezcladas y (...) son tanto más difíciles de explotar cuanto que las cartas pasaron por muchas manos”.

Otras dos huellas encontradas en Octubre

A finales de octubre, nos enteramos de que los análisis habían permitido detectar las huellas genéticas de un hombre y de una mujer en otra carta del “cuervo”, enviada en julio de 1985, nueve meses después de la muerte del niño, y también después de la muerte de Bernard Laroche, el primer sospechoso en el caso, que fue asesinado por Jean-Marie Villemin, el padre de Grégory. Otras huellas fueron detectadas en la ropa del niño y en la cuerda utilizada para atar al niño de cuatro años y medio antes de arrojarlo al rio Vologne (Vosges).



El pequeño Grégory Villemin fue encontrado muerto el 16 de octubre de 1984, atado de pies y manos en el Vologne, un río cercano a su domicilio en Lépanges-sur Vologne en los Vosgos. Bernard Laroche, primo del padre de Grégory, fue inculpado, luego liberado, antes de ser asesinado por Jean-Marie Villemin el 29 de marzo de 1985. La madre del niño también fue sospechosa durante un tiempo antes de ser exonerada en 1993. En las conclusiones de la decisión que exoneraba a Christine Villemin, Bernard Laroche volvió a ser señalado como sospechoso potencial. La investigación ha sido reabierta en diciembre de 2008, siete años y medio después de su archivo definitivo, a petición de los padres de Grégory, que contaban con los progresos de la ciencia para arrojar luz sobre la muerte de su pequeño.

Desde el principio, los expertos han advertido de que las posibilidades de determinar al o los responsables del crimen eran escasas. Ellos justamente ya se esperaban que los indicios, manipulados en numerosas ocasiones y sin precauciones, solo desvelen una mezcla indescifrable de perfiles de ADN. Sin embargo, estas misteriosas cartas, 25 años después de este drama terrible que apasionó y aterrorizó a toda Francia, son el indicio principal, y prácticamente la única esperanza de descubrir un día quien mató al pequeño Grégory Villemin.

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Traducción de Mila