10 de diciembre de 2009
Por Patricia Jolly, enviada especial a Lille
Nicolas Willot estaba acostumbrado a llenar de gasolina el depósito de su coche en Bélgica, donde este combustible es más barato. Un día de junio, el joven de 24 años y originario de Aulnoye-Aymeries (Norte) aprovechó el viaje para aligerar su maletero de un pesado fardo: el pequeño cuerpo de su hijastra, Typhaine, de 5 años de edad.
Los hechos
El miércoles 9 de diciembre, también aligeró su conciencia. Siguiendo sus indicaciones, policías belgas y franceses, asistidos por perros pisteros descubrieron por la tarde, los restos de una niña en las malezas de un bosque del municipio de Marcinelle, cerca de Charleroi. "No hay duda de que se trata de Typhaine" afirmó a Le Monde el sr Emmanuel Riglaire, el abogado de Nicolás Willot y su compañera Anne-Sophie Faucheur, la madre de Typhaine, de 23 años de edad.
Aunque la autopsia debía tener lugar el jueves 10 de diciembre, el Fiscal de la Republica de Valenciennes indicó que los primeros indicios recogidos confirman las sospechas de actos de maltrato.
Durante meses, Anne-Sophie Faucheur y Nicolas Willot interpretaron a la perfección la tragedia de unos afligidos padres, afirmando que la niña se había evaporado el 18 de junio en el centro de la ciudad de Maubeuge y desencadenando búsquedas masivas. Hasta el martes 1 de diciembre. Puestos en detención preventiva por los investigadores del SRPJ (Nota de Mila: Servicio regional de policía judicial) de Lille, confesaron por separado que Typhaine, a la que describieron como una niña difícil, murió en su domicilio en la noche del 10 al 11 de junio, "de un castigo que salió mal”.
Inculpados por violencias y heridas voluntarias causantes de muerte sin intención de darla y por denuncia de delito imaginario, la Sra. Faucheur y el Sr. Willot fueron inmediatamente detenidos.
Según la versión del Sr. Willot, Typhaine que había hecho pipi en la cama en la noche del 10 de junio, fue violentamente proyectada bajo una ducha fría por la Sra. Faucheur, un gesto que la habría hecho morir. Bombero voluntario y camillero en el hospital de Maubeuge, el Sr. Willot habría intentado en vano un masaje cardíaco antes de guardar el cuerpo de la pequeña, durante unos días, en el sótano, para después abandonarlo en Bélgica.
Bautizo
Tres días después del drama, la pareja que planeaba su boda, bautizó a Apolline, hoy de 1 año de edad, la hija que tuvieron juntos. Tanto Typhaine como Caroline, su hermana mayor, habían nacido de una unión anterior de Anne-Sophie Faucheur con François Taton. A los pocos curiosos que se extrañaron de la ausencia de Typhaine en el bautizo, la Sra. Faucheur explicó que la había dejado sola en casa por miedo a que su padre intentara recuperarla.
Criada en el extrarradio de Lille desde su nacimiento, por su padre y su abuela paterna, Marie-Josée Taton, ella misma madre de doce hijos, Typhaine apenas conocía a su madre cuando esta la recogió a la salida del jardín de infancia, el 22 de enero, con el falso pretexto de que el Sr. Taton había tenido un accidente. No habiendo ninguna solicitud, ante un juez, referente a la custodia en el momento de la separación, el Sr. Taton había emprendido los trámites para recuperar a su hija.
"Typhaine, que solo veía su madre en Navidad y en sus cumpleaños, se encontró en casa de unos perfectos desconocidos", explicó su abuela a Le Monde. ¿Por qué se la llevo Anne-Sophie? Ella me dijo por teléfono, que “si no se acostumbra, yo os la devuelvo”... No fui a buscarla porque queríamos hacer las cosas con todas las de la ley…”
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Traducción de Mila.
