12 de diciembre de 2209
"Yo no estoy detrás del virus de la gripe A… por eso, ellos (los McCann) no pueden culparme", respondió Gonçalo Amaral a la salida del Palacio de Justicia, cuando fue confrontado con la hipótesis de que los McCann tenían dudas de la enfermedad de su abogado, hecho que llevó ayer al aplazamiento del juicio que enfrenta al matrimonio inglés con el ex inspector de la PJ.
El matrimonio McCann llegó el jueves por la noche a Lisboa para estar presente en el juicio de la providencia cautelar interpuesta a la comercialización de la obra " Maddie: la Verdad de la Mentira", de Gonçalo Amaral, decretada el nueve de septiembre. La sesión que estaba prevista para las 9h45 fue aplazada como consecuencia del ausencia de António Cabrita, abogado de Gonçalo Amaral, que tuvo que quedarse en casa por estar en cuarentena debido a la gripe A.
El ex inspector dijo, a su llegada, no estar preocupado con el reencuentro con los McCann ya que lo que está en causa es "un libro apoyado en una investigación judicial" y "que reúne el consenso de otros colegas de profesión".
Antes de la salida de los padres de la niña inglesa, el autor del libro no quiso responder a los periodistas ingleses, remitiendo cualquier aclaración para un momento más tranquilo y oportuno. "Los periodistas británicos tienen que ser conscientes de la campaña de difamación que realizaron desde el primer día contra mi persona", argumentó cuando fue preguntado sobre el silencio con los medios de comunicación británicos.
El matrimonio salió del tribunal más tarde, cerca de las 10h10, y subrayó que este aplazamiento no los desilusiona y que ni siquiera pensaron si van a volver o no a Lisboa en enero, para el que será el inicio del juicio. "Se mantiene la decisión sobre la prohibición del libro, por eso no hay ninguna razón para que estemos deprimidos con este aplazamiento", dijeron, reiterando que "la búsqueda de Maddie sigue" y cuentan con "la ayuda de la gente".
Bajo un clima cargado de provocaciones, el matrimonio se dirigió hacia el coche, donde siguieron con su abogada. El movimiento Ciudadanos por la Defensa de los Derechos y Libertades estuvo presente para distribuir claveles rojos, recordando el 25 de abril.
Los miembros de este proyecto llegaron prácticamente al mismo tiempo que Gonçalo Amaral e incluso los periodistas quisieron entregar claveles rojos como símbolo de un derecho que dicen no está siendo respetado. Además de este grupo surgieron, a la puerta del tribunal, algunos simpatizantes que entonaban gritos de apoyo al ex inspector.
Al final, posiblemente es desconocido el significado que el clavel rojo tiene para los portugueses, incluso Kate McCann aceptó uno de los claveles y lo llevó consigo. La madre de la niña había recordado segundos antes que "la libertad de expresión no puede pensar más que el respeto a la persona", ni estar por encima de los valores familiares.
Traducción de Mercedes
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