EXCLUSIVA para mccannfiles.com
Por Dr. Martin Roberts
19 Enero 2010
LA TANNER EN ACCIÓN
Si las mentiras son a dos el penique, entonces una “tanner” (moneda de seis peniques) debería darte por lo menos una docena.
Jane Tanner es la mujer invisible, capaz de pasar ante dos personas en una calle desierta sin ser percibida; ni siquiera por el que estaba de frente a ella en ese momento.
Su agudeza visual es tal que, bajo una escasa iluminación artificial, por la noche, y a una distancia de más de 5 metros, fue capaz de determinar de un vistazo el pequeño motivo sobre el pantalón del pijama de un niño recostado (que ella podía ver), así como sugerir el color de la parte superior (que no podía ver), a pesar del tono anaranjado proyectado por la luz de las farolas (“Siento, pensé que vi un pijama rosa y pensé que podía ver colores pero no lo sé, estaba bastante naranja así que no sé”). Y sin embargo la criatura estaba siendo transportada por un adulto con unas características faciales aparentemente no discernibles, ni siquiera de perfil.
No obstante, la versión oficial dada por Tanner a la PJ en su primera declaración, tomada el 4 de mayo de 2007, registra que “cuando fue preguntada, ella dice que probablemente sería capaz de identificar al individuo que vio, siendo capaz de identificarle por el perfil y por su manera de caminar”. Por lo tanto Jane Tanner consiguió extraer suficiente información de su encuentro para permitirle identificar al peatón nocturno que vio cruzando la calle frente a ella. Ella creyó que era Robert Murat.
Comprensiblemente deseosos de asegurase que Jane Tanner podría reconocer posteriormente a Robert Murat como el individuo que vio la noche de la desaparición de Madeleine McCann, la policía portuguesa ejecutó una modesta “vigilancia”. Situaron a la Sra. Tanner en el interior de un vehículo sin identificar, cuyos cristales tintados le permitían ver el exterior sin ser vista, estacionaron el vehículo en el mismo lugar donde ella afirmaba haber estado la noche del 3 de mayo. Mientras Robert Murat, acompañado por oficiales de paisano, cruza la calle del mismo modo que la persona que avistada por ella, Jane Tanner insiste en que fue Robert Murat a quien vio aquella noche. Reconoce su forma de caminar.
Robert Murat, estoy seguro, no se ofendería porque alguien remarcase su rasgo definitorio, que no es la disposición de sus pies. Debido a un desafortunado accidente de motocicleta siendo joven, ahora solo tiene un ojo viable. Las gafas son esenciales y las usa constantemente. Por lo tanto, mientras posee una comprensible parcialidad visual, esto no se refleja en el movimiento de sus miembros, que son perfectamente normales. Seguramente alguien con una visión nocturna tan aguda como para describir el motivo, forma y tono de un pequeño trozo de tela vislumbrado a distancia, hubiese notado que el portador de la criatura utilizaba gafas, incluso visto de lado. No lo hizo. Por lo tanto no era Robert Murat, a quien Tanner reconoció simplemente sobre la base de su “decidida” forma de caminar.
La memoria de Tanner tiene la extraordinaria característica de hacerse más clara con el tiempo y estímulo. “Inducida” cognitivamente, ella ve a la criatura en pijama tal como era, más que el fardo amorfo de tela que podría haber parecido con anterioridad. Solo costó ese estímulo extra para que las cosas encajaran. Ella misma ha dicho que no recordó el pijama hasta que fue puesta bajo un “hechizo” cognitivo varias horas después del avistamiento original. El 20 de noviembre de 2007 dijo al periódico The Sun que “sobre las 23h15, llegaron dos policías y se lo conté. Después llegó el DIC. Hicieron esto llamado técnica cognitiva, donde te trasladan al momento concreto, y fue entonces cuando recordé el pijama.” Pero ¿qué fue lo que le dijo a los dos policías que llegaron primero?
Uno de los oficiales en cuestión era Nelson Filipe Pacheco da Costa (Patrulla de la GNR), quien después informó que “…su compañero fue a comprobar la zona circundante a los apartamentos y el Tapas Bar, mientras que el testigo permaneció junto al apartamento, justo delante. En ese momento una mujer… que estaba en el apartamento de al lado, dijo que ella había visto a un individuo transportando una criatura, corriendo, y que por el pijama que llevaba puesto podría haber sido Madeleine.
Ya hay casos registrados de psicópatas fingiendo la hipnosis (Por ejemplo Albert Bianchi), así que presentando la idea del pijama (habiendo expresado con anterioridad lo mismo), después de haber sido dado por la policía un pequeño empujoncito a la psique, no es nada original.
Con Jane sabes quienes son tus amigos. ¿O no? El 8 de abril de 2008 dijo lo siguiente, entre otras cosas, al detective de la Policía de Leicestershire que la estaba entrevistando en ese momento:
Jane Tanner: “Errr… así que, yeah… así que, David… así que, dijimos… decidimos, oh yeah, iremos y será agradable ver a todo el mundo, y conocemos a Kate y Gerry, haríamos una especie de socialización con ellos pero probablemente no tan bien como a los demás… como a las otras dos parejas.”
Policía de Leicestershire: “Mmm..”
JT: “Errr… pero ellos habían estado de vacaciones con David y Fiona ante y así que… y ellos tienen niños de la misma también, tú sabes. Obviamente Madeleine es de la misma edad que E***, así que una parte de buen grupo.”
PL: “¿Así que los conocías a todos pero no habíais estado todos de vacaciones como un grupo antes?”
JT: “No, habíamos estado con Matt y Rachael y David y Fiona. Y David y Fiona habían estado con Kate y Gerry pero no habíamos estado, no lo los ocho, o los nueve incluyendo la madre de Fi, no habíamos estado de vacaciones antes.”
Un año antes y la información que expuso podría haber sido un poco distinta.
“En septiembre de 2003, los McCann y sus amigos Matthew Oldfield, Rachael Mampilly, Russell O’Brien y Jane Tanner pasaron una semana en Umbria, Italia, donde acudieron para asistir a la boda de David y Fiona Payne.” (La Investigación Prohibida).
Ni David ni Fiona Payne son italianos. Por lo tanto, se encontraron seis amigos en la boda de otros dos amigos, todos juntos en un país extranjero. Eso para mi suena bastante como ocho personas de vacaciones, y si un médico cualificado no puede llegar a “ocho” como la suma de seis más dos entonces algo va seriamente mal con nuestro sistema educativo (Vale, sabemos que ese es el caso, pero nadie podría sospechar que los estándares hubieran caído tan bajos).
Esto es, lo mires como lo mires, un vergonzoso catálogo de deliberadas falsedades. Pero si puedes conocer a un hombre por las compañías que mantiene, así como admitir la igualdad de sexos, entonces Jane Tanner no estaba sola en su mendacidad; ni mucho menos. La hipocresía de Gerry y Kate McCann es risiblemente patente. Matthew Oldfield habla de sus actividades en el interior del apartamento como si su perspectiva fuese desde el exterior del mismo. ¿Es de extrañar que ellos fueran los protagonistas en el inspirado documental de los McCann “Madeleine estuvo Aquí”?
Bien accidental o deliberadamente, el “avistamiento Tanner” se ha convertido en el mayo* alrededor del cual otros hilos de colores del cuento de hadas de los McCann están entrelazados. Sin embargo tiene más caras que una moneda de tres peniques, lo que sugiere que un plan podría haber tenido un papel y que esto no es exactamente un caso de “the tail wagging the dog” (el rabo agitando al perro. Indica una situación donde un pequeña parte es la que controla el todo).
El aparentemente fortuito avistamiento de Jane Tanner es el penúltimo de un popurrí de eventos detallados, en primera instancia en beneficio de la PJ, por los miembros del Tapas 7. Fueron tan escrupulosos en relación a la cronología de la secuencia general, que encontraron adecuado anotarla dos veces, con pequeñas, y a la vista de ello insignificantes, correcciones. Al igual que con tantas cosas, el proceso en sí mismo acaba siendo tan interesante como el resultado.
Los detalles específicos son como siguen:
La primera lista:
20h45 Se reúne todo el mundo en la piscina para la cena.
21h00 Matt Oldfield escucha en las ventanas de los apartamento 5A, B, D
TODAS las persianas están cerradas
21h15 ¿Gerry McCann va a la habitación? Puerta del dormitorio abierta
21h20 Jane Tanner controla el 5D, ve a extraño transportando criatura
21h30 Russell O’Brien en 5D, hija enferma
21h55
22h00 Kate da la alarma.
La segunda lista:
20h45 Piscina
Matt regresa 21h00 – 21h05 – escucha en todos, los tres tienen persianas cerradas
Gerry 21h10 – 21h15 - ¿va a la habitación puerta dormitorio abierta
21h20/25 Jane controla apartamento 5D. Ve extraño con criatura
21h30 Matt ve a los gemelos
21h50 Regresa Russell
21h55 Kate ve que Madeleine ha desaparecido
22h00 Alarma
Estas listas que ya estaban elaboradas en el momento en que llegaron a la escena los primeros oficiales de la GNR, incluyen ambas una anotación compartida casi literal: “Jane (Tanner) controla apartamento 5D. Ve a un extraño transportando una criatura.” El tema de esta observación experimentaría posteriormente angustia y remordimiento en igual medida; angustia que la inhibió, según nos han dicho, de contarle a los padres de Madeleine McCann, a la primera oportunidad, que ella había visto personalmente a alguien que podría haberse llevado a la niña, y remordimiento por no haberlo hecho hasta varias horas después, una vez que había recordado el pijama; el mismo pijama que había mencionado anteriormente a las 23h15 cuando pensó que su avistamiento era suficientemente importante para llamar la atención de la GNR. Así que ¿por qué no querría informar a los McCann, incluso bajo coacción? Se hace patente a través de sus declaraciones a la policía, tanto en Portugal como en retrospectiva, que su encuentro al estilo secuestro” fue una sorpresa para Gerry McCann cuando lo oyó mencionar por primera vez.
Angustia, remordimiento y una revelación o dos
De la entrevista rogatoria (Exhorto) deducimos lo siguiente:
Jane Tanner: “No quise contárselo a Kate en ese momento, lo que podría sonar raro ahora, tú sabes, “Oh, por qué no se lo dijiste a Kate inmediatamente”, pero, tú sabes, el pensamiento de decirle a la madre de una niña que tú la podrías haber visto siendo llevada es, es demasiado horrible para incluso decirlo. Por lo que solo se lo dije a Fi, errm… tú sabes, “Creo que podría haber visto a alguien un poco extraño cuando volví para hacer uno de los controles”. Y no sé si ella, quiero decir, ella era algo así como… No sé si ella lo interiorizó adecuadamente, pero, errm… y entonces ellos simplemente continuaron… continuaron la búsqueda.”
Noticias demasiado delicadas para los oídos de Kate se limitan por lo tanto a Fiona Payne. ¿O no? Volviendo en el tiempo (4 de mayo de 2007) Jane Tanner prestó declaración como testigo en el sentido de “Por lo que ella (sic) respecto al hombre que vio, ella solo habló con Gerald sobre esto, sin entrar en detalles, y a la policía.”
Así que después de todo no fue con Fiona Payne con quien habló, sino con Gerry McCann. Bueno, tal vez eso dependa de si existe una “R” en el mes. El registro testimonial de Jane Tanner es análogo al de la dama que confiesa adulterio dos veces – una con el vecino y otra con la alineación completa del club de Rugby (Son 15 jugadores), tal como revela un mejor examen de su entrevista Rogatoria.
PL: “¿Con quién más habló?”
JT: “Intento recordar el orden… fue, como una especie de… primero fue con Rachael, después con Fi y no puedo recordar cuándo regresaron Russell y Matt, ellos volvieron a, errm… tut (chasquido de la lengua), no sé si volvieron primero o se lo dije a ellos o a quien estaba allí, pero tan pronto, la policía… cuando llegó la policía, sé que Rachael fue directa a ellos para decir, para que yo pudiera contarle a la GNR, creo… yeah, la GNR, lo que había visto, pero no sé si se lo dije a alguien más. No puedo recordar cuando personas como Sylvie, que era la traductora… no estoy segura si cuando llegó ella si fue antes de llegar a la policía o después de llegar la policía o cuando, pero…”
PL: “¿Pero se lo contaste a la Policía cuando llegó?”
JT: “Yeah, cuando llegaron, Rachael, creo, fue a buscar a la GNR y le conté al tipo de la GNR y entonces en realidad cuando llegó la PJ vinieron a buscarme para hablar con la, la PJ”.
La secuencia real de la divulgación es confirmada muy después durante la entrevista:
“Rachael fue la primera persona que quien se lo conté. Y después Fiona y después creo que cuando Russell y Matt o Russell y Dave, quien fuera que volví, yo entonces, entonces se lo dije a ellos.”
Al igual que el marido cornudo, Gerry McCann está visiblemente ausente de la lista. La propia declaración como testigo de Rachael Oldfield del 11 de mayo de 2007, confirma:
“Además de eso, sobre 10 minutos después de que Kate diera la alarma de la desaparición, la declarante estaba con Jane en el apartamento contiguo. Mientras hablaban, Jane le contó que cuando había vuelto para ver a sus hijas, y pasado ante Gerald hablando con “Jez”, ella vio a un hombre con una criatura, sobre sus brazos, lo que no sería un bebé y podría haber tenido más o menos la edad de Madeleine… Preguntada, dice que, inicialmente Jane se centró más en la descripción del hombre y, solo unos días después, hizo referencia a la vestimenta que la criatura llevaría puesta, que sería un pijama.
Por lo tanto el mundo y su vecino conocía el avistamiento de Tanner del “hombre transportando una criatura” casi desde el principio, pero “criatura en pijama” fue un desarrollo posterior por supuesto a menos que resultaras ser el patrullero de la GNR, Nelson Filipe Pacheco da Costa.
PL: “Así que cuando entraste en el apartamento de Gerry y Kate ¿quién más estaba allí?”
JT: “Errm… Creo que estaba Russ… Creo que Russel vino conmigo y estaba Sylvie que era la traductora.
“No puedo recordar cual… había alguno… había un tipo de la PJ sentado sobre la… junto a la mesa. Y estaba Gerry que se encontraba de pie cerca de… la puerta del dormitorio.”
PL: “Y ¿Cómo se encontraba Gerry en ese momento?”
JT: “Oh estaba simplemente, bueno obviamente, obviamente angustiado…”
PL: “¿Y cuál fue la reacción de Gerry a lo que contaste?”
JT: “Bueno ni siquiera sé si lo interiorizó, quiero decir, él estaba simplemente… él estaba, tú sabes, obviamente simplemente allí de pie mirando absolutamente horrorizado, así que…”
Por lo tanto, a pesar de que Gerry McCann se encontraba justo al lado mientras Russell O’Brien escribía la cronología que contiene el avistamiento de Jane Tanner (en efecto, tal como otros han establecido, estaba sentado a la mesa en ese momento), parece haberse quedado desconcertado por la revelación personal de Tanner. Una visión simpática de esta reacción sería que Gerry se alarmó al descubrir que pareció pasar por alto una oportunidad de intervenir. Una interpretación más socarrona recae sobre la suposición de que en realidad GM facilitó a O’Brien y Oldfield los detalles de la cronología, así como el libro de la niña sobre el que pudieron anotarla (esto último es altamente probable, después de todo el libro era propiedad de Madeleine). Aunque existe otra posibilidad.
Las habilidades de actuación de Gerry McCann son, digamos, notablemente subdesarrolladas. No puede ocultar su propia incomodidad cuando se enfrenta a preguntas difíciles en público, por ejemplo. ¿Es probable entonces que hubiera fingido sorpresa en beneficio de Jane Tanner? Si no, y su sorpresa era por lo tanto genuina, ¿por qué parecería “horrorizado”? Seguramente si no había pasado mucho tiempo desde que su hija se hubiera desvanecido, su rostro debería haber transmitido algo más parecido al alivio, posiblemente incluso un cierto ánimo, dado que alguien podría estar en condiciones de identificar, o por lo menos ayudar a identificar, al secuestrador de su hija.
Simplemente jugando a ser abogado del diablo y suponiendo que, cualquier otra cosa, Madeleine no fue secuestrada, proporciona una explicación inmediata para el asombro de Gerry. ¿Cómo puede Jane Tanner estar en condiciones de saber algo sobre los detalles de un hecho que no tuvo lugar? Que alguien debiera presentarse con una validación independiente de una mentira debe de haber sido cuanto menos inquietante. Aun más inquietante para Gerry McCann fue la continua insistencia de Jane Tanner posteriormente.
Otros comentaristas han apuntado previamente cómo los McCann han sido cuidadosos de diseminar sus opiniones/afirmaciones etc. entre los amigos cercanos, familia y varias “fuentes”, haciendo mucho más difícil dejar la culpa en su puerta por cualquier distorsión; una disociación deliberada. Bajo las circunstancias correspondientes a las primeras horas del 4 de mayo de 2007, uno podría razonablemente esperar que los McCann se hubieran aferrado a las revelaciones de Jane Tanner sin reservas desde el principio. Aunque parece que no lo hicieron. A pesar de que todos mencionaron el “avistamiento” de Tanner durante sus respectivas entrevistas con la policía, Gerry, en lugar de elaborar la descripción avanzada por Tanner cuando tuvo la oportunidad, simplemente dijo a la policía que le preguntaran a ella si querían más detalles. En realidad esta no es una actitud desesperadamente obstinada, sugiriendo que Gerry no estaba totalmente inmerso en la representación de los hechos de Tanner.
Si bien esto pudiera parecer estar haciendo concesiones, o dar demasiada importancia a la situación, el punto es inexorablemente ampliado por los ejemplos de la conducta posterior de los McCann hacia su testigo estrella y lo que ella tenía que decir. Aislados, quizás. Contradictorios, no.
Durante una entrevista (y ha habida bastantes), la confianza de Jane Tanner en su historia, no así su grado de precisión, ha sido inquebrantable. Desde el principio ella estaba segura que podía identificar al hombre que había visto en la oscuridad (a una distancia de 50 metros según Kate McCann). ¿No es por lo tanto un poco extraño, cuanto menos, que los McCann no hubieran alentado ni una sola vez la producción de una “imagen” en beneficio de todas aquellas personas que presuntamente estaban buscando a su hija? La tarea fue dejada para los Pinkertons. No fueron los McCann sino la agencia española de detectives Método 3 quien encargó el comprensiblemente ridiculizado retrato robot de “Bundleman”, transcurridos cinco meses desde la desaparición de Madeleine.
Muy urgente. ¿Qué pasa con la fe en los amigos? La ilustración obvia de este caso debe ser el documental, “Madeleine estuvo aquí”, y la reconstrucción que no lo fue. ¿Quién de nosotros, habiendo visto esta producción, puede olvidar la confluencia de las “pruebas” de Gerry McCann y Jane Tanner – la certeza; la impecable unanimidad? Lo que recordamos, tan claro como el agua, son los desacuerdos, el dogma McCann y las lágrimas que afloraron inmediatamente después. ¿Entonces de qué iba todo esto? Sin lugar a duda, la disociación de Gerry McCann de la historia de Jane Tanner fue evidente, incluso después de un intervalo de dos años.
Si debía centrarse la atención sobre el demoníaco secuestrador cruzando la calle ante tres espectadores (Gerry, Jane y Jes Wilkins), ¿qué importaba en qué lado de la carretera estaban Gerry y su compañero de tenis en ese momento? En lo que se refiere al “secuestrador”, nada en absoluto, ya que uno u otro de los conversadote deberían haberlo visto, cualquiera que fuera el lado de la carretera en el que estuvieran. ¿Pero y Jane? El sentido común dice que, si hubiera pasado junto a ellos estando en el mismo lado de la calle (tal como ella afirma), entonces debería haber sido imperdible. Las posibilidades de no ser reconocida (o mejor aun, pasar totalmente desapercibida) son bastante improbables cuando las partes están físicamente separadas.
Así que, ¿por qué habría estado Gerry McCann tan determinado a esparcir la semilla de la duda? Porque el llamado avistamiento de Jane Tanner fue, y es, un arma de doble filo, estando igual de afilados ambos lados. En el lado positivo “Bundleman” representa la confirmación de la historia. Por el otro, su presencia en la calle exactamente a la misma hora que Gerry McCann implica, inevitablemente, que tenía que haber entrado en el apartamento 5A antes de hacerlo Gerry. De otro modo, no hubiese podido realizar todo lo que se le adjudica. Siendo así, Gerry se enfrenta a pocas elecciones más que las de entretener, aunque en retrospectiva, la posibilidad de que el intruso se hubiera escondido una vez Gerry lo había seguido al interior del apartamento, algo que, tal como sabemos, simplemente no es posible (a menos que por alguna razón el intruso estuviera en el proceso de secuestrar a Madeleine del dormitorio de sus padres), ya que Gerry visitó personalmente el dormitorio de los niños, pasando a través de la sala de estar y antes de salir (también entró en el baño). Si Matthew Oldfield fue capaz de ver a los gemelos respirando a través de una pequeña rendija de la puerta, entonces Gerry McCann no podría haber pasado por alto a un adulto intentando ocultarse en vano.
Constante (y convenientemente) Gerry McCann no consigue percibir la presencia del secuestrador ni dentro ni fuera del apartamento. Sin embargo al mismo tiempo se resiste a dejar pasar la oportunidad de capitalizar las “pruebas” de Tanner. ¿Entonces qué es lo que hace? Exactamente lo que ha hecho siempre – aprovechar cualquier beneficio que pudiera extraerse de las observaciones delegadas a otros, que se encuentran entonces, a sabiendas o no, en el centro del ataque si la información se vuelve cuestionable.
Así, Jane Tanner fue puesta en la picota, incluso aquí, por su “falta de fiabilidad” como testigo, mientras que Gerry se ha posicionado estratégicamente, de tal forma que no puede ser llamado para ofrecer su apoyo. Después de todo, ni siquiera puede confirmar que sus caminos se cruzaron en la calle. En verdad no tiene interés en hacerlo. Cínicamente, está preparado para aceptar la credibilidad que confirma el avistamiento de un “secuestrador”, pero si la historia se “va a pique”, entonces no tenía nada que ver con él ¿no es así?
Traducción de Mercedes
Las habilidades de actuación de Gerry McCann son, digamos, notablemente subdesarrolladas. No puede ocultar su propia incomodidad cuando se enfrenta a preguntas difíciles en público, por ejemplo. ¿Es probable entonces que hubiera fingido sorpresa en beneficio de Jane Tanner? Si no, y su sorpresa era por lo tanto genuina, ¿por qué parecería “horrorizado”? Seguramente si no había pasado mucho tiempo desde que su hija se hubiera desvanecido, su rostro debería haber transmitido algo más parecido al alivio, posiblemente incluso un cierto ánimo, dado que alguien podría estar en condiciones de identificar, o por lo menos ayudar a identificar, al secuestrador de su hija.
Simplemente jugando a ser abogado del diablo y suponiendo que, cualquier otra cosa, Madeleine no fue secuestrada, proporciona una explicación inmediata para el asombro de Gerry. ¿Cómo puede Jane Tanner estar en condiciones de saber algo sobre los detalles de un hecho que no tuvo lugar? Que alguien debiera presentarse con una validación independiente de una mentira debe de haber sido cuanto menos inquietante. Aun más inquietante para Gerry McCann fue la continua insistencia de Jane Tanner posteriormente.
Otros comentaristas han apuntado previamente cómo los McCann han sido cuidadosos de diseminar sus opiniones/afirmaciones etc. entre los amigos cercanos, familia y varias “fuentes”, haciendo mucho más difícil dejar la culpa en su puerta por cualquier distorsión; una disociación deliberada. Bajo las circunstancias correspondientes a las primeras horas del 4 de mayo de 2007, uno podría razonablemente esperar que los McCann se hubieran aferrado a las revelaciones de Jane Tanner sin reservas desde el principio. Aunque parece que no lo hicieron. A pesar de que todos mencionaron el “avistamiento” de Tanner durante sus respectivas entrevistas con la policía, Gerry, en lugar de elaborar la descripción avanzada por Tanner cuando tuvo la oportunidad, simplemente dijo a la policía que le preguntaran a ella si querían más detalles. En realidad esta no es una actitud desesperadamente obstinada, sugiriendo que Gerry no estaba totalmente inmerso en la representación de los hechos de Tanner.
Si bien esto pudiera parecer estar haciendo concesiones, o dar demasiada importancia a la situación, el punto es inexorablemente ampliado por los ejemplos de la conducta posterior de los McCann hacia su testigo estrella y lo que ella tenía que decir. Aislados, quizás. Contradictorios, no.
Durante una entrevista (y ha habida bastantes), la confianza de Jane Tanner en su historia, no así su grado de precisión, ha sido inquebrantable. Desde el principio ella estaba segura que podía identificar al hombre que había visto en la oscuridad (a una distancia de 50 metros según Kate McCann). ¿No es por lo tanto un poco extraño, cuanto menos, que los McCann no hubieran alentado ni una sola vez la producción de una “imagen” en beneficio de todas aquellas personas que presuntamente estaban buscando a su hija? La tarea fue dejada para los Pinkertons. No fueron los McCann sino la agencia española de detectives Método 3 quien encargó el comprensiblemente ridiculizado retrato robot de “Bundleman”, transcurridos cinco meses desde la desaparición de Madeleine.
Muy urgente. ¿Qué pasa con la fe en los amigos? La ilustración obvia de este caso debe ser el documental, “Madeleine estuvo aquí”, y la reconstrucción que no lo fue. ¿Quién de nosotros, habiendo visto esta producción, puede olvidar la confluencia de las “pruebas” de Gerry McCann y Jane Tanner – la certeza; la impecable unanimidad? Lo que recordamos, tan claro como el agua, son los desacuerdos, el dogma McCann y las lágrimas que afloraron inmediatamente después. ¿Entonces de qué iba todo esto? Sin lugar a duda, la disociación de Gerry McCann de la historia de Jane Tanner fue evidente, incluso después de un intervalo de dos años.
Si debía centrarse la atención sobre el demoníaco secuestrador cruzando la calle ante tres espectadores (Gerry, Jane y Jes Wilkins), ¿qué importaba en qué lado de la carretera estaban Gerry y su compañero de tenis en ese momento? En lo que se refiere al “secuestrador”, nada en absoluto, ya que uno u otro de los conversadote deberían haberlo visto, cualquiera que fuera el lado de la carretera en el que estuvieran. ¿Pero y Jane? El sentido común dice que, si hubiera pasado junto a ellos estando en el mismo lado de la calle (tal como ella afirma), entonces debería haber sido imperdible. Las posibilidades de no ser reconocida (o mejor aun, pasar totalmente desapercibida) son bastante improbables cuando las partes están físicamente separadas.
Así que, ¿por qué habría estado Gerry McCann tan determinado a esparcir la semilla de la duda? Porque el llamado avistamiento de Jane Tanner fue, y es, un arma de doble filo, estando igual de afilados ambos lados. En el lado positivo “Bundleman” representa la confirmación de la historia. Por el otro, su presencia en la calle exactamente a la misma hora que Gerry McCann implica, inevitablemente, que tenía que haber entrado en el apartamento 5A antes de hacerlo Gerry. De otro modo, no hubiese podido realizar todo lo que se le adjudica. Siendo así, Gerry se enfrenta a pocas elecciones más que las de entretener, aunque en retrospectiva, la posibilidad de que el intruso se hubiera escondido una vez Gerry lo había seguido al interior del apartamento, algo que, tal como sabemos, simplemente no es posible (a menos que por alguna razón el intruso estuviera en el proceso de secuestrar a Madeleine del dormitorio de sus padres), ya que Gerry visitó personalmente el dormitorio de los niños, pasando a través de la sala de estar y antes de salir (también entró en el baño). Si Matthew Oldfield fue capaz de ver a los gemelos respirando a través de una pequeña rendija de la puerta, entonces Gerry McCann no podría haber pasado por alto a un adulto intentando ocultarse en vano.
Constante (y convenientemente) Gerry McCann no consigue percibir la presencia del secuestrador ni dentro ni fuera del apartamento. Sin embargo al mismo tiempo se resiste a dejar pasar la oportunidad de capitalizar las “pruebas” de Tanner. ¿Entonces qué es lo que hace? Exactamente lo que ha hecho siempre – aprovechar cualquier beneficio que pudiera extraerse de las observaciones delegadas a otros, que se encuentran entonces, a sabiendas o no, en el centro del ataque si la información se vuelve cuestionable.
Así, Jane Tanner fue puesta en la picota, incluso aquí, por su “falta de fiabilidad” como testigo, mientras que Gerry se ha posicionado estratégicamente, de tal forma que no puede ser llamado para ofrecer su apoyo. Después de todo, ni siquiera puede confirmar que sus caminos se cruzaron en la calle. En verdad no tiene interés en hacerlo. Cínicamente, está preparado para aceptar la credibilidad que confirma el avistamiento de un “secuestrador”, pero si la historia se “va a pique”, entonces no tenía nada que ver con él ¿no es así?
Traducción de Mercedes
* Árbol o palo alto, adornado de cintas, frutas y otras cosas, que se ponía en los pueblos en un lugar público, adonde durante el mes de mayo concurrían los mozos y mozas a divertirse con bailes y otros festejos.