Kate y Gerry McCann estarán presentes el martes, en Lisboa, en el inicio del juicio de la providencia cautelar de prohibición de la venta del libro Maddie: La Verdad de la Mentira (Maddie: The Truth of the Lie), de Gonçalo Amaral, dijo hay a Lusa una fuente ligada a la familia inglesa.
El matrimonio McCann regresará a Portugal para asistir a la audiencia en la Sección 7ª del Tribunal Civil de Lisboa, después de que el 11 de diciembre pasado hubiera comparecido en el Palacio de Justicia para la primera sesión del juicio, aplazada para el 12 de enero por enfermedad del abogado de Gonçalo Amaral, António Cabrita. (Inciso: Esperemos que esta vez entren por la puerta principal y no a hurtadillas por la “puerta de servicio”).
El juicio en el que la defensa de Gonçalo Amaral, ex inspector de la Policía Judiciaria (PJ), autor del libro, presentará oposición a la argumentación de la familia McCann, proseguirá durante los días siguientes, 13 y 14 de enero, también dando comienzo a las 9h30.
En el proceso, Kate y Gerry McCann, representados por la abogada Isabel Duarte, alegan que el libro Maddie: La Verdad de la Mentira y el vídeo con el mismo título divulgan la tesis de Gonçalo Amaral, considerada por ellos insostenible, de la implicación de los padres de Madeleine en su desaparición.
Por esto, han solicitado al tribunal la retirada del mercado, de momento de carácter provisional, del libro y del vídeo producido después del documental emitido en TVI.
Este proceso, en el que además del ex agente de la PJ han sido demandados la editora Guerra y Paz, la productora Valentim de Carvalho y TVI, por divulgación de la tesis de Gonçalo Amaral, está anexado a la acción principal, en la que la familia McCann reclama protección de derechos, libertades y garantías.
Los padres de la niña inglesa desaparecida el 3 de mayo de 2007 de la habitación de un apartamento de un complejo turístico en Praia da Luz, en el Algarve, presentaron otra acción contra Gonçalo Amaral, con la acusación de declaraciones consideradas difamantes, en la cual piden una indemnización de, por lo menos, 1,2 millones de euros.
En el ámbito de este proceso, fue solicitada una medida cautelar de embargo de bienes, concretizado parciamente y en espera de cumplimentación de diligencias para su conclusión.
El libro Maddie: La Verdad de la Mentira fue publicado en 2008 y lanza la sospecha de que los padres de la niña inglesa, que se encontraba de vacaciones con sus padres y hermanos en Praia da Luz, habrían participado en la ocultación del cadáver.
En calidad de coordinador del Departamento de Investigación Criminal de la PJ de Portimão, Gonçalo Amaral integró el equipo de investigación que intentó averiguar qué le sucedió a Madeleine.
Kate y Gerry McCann, que siempre han mantenido la postura de que Maddie fue raptada, fueron constituidos arguidos en septiembre de 2007.
Entre tanto, el matrimonio inglés fue exonerado en julio de 2008 por falta de pruebas para sustentar la hipótesis avanzada por la investigación de la muerte accidental de la niña.
El Ministerio Público acabó por archivar el proceso, que podría ser reabierto si surgen nuevos datos considerados consistentes sobre la desaparición de la niña.
Lusa / SOL
Inciso: Como nota de prensa está bien, aunque con varias “inexactitudes” que la prensa lusa no debería permitirse, léase:
Teoría – Hipótesis: No es una “teoría” del Sr. Amaral, sino una creencia de TODO el equipo de investigación, portugueses y británicos, y así consta en el sumario.
Exonerados: Para que alguien pueda ser exonerado de algo antes tiene que haber sido acusado de algo. Los McCann eran y son sospechosos de la desaparición de su hija, pero al igual que en muchas otras investigaciones, aun no se han reunido pruebas suficientes para poder avanzar con una acusación formal. Si los McCann quisieran parecer menos sospechosos siempre podrían dejar de enviar notas de prensa diciendo que son inocentes y empezar a colaborar con la policía contestando a todas la preguntas que se negaron a responder, así como participando en una reconstrucción oficial de los hechos para demostrar que pudieron suceder tal como ellos han declarado formalmente que sucedieron, algo que nadie se cree en base a esos mismos testimonios-
Si en este caso existen falta de pruebas de que Madeleine “haya sufrido algún daño” (a pesar del olor a cadáver) ¿podría explicarme alguien qué pruebas hay de la existencia de “secuestrador”?
Existen formas y formas de dar una noticia, lo incomprensible es que la prensa portuguesa elija darlas así. Yo quiero tener la libertad de leer ambas versiones de los hechos y eso es lo que me gustaría que en este momento tan importante estuviera defendiendo la prensa, si es que aun le queda algo de dignidad a los editores.
Teoría – Hipótesis: No es una “teoría” del Sr. Amaral, sino una creencia de TODO el equipo de investigación, portugueses y británicos, y así consta en el sumario.
Exonerados: Para que alguien pueda ser exonerado de algo antes tiene que haber sido acusado de algo. Los McCann eran y son sospechosos de la desaparición de su hija, pero al igual que en muchas otras investigaciones, aun no se han reunido pruebas suficientes para poder avanzar con una acusación formal. Si los McCann quisieran parecer menos sospechosos siempre podrían dejar de enviar notas de prensa diciendo que son inocentes y empezar a colaborar con la policía contestando a todas la preguntas que se negaron a responder, así como participando en una reconstrucción oficial de los hechos para demostrar que pudieron suceder tal como ellos han declarado formalmente que sucedieron, algo que nadie se cree en base a esos mismos testimonios-
Si en este caso existen falta de pruebas de que Madeleine “haya sufrido algún daño” (a pesar del olor a cadáver) ¿podría explicarme alguien qué pruebas hay de la existencia de “secuestrador”?
Existen formas y formas de dar una noticia, lo incomprensible es que la prensa portuguesa elija darlas así. Yo quiero tener la libertad de leer ambas versiones de los hechos y eso es lo que me gustaría que en este momento tan importante estuviera defendiendo la prensa, si es que aun le queda algo de dignidad a los editores.