Correio da Manhã
Matéria de Facto
Dos años después de la muerte de Madeleine McCann, han sucedido muchas cosas en el sector de la Justicia, aunque la conclusión es que estamos peor, a pesar de que las grandes soluciones son las mismas: si determinado proceso no interesa, se archiva.
Aunque, hace dos años siete indefensos niños ingleses, eran abandonados a su suerte, mientras sus padres cenaban y colegueaban con sus compañeros de vacaciones, algo de poca importancia, para algunos, y considerado normal, por ellos, aunque es severamente castigado en Inglaterra. Para algunos, se encontraban seguros, a pesar de que una de ellas fue secuestrada, por una red de pedofilia portuguesa, no admitiendo otra hipótesis, limitando y condicionando el objetivo de la investigación, presionando en este sentido. Como eso no bastó, exigieron la finalización de la investigación y el archivo precipitado del proceso, demostrando satisfacción. A esos, toda y cualquier investigación policial, portuguesa o británica, no les conviene, la solución para ellos es pagar a detectives privados su peso en oro y videntes.
No les interesa descubrir la verdad, ni el desempleo ni la crisis creada en Praia da Luz. Siguen sin admitir la muerte, a pesar de los fuertes indicios, porque crearon un fondo millonario para buscar a una niña viva y en buen estado de salud, por lo que cualquier retroceso tendría consecuencias nefastas.
Matéria de Facto
Dos años después de la muerte de Madeleine McCann, han sucedido muchas cosas en el sector de la Justicia, aunque la conclusión es que estamos peor, a pesar de que las grandes soluciones son las mismas: si determinado proceso no interesa, se archiva.
Aunque, hace dos años siete indefensos niños ingleses, eran abandonados a su suerte, mientras sus padres cenaban y colegueaban con sus compañeros de vacaciones, algo de poca importancia, para algunos, y considerado normal, por ellos, aunque es severamente castigado en Inglaterra. Para algunos, se encontraban seguros, a pesar de que una de ellas fue secuestrada, por una red de pedofilia portuguesa, no admitiendo otra hipótesis, limitando y condicionando el objetivo de la investigación, presionando en este sentido. Como eso no bastó, exigieron la finalización de la investigación y el archivo precipitado del proceso, demostrando satisfacción. A esos, toda y cualquier investigación policial, portuguesa o británica, no les conviene, la solución para ellos es pagar a detectives privados su peso en oro y videntes.
No les interesa descubrir la verdad, ni el desempleo ni la crisis creada en Praia da Luz. Siguen sin admitir la muerte, a pesar de los fuertes indicios, porque crearon un fondo millonario para buscar a una niña viva y en buen estado de salud, por lo que cualquier retroceso tendría consecuencias nefastas.