29 de noviembre de 2009

Caso Madeleine McCann – Investigador del caso Madeleine no escuchó NINGUNA de las pistas dadas a la línea de atención telefónica y despilfarró 500.000 libras.


By Daniel Boffey In Washington
29 Noviembre 2009

El detective privado cuya empresa cobró 500.000 libras de un fondo público para encontrar a Madeleine McCann despilfarró el dinero en varios proyectos extraños que no tenían ninguna posibilidad de localizar a la niña desaparecida.

Kevin Halligen, quien afirmó tener experiencia en el servicio secreto británico, fue arrestado la pasada semana en un hotel de Oxford después de una persecución del FBI motivada por otro caso de fraude de 1,3 millones de libras cometido en Estados Unidos.

Su empresa de investigación, Oakley International, fue contratada en marzo del pasado año por el Fondo Find Madeleine y sus padres Kate y Gerry McCann.

Hombre misterioso: Kevin Halligen, el investigador privado cuya empresa fue contratada por los McCann, fotografiado con su novia Shirin Trachiotis en Washington, donde se gastó en un mes más de 3.000 libras en cenas.

Pero The Mail on Sunday puede revelar hoy que a pesar de haber creado una línea de atención telefónica para atender a informadores y testigos potenciales, ninguna de las cientos de llamadas recibidas por la central de llamadas contratada por Halligen, 48 años, fueron oídas por los investigadores de Oakley – y Halligen también se jactó ante sus colegas diciendo que él había llevado a cabo un serie de tácticas peculiares para encontrar a Madeleine.

Afirmó haber contratado a un actor que se hizo pasar por un “cura borracho” que buscaría confesiones mientras recorría los bares de Praia da Luz, el complejo turístico donde Madeleine desapareció en mayo de 2007.

También le dijo a sus colegas que una familia con una hija parecida a Madeleine había sido pagada para establecer su hogar en un complejo cercano con la finalidad de tentar a un secuestrador en potencia.

Entre tanto, un rastro de papel obtenido por The Mail on Sunday demuestra que Halligen, un ex director de una empresa de catering, inició un fiesta de gastos extraordinarios en hoteles, puros, restaurantes y objetos de lujo mientras estuvo cobrando del Fondo Find Madeleine, y durante un corto período después de que fuera despedido el pasado verano.

Los documentos demuestran que durante los dos primeros meses que dirigió la investigación de búsqueda de Madeleine, Halligen gastó 7.0000 libras en un chófer personal.

Unos meses después, durante un viaje corto a Nueva York con una amiga, derrochó 1.600 libras en objetos de cuero de la firma Salvatore Ferragamo, 5.500 libras en bolsos, 500 libras en una comida italiana, 150 libras en unas gafas de diseño y 900 libras por tres noches de estancia en el hotel de cinco estrellas Renaissance.

En una visita de un mes a Washington, donde era propietario de una mansión de 1,5 millones de libras, se gastó más de 3.000 libras en cenar fuera y 6.000 libras en una habitación en el Intercontinental Hotel de la capital de Estados Unidos.

También pagó más de 50.000 libras en fontanería y alicatado de su casa de Great Falls, Virginia – una propiedad en la que nunca ha pasado una noche por las constantes obras de mejora.

Estas revelaciones causarán consternación a todos aquellos que donaron al Fondo Find Madeleine. Pero quizás lo más preocupante es la falta de atención prestada a las cientos de llamadas recibidas por la línea de atención telefónica Madeleine.

Halligen y Oakley International, con sede en Washington, no escuchó ni una sola de las llamadas recibidas en la línea de ayuda creada por Kate y Gerry McCann el año pasado para los informadores potenciales. (Inciso: No sabemos por qué no utilizaron la firma “Red Defense” sede BRITÁNICA de Oakley. ¿Esa línea telefónica no había sido creada por Halligen?)

Johan Selle, director de operaciones de iJet, la empresa americana que administraba la línea de ayuda Find Madeleine, reveló que durante un año nadie ni siquiera le pidió a su empresa si podían escuchar alguna de las llamadas recibidas. (Inciso: Pero Kate y Gerry estaba trabajando “muy duro detrás del escenario”)

El Sr. Selle dijo que sus operadores, en Annapolis, Virginia, habían recibido “cientos de llamadas”, pero la información parecía perdida – posiblemente despilfarrando pistas valiosas.

Dijo: “Entregamos a Oakley un informe con un sumario de las llamadas y les dijo que si querían volver podían escuchar las grabaciones, pero no lo hizo nadie.

“Para alguien conocedor del caso sería muy fácil que alguno dijera que quizás el 80 ó 90 por ciento de las llamadas eran tonterías, pero podría haber un porcentaje que algunos dirían que tal vez deberíamos escuchar esta o aquella. Según tenemos entendido esto nunca tuvo lugar.

“No estamos seguros de si Halligen entregó nuestro informe a la familia o la fondo o a aquellos que trabajaban con ellos o a los equipos que trabajaron después de él, porque nadie volvió a contactar con nosotros.

“Enviamos el informe al grupo Oakley y asumimos que lo estaban utilizando como parte de un puzle. Pero parece que era el caso.”

La empresa dice que no fue pagada por Halligen u Oakley International por sus servicios.

Arrestado: Kevin Halligen siendo conducido por un policía en Oxford

Dos de los ex compañeros de Halligen en la investigación, John Taylor y el Dr. Richard Parton, dijeron que se sintieron preocupados desde el principio por su relación laboral con el autodenominado “súper-espía”

El Dr. Parton, cuya empresa Psyintel fue contratada por su experiencia en técnicas de interrogación, dijo que él y su socio habían sido alentados por Halligen para que se implicaran en el caso de alto perfil.

Halligen también mencionó otros proyectos de futuro que podrían producirles millones de libras, aunque estos proyectos nunca cuajaron.

Pero el Dr. Parton dijo que los temores sobre la idoneidad de Halligen para el trabajo se suscitaron por primera vez cuando el detective privado le pidió repentinamente que dejaran de llamarle Richard, el nombre con el que ellos le conocían desde hacía varios años. A continuación también presentó datos de las extraordinarias tácticas de Halligen para encontrar a Madeleine.

El Dr. Parton, quien afirma que con posterioridad le dejaron con una factura de 50.000 libras sin pagar, dijo: “Era muy raro. Yo le había conocido años antes y era Richard. Después, antes de una reunión con algunas personas que querían ver una presentación de mis técnicas, me pidieron que lo llamara Kevin a partir de entonces. Pensé que era extraño pero era tan reservado que simplemente era así.

“Siempre que teníamos una reunión decía inmediatamente que tenía que marcharse para coger un vuelo. Siempre. También intentaba siempre llevar la conversación hacia las características psicológicas de un sociópata.

El Dr. Parton añadió: “Le dije repetidamente que sus investigadores sobre el terreno en Portugal no estaban haciendo un trabajo adecuado pero él insistió que no era conocedor de muchas de las cosas que se estaban haciendo.

“Ese es el momento en el que me habló sobre algunos de sus proyectos, tal como el del cura borracho buscando confesiones de la gente mientras bebía en los bares de Praia da Luz y la familia con la niña que se parecía a Madeleine. Esta familia se estableció, aparentemente, en un complejo cercano a Praia da Luz solo para sentarse y esperar a ver qué ocurría.

“Todo fue una pérdida de dinero y tiempo.”

Sin embargo, no fue hasta más adelante, cuando las grabaciones de las entrevistas llevadas a cabo en Praia da Luz fueron enviadas al Dr. Parton y el Sr. Taylor, en Washington, que ellos empezaron a temer lo peor para la investigación.

El Sr. Taylor dijo: “La calidad de las entrevistas era terrible, muy de principiantes. El ruido de fondo era malo, las preguntas de la entrevista eran inútiles y los temas irrelevantes. Les dije que dejaran de perder el tiempo y dinero en tales personajes – personas sin hogar y recepcionistas que no sabían nada.”

Las cosas llegaron a un punto crítico después de que Halligen renegara de las repetidas promesas de pagar sus facturas. El Dr. Parton dijo: “Lo llevé a un lado y le pregunté cuándo iba a pagarme. Tres días después desapareció. Había volado a Roma con su novia.”

Fue entonces cuando el Dr. Parton y el Sr. Taylor contactaron con otros que habían sido contratados por Oakley International. El Sr. Taylor añadió: “Contrató a muchas personas para hacer el trabajo pero solo pagó a unos cuantos. Entre tanto, él gastaba un montón de dinero en su particular estilo de vida. Solo aparentaba que se estaba haciendo un trabajo.”

También contactaron con Maria Dybczak, una abogada especializada en comercio del Departamento de Comercio de Estados Unidos, quienes ellos creían era la esposa de Halligen. Se supo que ella había accedido a seguir adelante con una boda falsa para que Halligen pudiera guardar las apariencias.

El Dr. Parton dijo: “Ella admitió que no estaba orgullosa de ello pero que había sido engañada también. Él afirmó que un trabajo que estaba haciendo para la CIA significaba que no podía poner su nombre en el certificado matrimonial.

“Ella fue manipulada para seguir adelante con una falsa boda con un actor haciéndose pasar por un sacerdote. Él dijo que se casarían de verdad unas semanas después, pero eso nunca ocurrió.”

Poco después Halligen voló a Roma con una novia, citada en la demanda presentada por otro ex colega como Shirin Trachiotis, una médica famosa con sede en Washington.

Casi inmediatamente después de llegar a Roma con sus billetes en primera clase de Lufthansa, Halligen retiró cientos de miles de libras más de las cuentas bancarias de Oakley International y gastó 8.000 libras en un lujoso hotel antes de escabullirse a Reino Unido unos meses después.

El Dr. Parton dijo: “Dejó una estela de deudas a través de Estados Unidos y Reino Unido. Pero la horrible verdad es que le robó a los McCann lo que ellos realmente no podían permitirse – tiempo.”

Tras una breve audiencia ante los Magistrados del Tribunal de Westminster que tuvo lugar la pasada semana, se le denegó a Halligen la libertad bajo fianza y fue puesto bajo custodia hasta el 2 de diciembre, cuando será oída la próxima fase de su caso de extradición.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió una orden judicial contra Halligen, de Surrey, a principios de este mes alegando que había intentado estafar a bufete de abogados londinense. (Inciso: ¿A principios de este mes? Esa “estafa” fue presuntamente cometida en el año 2007)

Ellos afirman que cogió 1,3 millones de libras como parte de un trato para asegurar la liberación de los ejecutivos holandeses arrestados en Costa de Marfil. En su lugar, se afirma, que gastó el dinero en una mansión, un regalo para su novia, retiradas de cajeros y transacciones con tarjetas de crédito.

El portavoz de Kate y Gerry McCann, Clarence Mitchell rehusó ser involucrado en los detalles de la investigación de Oakley, mucha de la cual, se cree, los McCann no conocían. Dijo: “La primera fase del contrato fue vista satisfactoriamente, tal como la creación de la línea de ayuda. Hacia el final existían interrogantes sobre los gastos y se puso fin a la relación.

“Dado que el Sr. Halligen está bajo custodia resulta inapropiado comentar nada más.”

Traducción de Mercedes

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