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Diario de Noticias
José Manuel Oliveira
Algarve. João Cipriano confidenció a un recluso que no mató a su sobrina.
“Mi hermana nunca verá el color del dinero”, dijo el condenado por homicidio
La nueva versión de Leonor Cipriano, acusando a su hermano de la muerte de su hija Joana el 12 de septiembre de 2004, en el pueblo de Figueira, cerca de Portimão, fue desmentida por este familiar a un recluso y por una hermana, a quien la madre de la niña habría reconocido la venta. En el Establecimiento Penitenciario de Belas, en Carregueira, donde cumple 16 años por el homicidio de su sobrina y ocultación del cuerpo, João Cipriano habría dicho a un recluso que Leonor “nunca verá el color del dinero”.
Más de cuatro años después de afirmar públicamente, y en privado a sus abogados “desconocer” lo que le sucedió a su hija Joana cuando esta salió de casa para comprar comida, Leonor Cipriano confiesa ahora haber sido convencida por su hermano para vender a la niña a un matrimonio en España, por falta de recursos económicos para “cuidar a tres hijos”.
El negocio no se habría materializado por falta de dinero, cuando el tío de Joana, ya con una bolsa de plástico con ropa de la menor, se preparaba para la entrega. De ahí a la “muerte” de su sobrina, entonces de ocho años, supuestamente asesinada por ese familiar, después de que él se hubiese “descontrolado”, en el marco de las protestas de la niña, según la versión dada por João Manuel Cipriano a su hermana cuando esta lo interrogaba, al verlo regresar a casa con sangre en los pantalones.
El cuerpo habría sido “enterrado en la cima de los montes de Figueira”, según el tío.
Este es el resumen de la declaración de ocho páginas que Leonor Cipriano firmó en la prisión de Odemira –donde cumple 16 años de pena por la muerte y ocultación del cadáver de su hija-, presentada hace una semana, a la puerta del Tribunal de Faro, por su abogado, Aragão Correia, después de haber sido transcrito aquello que la madre de Joana asegura se trata de “toda la verdad”.
En la prisión de Carregueira, João Manuel Cipriano habría afirmado a otro recluso, ahora en libertad, que “Leonor nunca verá el color de este dinero y cuando yo obtenga la primera salida provisional iré a buscarlo e huiré del País”, contó al DN el ex presidiario.
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
José Manuel Oliveira
Algarve. João Cipriano confidenció a un recluso que no mató a su sobrina.
“Mi hermana nunca verá el color del dinero”, dijo el condenado por homicidio
La nueva versión de Leonor Cipriano, acusando a su hermano de la muerte de su hija Joana el 12 de septiembre de 2004, en el pueblo de Figueira, cerca de Portimão, fue desmentida por este familiar a un recluso y por una hermana, a quien la madre de la niña habría reconocido la venta. En el Establecimiento Penitenciario de Belas, en Carregueira, donde cumple 16 años por el homicidio de su sobrina y ocultación del cuerpo, João Cipriano habría dicho a un recluso que Leonor “nunca verá el color del dinero”.
Más de cuatro años después de afirmar públicamente, y en privado a sus abogados “desconocer” lo que le sucedió a su hija Joana cuando esta salió de casa para comprar comida, Leonor Cipriano confiesa ahora haber sido convencida por su hermano para vender a la niña a un matrimonio en España, por falta de recursos económicos para “cuidar a tres hijos”.
El negocio no se habría materializado por falta de dinero, cuando el tío de Joana, ya con una bolsa de plástico con ropa de la menor, se preparaba para la entrega. De ahí a la “muerte” de su sobrina, entonces de ocho años, supuestamente asesinada por ese familiar, después de que él se hubiese “descontrolado”, en el marco de las protestas de la niña, según la versión dada por João Manuel Cipriano a su hermana cuando esta lo interrogaba, al verlo regresar a casa con sangre en los pantalones.
El cuerpo habría sido “enterrado en la cima de los montes de Figueira”, según el tío.
Este es el resumen de la declaración de ocho páginas que Leonor Cipriano firmó en la prisión de Odemira –donde cumple 16 años de pena por la muerte y ocultación del cadáver de su hija-, presentada hace una semana, a la puerta del Tribunal de Faro, por su abogado, Aragão Correia, después de haber sido transcrito aquello que la madre de Joana asegura se trata de “toda la verdad”.
En la prisión de Carregueira, João Manuel Cipriano habría afirmado a otro recluso, ahora en libertad, que “Leonor nunca verá el color de este dinero y cuando yo obtenga la primera salida provisional iré a buscarlo e huiré del País”, contó al DN el ex presidiario.
Traducción de Mercedes
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