17 de enero de 2009

Caso Joana - Su madre dice que el tío mató a la niña “a golpes”

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IOL Diário

16-1-09

Leonor Cipriano cambió su testimonio. El documento será entregado hoy (ayer) en el Ministerio Público.

Por: Cláudia Rosenbusch

Leonor Cipriano, madre de Joana, la niña que desapareció de Portimão, en septiembre de 2004, reveló ayer en el Establecimiento Penal de Odemira, que su hermano, João Cipriano, igualmente condenado a prisión en el marco del mismo proceso, fue el único autor de la muerte de la niña. (Inciso: Lástima que se haya equivocado de juicio para hablar. Esto ahora es irrelevante. Su abogado solo intenta “lavar su imagen” y “distraer la atención” sobre lo realmente importante. Las mentiras de Leonor sobre su supuesta agresión.)

Lea aquí la confesión completa escrita a mano

Oído por IOLPortugalDiário, el abogado de Leonor, Marcos Aragão Correia, dijo que el testimonio de ocho páginas en el que su cliente cuenta “la verdadera historia” fue entregado esta mañana en el Ministerio Público y será facilitado a los periodistas, sobre las 15 horas, en la puerta del Tribunal de Faro.

Según el jurista, que registro el testimonio por escrito, su cliente explica que su hermano la convenció para que entregase a la niña a un matrimonio, que la llevaría a España.

A cambio, la familia recibiría dinero y la promesa de una vida mejor para la niña.

“João le dijo (a Leonor) para que se quedase tranquila que eran personas de confianza”, relata el abogado. (Inciso: ¿Y esto lo sabe porque se lo ha dicho una asesina confesa y condenada o ha tenido también alguna visión mediúmnica sobre el asunto?)

“Cuando Joana salió de casa, la intención era entregarla a las personas y simular un rapto”, prosigue, citando a su cliente. (Inciso: Parece que se basa solo en la declaración de una asesina confesa y condenada.)

En el momento en que Joana salió de casa, su tío entró a recoger alguna ropa de la niña, saliendo después enseguida con una bolsa.

El “negocio” de la venta de la menor no fue según lo esperado. “Las personas no tenían el dinero acordado (una cuantía que Leonor no reveló) y João no entregó a la niña”.

La menor “oyó la conversación y le dijo a su tío que lo iba a contar todo”. En esa secuencia, dice el abogado, citando a Leonor Cipriano, “João empieza a pegar a la niña y acaba por matarla a golpes”.

Cuando regresó a casa intentó esconder el homicidio, pero ante la insistencia de Leonor, que había detectado manchas de sangre en los pantalones de su hermano, João éste acabó por confesar el crimen.

João escondió el cuerpo en un lugar próximo a la casa y al día siguiente lo enterró “allá por la cima de los montes de Figueira”, dice, citando la frase de João Cipriano.

Ante las “amenazas de su hermano”, “decidió olvidar y decir que no sabía nada”.

La confesión de su implicación en la muerte habría sido realizada “bajo tortura” cuando fue oído por los inspectores de la PJ, dice el abogado. (Inciso: El abogado olvida que durante ese interrogatorio estaba presente la abogada de Leonor y, aunque Leonor dice que firmó la declaración sin leerla, estoy seguro que lo hizo su abogada por ella… Aragão que se te ve el plumero)

La decisión de contar “la verdad” solo ahora, es justificada por “la confianza” que Leonor estableció con el nuevo abogado, (Inciso: ¿El hecho de haberse librado de ir a la cárcel hace cuatro años no reavivó su memoria durante el correspondiente juicio?) así como la constatación de que nada tenía que temer. “En el momento del crimen, su hermano la amenazó diciendo que si contaba todo también iría presa, pero ella ya está encarcelada y peor ya no puede estar”, alega Marcos Correia.

Con esta revelación, la defensa de Leonor pretende “reiniciar la búsqueda y recuperar el cuerpo de Joana, hacerle un funeral y pedir a la Justicia que descubra quién es el matrimonio que intentó comprar a la niña”.

La petición de revisión de sentencia tendrá que esperar al resultado del proceso en el que cinco inspectores de la PJ responden por una agresión a Leonor Cipriano durante un interrogatorio.

El recurso extraordinario de revisión de sentencia, visto siempre en Tribunal Supremo, puede ser presentado, concretamente, cuando surgen nuevas pruebas que cambien la justicia de una condena o cuando una sentencia posterior considere que la condena resultó en base a la utilización de pruebas prohibidas. Son prohibidas las pruebas obtenida mediante tortura. La revisión de sentencia puede implicar la repetición del juicio. (Inciso: ¿Y desde cuando el cambio en la declaración de una asesina confesa y condenada se considera “una nueva prueba”?)

Recuerden que en noviembre de 2005, Leonor y João Cipriano fueron condenados respectivamente a 20 años y cuatro meses de prisión y 19 años y dos meses.

En mayo de 2008, el Tribunal Supremo redujo las penas a 16 años y ocho meses de prisión. El acuerdo tuvo en contra, ya que algunos consejeros entendieron que la condena violaba el principio de la presunción de inocencia y que la madre de la niña, cuyo cuerpo nunca apareció, debía haber sido absuelta. (Inciso: ¿Basándose en qué?)

Traducción de Mercedes

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