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SOL
El ex inspector de la PJ Gonçalo Amaral clasificó hoy de “mentiras” las declaraciones que alteran la declaración inicial de Leonor Cipriano, que responsabiliza ahora al tío de la muerte de la niña después de haberle fallado un negocio para vender a Joana.
Gonçalo Amaral lideró la investigación sobre la desaparición de Joana cuando era el principal responsable del Departamento de Investigación Criminal de Portimão de la Policía Judiciaria (PJ).
El ex inspector de la PJ hablaba a los periodistas a la entrada del Tribunal de Faro, donde hoy volvió a discurrir una sesión del juicio sobre el caso de la supuesta agresión a Leonor Cipriano para que no hubiese interrupción en la producción de prueba.
El abogado de Leonor Cipriano entregó hoy al Ministerio Público un documento de ocho páginas firmado por su defendida, en el cual la madre de Joana revela nuevos hechos relacionados con la desaparición de su hija.
En la nueva versión de los hechos, Leonor –que se mantuvo en silencio cuando fue juzgada por la muerte de su hija- dice que su hermano, João Cipriano, la convenció para vender a la niña a un matrimonio, negocio que salió mal y culminó en la muerte de Joana, entonces de ocho años.
Leonor dice en el documento no haber matado a Joana y que la confesión hecha a la Policía Judiciaria sucedió porque firmó lo que “ellos querían”, sin siquiera haber leído lo que era y solo llegando a saberlo “más tarde”.
“La señora (Leonor Cipriano) está declarada como psicópata”, afirmó Gonçalo Amaral, destacando que el hecho es que Leonor fue condenada por la muerte de su hija y que todo lo demás “son unas mentiras que andan por ahí.”
Gonçalo Amaral, que en este proceso está siendo juzgado por los delitos de falso testimonio y omisión de denuncia, consideró que fue “horrible” lo que le sucedió a Joana y que la Justicia funcionó “porque ellos (la madre y el tío) fueron condenados”.
En el documento que entregó al Ministerio Público, el abogado de Leonor, Marcos Aragão Correia, solicita que sea abierta una investigación para identificar a las personas que querían comprar a Joana y recuperar el cuerpo de la niña.
En la declaración fechada el jueves y firmada en la prisión de Odemira, donde Leonor se encuentra cumpliendo condena, la madre de la niña dice haber hecho un pacto de silencio con su hermano, que habría enterrado el cuerpo “en los montes” de Figueira, cerca del pueblo de donde Joana desapareció.
Según los hechos descritos en el documento, la niña habría muerto fuera de la casa, después de que la madre la hubiera enviado a realizar unas compras a una pastelería próxima y el tío haberla ido a buscar para entregarla al matrimonio que la quería comprar.
“Él iba a entregar a Joana a ese matrimonio cuando ella regresara a casa de las compras, pero sin entrar”, puede leerse en la declaración, destacando Leonor que sólo volvió a ver a su hermano hora y media después de haber mandado a la niña a hacer las compras.
João Cipriano llegó sin el dinero prometido y Leonor se fijó después en una mancha de sangre en sus pantalones, que acabó por confesarle que la niña había muerto después de que él se hubiese vuelto loco.
Después de escuchar la supuesta discusión entre el tío y el matrimonio, Joana se había dado cuenta que “se iba definitivamente” y no a pasar una vacaciones a España como inicialmente le habían dicho y amenazó con contar toda la verdad.
En ese momento, el tío le dio un golpe, a pesar de las quejas de la niña, que supuestamente lo habrían vuelto loco y culminado en su muerte, habiendo escondido el cuerpo para después “deshacerse” de él, puede leerse en la declaración.
En declaraciones a los periodistas, Gonçalo Amaral afirmó que los indicios recogidos en casa de Leonor por la Policía (fotos y el visionado a través de luz ultravioleta) permiten reconstruir la muerte de la niña en la casa.
“La niña murió agarrada a la puerta, puede verse (a través de marcas visualizadas a través de ultravioletas) que desfalleció, por las marcas de las manos y de la cara”, subrayó el ex inspector, clasificando el escenario de “horrible”.
La madre y el tío de Joana están condenados por el Tribunal Supremo a 16 años de prisión cada uno por los crímenes de homicidio y ocultación de cadáver de la niña.
La próxima sesión del juicio por la supuesta agresión a Leonor por parte de inspectores de la PJ está fijada para el próximo jueves a las 9h00 en el Tribunal de Faro.
Lusa/SOL
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
El ex inspector de la PJ Gonçalo Amaral clasificó hoy de “mentiras” las declaraciones que alteran la declaración inicial de Leonor Cipriano, que responsabiliza ahora al tío de la muerte de la niña después de haberle fallado un negocio para vender a Joana.
Gonçalo Amaral lideró la investigación sobre la desaparición de Joana cuando era el principal responsable del Departamento de Investigación Criminal de Portimão de la Policía Judiciaria (PJ).
El ex inspector de la PJ hablaba a los periodistas a la entrada del Tribunal de Faro, donde hoy volvió a discurrir una sesión del juicio sobre el caso de la supuesta agresión a Leonor Cipriano para que no hubiese interrupción en la producción de prueba.
El abogado de Leonor Cipriano entregó hoy al Ministerio Público un documento de ocho páginas firmado por su defendida, en el cual la madre de Joana revela nuevos hechos relacionados con la desaparición de su hija.
En la nueva versión de los hechos, Leonor –que se mantuvo en silencio cuando fue juzgada por la muerte de su hija- dice que su hermano, João Cipriano, la convenció para vender a la niña a un matrimonio, negocio que salió mal y culminó en la muerte de Joana, entonces de ocho años.
Leonor dice en el documento no haber matado a Joana y que la confesión hecha a la Policía Judiciaria sucedió porque firmó lo que “ellos querían”, sin siquiera haber leído lo que era y solo llegando a saberlo “más tarde”.
“La señora (Leonor Cipriano) está declarada como psicópata”, afirmó Gonçalo Amaral, destacando que el hecho es que Leonor fue condenada por la muerte de su hija y que todo lo demás “son unas mentiras que andan por ahí.”
Gonçalo Amaral, que en este proceso está siendo juzgado por los delitos de falso testimonio y omisión de denuncia, consideró que fue “horrible” lo que le sucedió a Joana y que la Justicia funcionó “porque ellos (la madre y el tío) fueron condenados”.
En el documento que entregó al Ministerio Público, el abogado de Leonor, Marcos Aragão Correia, solicita que sea abierta una investigación para identificar a las personas que querían comprar a Joana y recuperar el cuerpo de la niña.
En la declaración fechada el jueves y firmada en la prisión de Odemira, donde Leonor se encuentra cumpliendo condena, la madre de la niña dice haber hecho un pacto de silencio con su hermano, que habría enterrado el cuerpo “en los montes” de Figueira, cerca del pueblo de donde Joana desapareció.
Según los hechos descritos en el documento, la niña habría muerto fuera de la casa, después de que la madre la hubiera enviado a realizar unas compras a una pastelería próxima y el tío haberla ido a buscar para entregarla al matrimonio que la quería comprar.
“Él iba a entregar a Joana a ese matrimonio cuando ella regresara a casa de las compras, pero sin entrar”, puede leerse en la declaración, destacando Leonor que sólo volvió a ver a su hermano hora y media después de haber mandado a la niña a hacer las compras.
João Cipriano llegó sin el dinero prometido y Leonor se fijó después en una mancha de sangre en sus pantalones, que acabó por confesarle que la niña había muerto después de que él se hubiese vuelto loco.
Después de escuchar la supuesta discusión entre el tío y el matrimonio, Joana se había dado cuenta que “se iba definitivamente” y no a pasar una vacaciones a España como inicialmente le habían dicho y amenazó con contar toda la verdad.
En ese momento, el tío le dio un golpe, a pesar de las quejas de la niña, que supuestamente lo habrían vuelto loco y culminado en su muerte, habiendo escondido el cuerpo para después “deshacerse” de él, puede leerse en la declaración.
En declaraciones a los periodistas, Gonçalo Amaral afirmó que los indicios recogidos en casa de Leonor por la Policía (fotos y el visionado a través de luz ultravioleta) permiten reconstruir la muerte de la niña en la casa.
“La niña murió agarrada a la puerta, puede verse (a través de marcas visualizadas a través de ultravioletas) que desfalleció, por las marcas de las manos y de la cara”, subrayó el ex inspector, clasificando el escenario de “horrible”.
La madre y el tío de Joana están condenados por el Tribunal Supremo a 16 años de prisión cada uno por los crímenes de homicidio y ocultación de cadáver de la niña.
La próxima sesión del juicio por la supuesta agresión a Leonor por parte de inspectores de la PJ está fijada para el próximo jueves a las 9h00 en el Tribunal de Faro.
Lusa/SOL
Traducción de Mercedes
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