EXCLUSIVA para mccannfiles.com
By Dr Martin Roberts
18 Marzo 2010
DIOS ESTÁ EN LOS DETALLES
Al igual que la verdad está en el rabo del perro, la afirmación panegírica de Kate McCann sobre el omnisciente revela, sutil pero contundentemente, que la existencia de su hija Madeleine ha adquirido una importancia conceptual diferente. En respuesta, a la reciente y no excesivamente sagaz entrevista, de Aled Jones, Kate consigue sacar a la luz un poco más de ese rico tapiz que es el cuento de la desaparecida Madeleine y su propio estilo peculiar de narcisismo en el acuerdo.
Aled Jones: “¿Cree usted que Dios está cuidando a Madeleine?”
Kate McCann: “Lo creo. Es decir, para mí, Madeleine fue un regalo. De todos modos la mayor parte de nuestra vida es bastante pública, sin embargo obviamente pasamos unos momentos difíciles intentando tener a Madeleine y cuando nació yo realmente creí que ella fue un regalo y nunca la di por sentado… Tú sabes, cada día cuando me despertaba y la veía, esos enormes ojos mirándome, tú sabes, daba gracias a Dios por Madeleine y no creo que Él dejase de amarla ahora o la abandonara, quiero decir, no creo eso en absoluto y sí que consigo confort pensando que dondequiera que ella… ella esté; con quienquiera que ella esté, que ÉL está con ella y la está protegiendo, y protegiendo su espíritu/duende. Ella tiene mucho duende”.
Oh Dios mío. Tan rápida y astutamente como aparece la corrección, el resultado no es más que un ridículo despropósito lingüístico (malapropsismo), el omnipotente de repente encargado de la salvaguarda del “joie de vivre” (gozo del vivir) de Madeleine. Es una pena, que previamente Él no hubiera conseguido llevar a cabo el trabajo de proteger a Madeleine ¿no le parece? Nuevamente, Él no no estaba solo en esa tarea y, tal como sabemos por la beata Kate en persona, Él no ha sido responsabilizado, por lo menos no del bienestar de la pequeña Madeleine. Pero ¿por qué, oh por qué no muestra su mano en la protección de los pobres padres? ¿Es demasiado preguntar?
Aled Jones: “¿Culpa a Dios en algún momento?”
Kate McCann: “Nunca he culpado a Dios por lo sucedido, en absoluto. No creo que eso tuviera nada que ver con Dios. Hay momentos en los que me he enfadado con Dios y sin duda las… las cosas adicionales que he mencionado que han ocurrido, cuando solamente pienso, “¿Cómo podemos tener un sufrimiento adicional sobre nosotros en un momento tan terrible?” Y yo simplemente no lo he entendido, y he pensado por qué Dios no ha intercedido e intentado contrarrestarlo. Para ser honesta, estos son los momentos cuando me voy a la iglesia. Quiero decir, tengo una llave de la iglesia; ellos amablemente me han dado una y algunas veces voy y, oh, es un poco un santuario, en realidad es un poco un refugio. Voy y puedo hablar en alto porque, obviamente, no hay nadie allí. En realidad, simplemente sacármelo todo del pecho. Quiero decir, sí que pienso, tú sabes, por qué debería Dios atender mis oraciones cuando hay millones de personas con oraciones que son igual de importantes en todo el mundo. No lo sé. Quiero decir, simplemente espero que lo haga. Mi fe me ha sostenido mucho en todo esto y hay un consuelo firme allí.”
Así que Kate va a la iglesia para ser honesta, sacándolo “todo del pecho” en el santuario de la casa de Dios, y claramente programando sus visitas para que coincidan con una salida de Dios al trabajo. Si solo ella compartiera su honestidad fuera de los confines de espacios indiferentes y vacíos.
Por supuesto otros tienen oraciones igual de importantes compitiendo por la atención de Dios. Aunque no parece habérsele pasado por la mente a Kate que Él también tiene que priorizar algunas veces, y que al ser llamada su atención sobre peticiones más importantes en cualquier otro lugar del mundo, ocasionalmente podría significar que Él tiene que quitarle el ojo a la pelota de los McCann de vez en cuando (aunque Él parece haber estado suficientemente atento al Kensington Roof Garden Hotel no hace demasiado tiempo – la rifa fue bien y no llovió). Tal vez el martirio de Sta. Catalina (en tiempo “pasado histórico”) permitirá a Dios ese poco de espacio libre que Él necesita para sortear los problemas actuales de todo el mundo.
Aled Jones: “Porque de algún modo lo que estás experimentando para muchas personas sería el infierno en la tierra.”
Kate McCann: “No, lo es. Creo que es lo peor que podría sucederle a un padre o sin duda una de las peores cosas. Quiero decir, el dolor era simplemente... es simplemente increíble y es un dolor, tú sabes, el dolor de la preocupación, por ella, de verdad. Quiero decir, vivimos con las tristeza de no tener a Madeleine en nuestras vidas pero, tú sabes, yo soy su madre y no puedo dejar de preocuparme por ella y simplemente quiero estar con ella. Cuando tiene un dolor de tripa, quiero estar allí. Cuando está disgustada, quiero estar allí. Y simplemente quiero traerla de vuelta al calor y amor de nuestra familia, de verdad.”
Así que, Madeleine, la próxima vez que llores por “Mamá” asegúrate que sea alto y fuerte. Simplemente podría estar un poco más lejos que al fondo del jardín. Pero ella realmente querrá estar ahí para ti (siempre que, por supuesto, no sea uno de tus momentos “pasajeros”).
Kate y Gerry McCann podrían haber invertido la totalidad de su fe en la Iglesia de Roma, pero eso probablemente es casi todo lo que invertirán ahí (caja “encuentro con el Papa” ya señalada – he estado allí, ya hice eso). Pagarés, de todas las denominaciones, entregados en Rothley, me temo que son todos “solo pagaderos al beneficiario”, así que el Vaticano simplemente tendrá que conformarse con saber que los donantes son católicos en su tolerancia.
Aled Jones: “Gerry dijo que su fe se ha fortalecido por la bondad generada por esta terrible experiencia. ¿Entonces pueden extraerse cosas positivas de ello?
Kate McCann: “Oh, muchas. Quiero decir nosotros... nosotros aun recibimos un montón de correo todos los días de personas, tú sabes, disponiéndose y, tú sabes, enviando sus mejores deseos. Y los niños envían dibujos para Madeleine y cosas; tú sabes, tenemos libros de oraciones enviados para Madeleine que han escrito los niños. Ha sido sorprendente, ha sido una verdadera revelación. Quiero decir, nunca hubiera pensado sentarme y escribir una carta para alguien que no conozco que hubiera sufrido un suceso trágico y sin embargo la fuerza que nos ha dado ha sido sorprendente.”
Y, sin embargo hay una cierta caridad en la actitud de Kate McCann, por lo menos parece haberla.
“Rezo por las personas que se han llevado a Madeleine.”
Aled Jones: “¿Crees que alguna vez serás capaz de perdonar a las personas que se llevaron a Madeleine?
Kate McCann: “Es una pregunta difícil, ¿no es así? Supongo, no sé porqué se la han llevado y creo que hasta que lo sepa será difícil... difícil de decir. Quiero decir, me gustar pensar que sí podría pero es difícil.”
Así que oraciones por las personas que se han llevado a Madeleine pudieran no ser exactamente oraciones de perdón. “Sería difícil.” Tal vez si Kate entendiera sus motivos podría ser posible, pero los pongo en duda:
Aled Jones: “¿Y sus otros hijos? ¿Cómo son de conscientes son de todo los que está sucediendo.
Kate McCann: “Muy conscientes. Ellos hablan sobre Madeleine todos los días. Ellos sabes que está desaparecida; ellos saben que ha sido llevada por alguien. Ellos lo entienden un poco como un robo/allanamiento (sic) en que, incluso si realmente quieres algo, no significa que podamos cogerlo, porque Madeleine nos pertenece, tú sabes, y no está bien que se hayan cogido a Madeleine y necesitan encontrarla.”
Bueno, después de todo no siempre puedes conseguir lo que quieres, por mucho que lo quieras. Así que, tomadores de Madeleine, tomen nota: No tiene que revelar sus motivos con demasiada prisa. El perdón no está garantizado.
Traducción de Mercedes