Entrevista Gonçalo Amaral en SIC, 1 de marzo de 2010
Con Miguel Sousa Tavares
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La noche del 1 de marzo se anunciaba con exuberancia la segunda edición de Sinais de Fogo, en SIC, con Gonçalo Amaral como invitado.
Una semana antes, la edición-estrella discurría con un Miguel Sousa Tavares casi sumiso, casi irreconocible, entrevistando al primer ministro José Socrates.
Tal vez por eso, la reacción del Periodista-entrevistador fuese ahora de esperar: diezmar a una víctima fácil –el policía amordazado por los tribunales portugueses, debilitado por la desconcertante Providencia Cautelar, exonerado de una investigación que urge ser reabierta, faltado al respeto por alguno medios de comunicación manipulados por una agenciucha de relaciones públicas llamada Lift – la agencia contratada y remunerada por los McCann para intentar mantener impoluta la imagen del matrimonio inglés que en mayo de 2007 ocultó, según la investigación llevada a cabo por la Policía Judiciaria, el cadáver de su hija Madeleine, en Praia da Luz, el Algarve.
Había, por lo tanto, que mantener altos los índices de audiencia, había que reconfortar el ego de un “héroe” recién llegado de la TVI, mantener el “mito de Miguel Sousa Tavares – Periodista, Jurisconsulto, Escritor, Hacedor de Opinión, Opinion Leader.
A pesar de todo, he aquí, que inesperadamente algo fue muy mal para el experimentado comunicador, que, nervioso, tenso, inseguro, inestable, perdió el control y después de demostrar desconocer la totalidad del contenido del primer libro de Gonçalo Amaral – “Maddie la Verdad de la Mentira”, no consiguió imprimir un hilo conductor a la entrevista, interrumpiendo constantemente al ex-inspector de la Policía Judiciaria, intentando impedirle completar cualquier respuesta. Fue poco elegante. Fue insoportable. Fue incómodo. Y fue muy poco profesional, seguramente desastroso para los intentos de SIC y de todos cuantos pugnan en esa cadena de Televisión por una Información libre y de calidad
Curiosamente, menos de dos horas después del final de Sinais de Fogo, la propia SIC presentaba on-line, más de 120 comentarios poco alentadores en lo que concierne a la presentación de Miguel Sousa Tavares, criticando severamente la competencia de quien estará con seguridad poco tiempo más con la incumbencia de conducir un programa en horario noble en SIC generalista, esto es, hablando, formando e informando a millones de telespectadores.
Si es profundamente lamentable que un Periodista cualquiera se comprometa a realizar un trabajo y no tenga el orgullo profesional de leer con atención el libro analizado, peor aun cuando el Periodista en cuestión, para colmo, es también, escritor. ¡Qué vergüenza!
Pues si efecto pretendido era desacreditar a Gonçalo Amaral, su tesis de ocultación de cadáver y destruir la opinión cada vez más favorable que tiene el público sobre el simpático policía... el resultado fue francamente contrario. Ahí tendré que agradecer a mi ex-colega de Facultad la “conducción” sensacional que la entrevista proporcionó en horario de máxima audiencia, ya que todo el mundo se dio cuenta que el hombre está cargado de razón, que no lo dejan hablar, por alguna mañosa razón y que su silenciamiento forzado es conveniencia de alguien que se esconde detrás de altos intereses. (Ay... ya me iba a equivocar y escribir “intereses de estado”...)
Pero –y dígase en honor a la verdad- tres son, inequívocamente, los motivos de mérito atribuibles a Miguel Sousa Tavares, aunque no exclusivamente a él:
1 – Quedó absolutamente demostrado el coraje de Gonçalo Amaral, su rectitud y dignidad (hasta el guardia de la recepción de SIC confesaba: hombre, si fuese yo, me hubiese marchado dejándolo hablar solo!);
2 – Sousa Tavares, aunque le costó, reconoció explícitamente que Gonçalo Amaral escribió el libro en pleno ejercicio de sus derechos (lo que debe haber dejado retorciéndose de dolores intersticios a la abogada de los ingleses, Isabel Duarte);
3 – Sousa Tavares reconoció explícitamente que Gonçalo Amaral no había escrito en ninguna parte, dado a entender, o difamado a los padres de la niña desaparecida, afirmando que fueron ellos los autores de su muerte.
La verdad va ganando fuerza.
Su hora se aproxima inexorablemente.
Será infalible y la verdad verá la luz.
Ya no será una sorpresa. Ser solo ¡LAMENTABLE!
Ni siquiera los padres de la niña se sorprenderán con las noticias que vienen...
Ellos saben bien a lo que me refiero. Supongo que ¡ellos conocen la verdad mejor que nadie!
¿Quieren apostar?
Cuando eso suceda, no habrá LIFTing posible. Y aunque no se cumpla la célebre regla de crimen y castigo, pesará para siempre sobre la conciencia de todos cuantos objetiva y subjetivamente estuvieron implicados en las manipulaciones y manganchadas para ocultar la verdad, como se oculta el cadáver de una pobre niña.
Sí... los primeros ministros no ocupan eternamente sus cargos.
En ese momento, Miguel Sousa Tavares, te honraré con una cínica palmada en la espalda y te diré que tengas cuidado con el páncreas!
En ese momento, te recordaré que un día fuiste un “mito”, aunque... con pies de barro, o pies de alguna otra sustancia adictiva...
A 1 de marzo de 2010 murió el “mito”.
Luis Arriaga
3 de marzo de 2010.
Traducción de Mercedes