23 de diciembre de 2008

Caso Madeleine McCann - Maddie nos muestra la verdadera cara de la esperanza de Navidad

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Mirror.co.uk

Esperanza y perdón. Esas virtudes parejas han llegado para representar de lo que realmente va la Navidad.

¿Y puede haber alguien con más esperanza en sus corazones que Kate y Gerry McCann, quienes han lanzado esta semana un vídeo inédito de su hija desaparecida Maddy?

Durante los 19 meses transcurridos desde que desapareció de un apartamento turístico en Praia da Luz, Portugal, la imagen de esta perfecta pequeña niña rubia nos ha angustiado a todos.

Por razones que cualquier padre debe entender, los McCann retuvieron imágenes tan preciadas que se sintieron incapaces de compartir. (Inciso: Yo soy madre y no lo entiendo. Como madre entendería que hubiesen entregado TODOS los posibles videos y fotos tomados durante ESAS vacaciones. Todo lo demás me hubiese parecido estar demasiado preocupada por mi trasero. ¿Qué puede importarle a una madre sufrir si sabe que su sufrimiento ayuda a encontrar a su hija?)

Hasta ahora –cuando la desesperación por encontrarla no les deja otra alternativa más que asegurarse de que no se convierta en un recuerdo, un titular desvaído que pertenece a la historia.

Así que la dulce e irresistible sonrisa de Maddy se ha estrellado en nuestras confortables zonas como un misil Exocet reventando el mito de que este es tiempo de estar feliz. (Inciso: ¿No hay ninguna ley contra esto?)

Pienso en cuántas veces ha visto Kate esas fotografías de su hija dando vueltas con su vestido de hada y enseñando sus zapatos rosas –regalos para niñas especiales de Santa Claus.

ESCALOFRIANTE

¿Qué madre podría resistir? Aunque haga que el sufrimiento diario de no poder sentir el calor del cuerpo de tu hija insoportable. (Inciso: A buenas horas mangas verdes… 19 meses después!!!)

Grabado hace dos años, el vídeo rememora otra historia. No una de una escalofriante pérdida sino la de una pareja disfrutando de la inocente felicidad de la mayor demandando mandonamente a su hermano y hermana menores que aplaudieran para la cámara.

La sola idea de que esas imágenes y los gritos de alegría de Maddy pudieran ser emitidas a la nación todavía debió coger a Kate y Gerry demasiado pronto.

Después de todo, solo estaban haciendo, lo que millones de madres y padres hacen, capturando en una película una Navidad en la que trabajaron tan duramente para hacerla mágica. (Inciso: Nunca me había planteado el preparativo de la Navidad para mis hijos como un trabajo duro, siempre he disfrutado tanto como ellos.)

El mismo especial será emitido en toda Gran Bretaña el jueves mientras los hogares se llenan de ese inconfundible olor a pavo asado en el horno en medio de montones de papel de regalo descartado y el bullicio de los niños excitados. (Inciso: Otro/a con alma de poeta)

No importa cuán cínicos nos hayamos convertido, la Navidad es un día en el que cualquier cosa puede ocurrir. Es especial. Y eso es lo que hace el vídeo de Maddy profundamente emotivo.

Nos cuenta cómo erase una vez que los McCann eran una simple unidad, como cualquier otra – no una familia enviada a la pesadilla viviente de perder a su hija a un destino desconocido.

También es un recordatorio de que mientras no estuvieron a la vista la agonía continuó. Algunos días podía llegar en forma de dolor sordo y otras veces como un dolor atroz para el que no hay cura. Mientras, ellos deben concentrarse en sus otros dos hijos que necesitan atención, amor y rutina. (Inciso: Sí, debe de ser muy rutinario para niños de dos años ver a sus padres campando por despachos europeos y veranear en Canadá...)

Cómo lidian los McCann con eso mientras intentan vivir con el vacío una vez ocupado por la exuberante Maddy puede expresarse en una sola palaba – esperanza. (Inciso: A este/a se le fue la pinza, será exultante en todo caso)

Solo podemos imaginar, si su apasionada creencia de que está ahí fuera y puede ser encontrada está basada en la fe o la misteriosa fuerza del amor de una madre y la intuición. (Inciso: No nos olvidemos de la visiones por favor)

Pero si los McCann no se han hundido en la desesperación tampoco deberíamos hacerlo nosotros (Inciso: Mila y yo repetimos. No nos vamos a ninguna parte, que Kate y Gerry estén tranquilos). La pasada Navidad la nación rezó para que un milagro trajese a casa a la preciosa niña rubia que todos sentíamos que conocíamos.

Este año la conocimos un poco mejor, y el deseo de verla nuevamente en donde pertenece es aun más profundo. Si todo lo que podemos hacer es rezar, vamos a hacerlo otra vez. Si no solo por Maddy, por la esperanza en si misma.

¿Y en cuanto al perdón?

Oí, durante el aniversario del desastre de Lockerbie, al padre de un estudiante de 19 años asesinado en el condenado vuelo 103 a Nueva York de la Pan Am, explicando en una entrevista radiofónica cómo ha perdonado al terrorista responsable de asesinar a su hija. (Inciso: El hecho de que lo perdone el padre no significa que lo hará LA LEY…)

Me avergüenzo de decirlo pero mi primer pensamiento fue “¿Por qué?” Hacía 21 años que yo había entrevistado a Gordon Wilson quien, solo horas antes de reunirnos, había perdido a su hija en un bombardeo del IRA en Enniskillen. Para acrecentar el delito era el Día del Armisticio.

“No guardo ningún mal deseo” dijo Gordon. “Hablar mal no le devolverá la vida a Marie”.

Nos dicen que el perdón da tranquilidad, alivia la amargura y ayuda a las víctimas a seguir adelante. (Inciso: Luego debemos entender que los McCann ya se han perdonado)

¿Pero podemos culpar a Melanie Jones, cuyo hijo Rhys de 11 años fue tiroteado en la calle por Sean Mercer, miembro de una banda armada, por admitir, que aunque le causa dolor, odia al matón que destruyó a su hijo?

La mujer que crió a Rhys en un hogar donde no conocía nada más que amor y cariño dice: “No soy el tipo de persona que odia. Es un sentimiento feo y realmente no quiero sentirlo.

“Pero el odio es abrumador y me ha cogido por sorpresa”.

Incluso en Navidad, el perdón es una virtud que puede estar sobrevalorada. Y sí, Melanie tiene razón. El odio es un “sentimiento feo” pero sospecho que es el único que Mercer reconocería.

¿Perdón? Ni siquiera se registraría.

Traducción de Mercedes

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