El juicio por la supuesta agresión a Leonor Cipriano por parte de inspectores de la Policía Judiciaria (PJ) regresa hoy a la agenda del Tribunal de Faro, para que no haya interrupción de prueba, continuando después en enero del próximo año.
El proceso por la supuesta agresión a Leonor Cipriano por los inspectores de la PJ está relacionado con el denominado “caso Joana”, que se remonta al 12 de septiembre de 2004, día en que la niña, de ocho años, desapareció del pueblo de Figueira, Portimão, Algarve.
Las acusaciones del Ministerio Público contra cinco inspectores y ex inspectores de la Judiciaria surgieron en el marco de los interrogatorios en la PJ de Faro en 2004, momento en el que Leonor apareció con lesiones en la cara y cuerpo en el Establecimiento Penal de Odemira, donde se encontraba en prisión preventiva.
Tres inspectores están acusados por un delito de tortura, uno por un delito de falso testimonio y por omisión de denuncia y un quinto está acusado del delito de falsificación de documento público.
En la última sesión del juicio, la defensa de los inspectores de la Policía Judiciaria presentó 12 testigos entre jueces, procuradores de la República y funcionarios de la PJ, siendo todos unánimes al referir que nunca tuvieron conocimiento de casos de agresión de los arguidos en este proceso.
En una de las sesiones anteriores, el psicólogo Paulo Sargento, admitió en el tribunal que la demandante en este proceso, la madre de Joana Cipriano, tiene características psicopáticas y propensión al suicidio.
Otro testigo del proceso, un especialista en informática, declaró que las fotografías tomadas a Leonor Cipriano con las marcas de la supuesta agresión pueden haber sido manipuladas.
La madre de Joana, Leonor Cipriano, y el tío, João Cipriano (ambos hermanos), están CONDENADOS por el Tribunal Supremo a 16 años de cárcel cada uno, por un crimen de HOMICIDIO y OCULTACIÓN DEL CADÁVER de la niña.
Traducción de Mercedes
Para hacer comentarios: Aquí
El proceso por la supuesta agresión a Leonor Cipriano por los inspectores de la PJ está relacionado con el denominado “caso Joana”, que se remonta al 12 de septiembre de 2004, día en que la niña, de ocho años, desapareció del pueblo de Figueira, Portimão, Algarve.
Las acusaciones del Ministerio Público contra cinco inspectores y ex inspectores de la Judiciaria surgieron en el marco de los interrogatorios en la PJ de Faro en 2004, momento en el que Leonor apareció con lesiones en la cara y cuerpo en el Establecimiento Penal de Odemira, donde se encontraba en prisión preventiva.
Tres inspectores están acusados por un delito de tortura, uno por un delito de falso testimonio y por omisión de denuncia y un quinto está acusado del delito de falsificación de documento público.
En la última sesión del juicio, la defensa de los inspectores de la Policía Judiciaria presentó 12 testigos entre jueces, procuradores de la República y funcionarios de la PJ, siendo todos unánimes al referir que nunca tuvieron conocimiento de casos de agresión de los arguidos en este proceso.
En una de las sesiones anteriores, el psicólogo Paulo Sargento, admitió en el tribunal que la demandante en este proceso, la madre de Joana Cipriano, tiene características psicopáticas y propensión al suicidio.
Otro testigo del proceso, un especialista en informática, declaró que las fotografías tomadas a Leonor Cipriano con las marcas de la supuesta agresión pueden haber sido manipuladas.
La madre de Joana, Leonor Cipriano, y el tío, João Cipriano (ambos hermanos), están CONDENADOS por el Tribunal Supremo a 16 años de cárcel cada uno, por un crimen de HOMICIDIO y OCULTACIÓN DEL CADÁVER de la niña.
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