De Interés/Juan Antonio Espinoza
21 Abr 2010(22:22:30)
Si había alguna duda en cuanto a la negligencia y voracidad de la justicia mexicana, esta ya quedo despejada con la muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, su muerte aun sigue siendo un misterio y aunque algunas cuantas personas consideren que fue un accidente, en lo personal no estoamos de acuerdo con ellas, al observar el video y ver el lugar donde fue encontrado el cuerpo de la pequeña, nos damos cuenta que no pudo haber sido un accidente, como es posible que se encontrara en ese lugar, ¿Qué acaso la servidumbre no hacia la cama?, ¿Porque la madre mando hacer la base de la cama con esas dimensiones?, ¿Con que intenciones dejo el mismo colchón si sabia del problema que tenia su pequeña hija?. Sabiendo las condiciones en que se encuentra tu hijo, lo primero que haces es buscar hasta debajo de las pantuflas, voltear el cuarto al revés si no la encuentras ahí, habrá que buscar en toda la casa, si bien es cierto que no todos somos iguales y por lo mismo reaccionamos de forma diferente, pues para mi la madre de Paulette tiene mucha sangre fría para haber buscado por toda la recamara de la niña con toda la paciencia del mundo y la prueba esta en las entrevistas que dio a la televisión, ya que en ningún momento se mostró triste o preocupada, ¡Perdón! Si se mostró preocupada, pero por su imagen ante los medios televisivos, por que en cuanto a la desaparición de su hija no.
Bien haría el procurador Babas ¡Perdón!, quise decir Bazbaz, en renunciar al cargo que ostenta, puesto que no sirve para nada.
Israel Dávila y Silvia Chávez del periódico La Jornada declaran, que analizando los correos electrónicos de Lizeth Farah, se descubrió que esta mujer, el día 4 de Enero busco en el portal de Internet www.quebarato.com una cotización de dos millones de playeras, las cuales presuntamente se usarían en la campaña de búsqueda de la niña, una vez que los padres la reportaran como desaparecida el día 22 de Marzo.
Este fue un crimen muy bien planeado o muy bien pagado, pero de que fue un crimen, fue un crimen.
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Paulette, el accidente y el procurador
Por Carlos Lloret de Mola
Determinar que fue accidente —echando por delante a los policías científicos y sus conclusiones— es sin duda el peor escenario posible para el procurador mexiquense
Se está preparando el ambiente político y periodístico para que la Procuraduría del Estado de México, argumentando que eso es lo que arrojan los peritajes, anuncie que la muerte de Paulette Gebara Farah fue accidental. Están tratando de adelantar cómo reaccionaría la opinión pública, y esto lo hacen dejando correr algunas informaciones que apuntan a que la niña de cuatro años falleció por accidente. “Para allá va”, confía a este reportero una fuente cercanísima a la investigación.
Determinar que fue accidente —echando por delante a los policías científicos y sus conclusiones— es sin duda el peor escenario posible para el procurador mexiquense:
Alberto Bazbaz, el 31 de marzo en conferencia de prensa tras haber hallado el cadáver de la niña a un lado de su cama, declaró: “Yo no tengo duda que se trata de investigación de un delito de homicidio, porque su presencia en ese lugar (la del cuerpo) fue provocada evidentemente por alguien más. Es una investigación de homicidio”. No dejó espacio a las hipótesis, a futuros descubrimientos, a conclusiones de los científicos a los que apeló después, se despojó de inicio de cualquier supuesto-presunto-probable-posible que suelen acompañar la difusión de indagatorias inconclusas. Bazbaz dijo que no tenía duda, y lo repitió dos veces en un párrafo.
Por tanto, si la Procuraduría del Estado de México termina concluyendo que se trató de un accidente, su permanencia en el cargo sería francamente vulnerable y su renuncia, quizá, un método de contención política de su jefe, el gobernador Enrique Peña Nieto, contra quien ya apuntan todos los cañones para minarle algo de popularidad aprovechando el desaseo de este caso.
Peña sólo se puede sacudir el costo político del expediente Paulette si la explicación final sobre qué pasó es de una contundencia tal que logra convencer a la opinión pública (algo francamente inusual en este país) y se da un inmediato ajuste de cuentas político y/o policíaco: político, enseñando la puerta de salida a su procurador, si como todo apunta se deciden por la hipótesis del accidente; policíaco, metiendo a la cárcel a quien deba si es el caso (la pésima actuación de los judiciales dentro de la casa de la familia Farah Gebara parece ser obvia: no hicieron bien el cateo inicialmente o les metieron el cadáver “en las narices”).
El mínimo bache en el camino tiene garantía de supervivencia a 2012. Hay una audiencia expectante.