“Allí estaba acurrucada contra mí. Entonces, me quitó el anillo de compromiso… Acostumbraba a hacerlo muchas veces y se lo ponía... Se lo puso mientras leíamos el cuento….Es maravillosa, qué puedo decir”.
Así recuerda Kate McCann los últimos momentos que pasó con su hija. El próximo lunes se cumplen tres años de la desaparición de la pequeña Madeleine. Tres años en los que sus padres no han dejado de buscarla.
Las Mañanas de Cuatro celebra sus 750 programas en antena con una exclusiva de interés mundial. Concha García Campoy se ha desplazado hasta Rothley (Inglaterra) para entrevistar a los McCann y conocer cómo es su día a día sin Maddie.
Kate y Gerry han respondido, sin censura, a todas nuestras preguntas. Nos hablan de las dudas que aún hoy rodean el caso y de su relación con Gonzalo Amaral, el policía portugués que estuvo a cargo de la investigación y que siempre les ha considerado sospechosos.
“En mi mente está muy claro que un hombre se llevó a Madeleine y tenemos que encontrarlo para saber dónde está mi hija. Que la policía no busque a ese hombre sino que sospeche de mí y de Gerry… Eso me duele”.
Kate y Gerry McCann relatan punto a punto su versión de lo que ocurrió aquella noche. Niegan tajantemente que hubieran medicado a los niños (“Es una vergüenza que eso se publicara. No tiene ninguna base. Es mentira”) aunque admiten que pudieron equivocarse al dejarlos solos para ir a cenar con un grupo de amigos.
“La culpa nunca nos abandonará, hemos cometido un error y lo repetimos varias noches seguidas…Nunca pensamos que nuestros hijos estuvieran en peligro”.
Aseguran que a Sean y Amelia, los hermanos de Maddie, nunca les han ocultado lo que pasó.
“Un psicólogo nos dijo que respondiéramos con honestidad a todas sus preguntas… Les explicamos lo del secuestro diciéndoles que si queremos algo no hay que cogerlo si es de otros. Y lo entendieron. Como si fuera un robo”.
Tres años después de la desaparición de Madeleine, los McCann no se rinden. Dicen que seguirán luchando “el tiempo que haga falta”. En estos momentos, intentan que la policía británica reabra la investigación.
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