Carlos Loret de Mola
6 Abril 2010
El procurador entró a la habitación de Paulette. Alberto Bazbaz se acercó a la cama de la niña fallecida y justo cuando sus pisadas se aproximaron al sitio donde fue encontrado el cadáver de la menor, la mamá de ella, Lisette Farah, se interpuso en el camino y empezó a conversarle captando su atención.
Este elemento anecdótico radiografía el rumbo que han tomado las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México y cuál es la hipótesis que favorece como conclusión inicial una vez que su personal dio por terminados los interrogatorios a las personas involucradas y oficialmente está a la espera de lo que arrojen los análisis científicos al cuerpo de Paulette y el sitio donde fue hallada nueve días después de que la reportaron desaparecida.
Según las indagatorias del expediente oficial, en los exámenes psicológicos que le fueron practicados, la madre apareció como una mujer muy inteligente, fría, astuta, que no acepta culpa ni exhibe remordimiento, totalmente dominadora del entorno de su familia, que no manifiesta flaqueza o muestra de afecto ante la tragedia y que ejerce sobre su marido un control en el que no luce enganchada sentimentalmente a él ni preocupada por sus actos.
El análisis psicológico del esposo, Mauricio Gebara, realizado también por peritos de la procuraduría mexiquense y que consta en la Averiguación Previa, retrata a un hombre manipulado por su mujer, de corta lucidez, para quien incluso se sugiere un estudio posterior de coeficiente intelectual. Con estos antecedentes, la línea de investigación que hace el mayor de los sentidos para los oficiales a cargo es la de una madre que va regresando de un fin de semana “de soltera” en Los Cabos, se devuelve a su realidad de pareja sin amor e hija con discapacidad, y pierde el control; para tejer luego en torno a sus actos una red de complicidad que abraza a su marido, una de sus dos niñeras y una amiga.
Sin embargo, la Averiguación de la que se desprende todo esto no alcanza a descifrar el móvil del crimen y deja muchos vacíos. Al grado que el procurador Bazbaz, ayer en Primero Noticias, minimizó en ocho ocasiones las conclusiones preliminares de la indagatoria basada en los interrogatorios a los involucrados y dijo la palabra “ciencia” y sus derivados 38 veces en 25 minutos que duró la entrevista, pues su plan es que los cabos sueltos sean atados por análisis científicos, incluso del FBI, ejecutados sobre el cadáver de Paulette y el sitio donde apareció muerta. Estos análisis podrían estar listos a finales del próximo mes.
Los que parecen no tener salida son los judiciales mexiquenses que llegaron a la vivienda de la familia Gebara Farah el lunes 22 de marzo y encontraron ahí el cadáver de Paulette el martes 30: hicieron el cateo mal y no detectaron el cuerpo, los restos de la niña no estaban y alguien los metió aún con su vigilancia, o encubrieron.
Se enreda el procurador Bazbaz; la ciencia determinará qué pasó con Paulette
Óscar Viale
Pese a que ya cuenta con las versiones de los implicados en el asesinato de Paulette Gebara Farah, el procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, afirmó que “con base en la ciencia” se tendrán elementos suficientes para determinar qué pasó en la habitación donde se halló el cadáver de la menor.
Asimismo, el funcionario estatal mencionó que hubo inconsistencias en la pruebas del polígrafo que se aplicaron a Mauricio Gebara y Lisette Farah, padres de la menor; en tanto que, contó, los interrogatorios a los que se sometió a las trabajadoras domésticas Erika y Martha Casimiro fueron aprobados.
Pese a ello, dijo que no se puede atribuir responsabilidad o culpar a nadie del homicidio de la pequeña.
“No podemos acusar ni declarar inocente a nadie en este momento, porque ni siquiera tenemos elementos suficientes para sostenerlo”, comentó en el noticiario de Loret de Mola.
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Por último el procurador garantizó que el homicidio de Paulette no quedará impune.
No fue un accidente: Mauricio Gebara
CIUDAD DE MÉXICO.- Mauricio Gebara, padre de la pequeña Paulette, hallada muerta la semana pasada, manifestó que lo que sucedió con la menor no fue un accidente.
Interrogado por el periodista Joaquín López Dóriga, en el noticiario nocturno de Televisa, admitió que no está en condiciones de meter las manos por nadie y que sólo puede hablar por él mismo.
El comunicador le cuestionó si tenía duda de la inocencia de su esposa, Lizett Farah, en la muerte de la pequeña.
"Para mí esto no fue un accidente", subrayó. Lo demás, agregó, se lo deja a las autoridades.
Durante la entrevista, Gebara evitó hablar de las versiones que apuntan a que la muerte de Paulette fue un accidente.
"Sigo en la convicción de que no lo hizo por sí misma", y dijo que no es posible que se trate de un accidente, "por las cuestiones técnicas que me han explicado" en las policías locales del estado de México.
López Dóriga entonces preguntó si por su esposa o por alguien metería las manos al fuego, a lo cual Gebara respondió que "sólo puedo hablar por mí".
Confesó haber vivido "una pesadilla" mientras estuvo en arraigo, junto a su esposa Lisette Farah, y no poder saber nada de la investigaciones de la muerte de su hija.