23 de abril de 2010
PUERTA DE EMBARQUE
Laura Pérez Cisneros
La lógica te dice que no hay mejor lugar y más seguro para un pequeño o pequeña que su propio hogar, pero la realidad destroza la lógica cuando detrás de una puerta los padres ignoran o maltratan a sus hijos, y hay más, detrás de una puerta es donde esos niños encuentran el peor sitio, y sus padres en lugar de protegerlos respetarlos y amarlos son sus verdugos. La historia de Paulette ha sobrepasado la realidad, se ha salpicado de ficción, ¿o acaso la ficción tiene tintes de realidad? Ahora las autoridades han descubierto que la ciencia y no la justicia tienen la respuesta a este caso.
Esa nena que debería estar jugando con sus muñecas, viendo sus caricaturas favoritas, dibujando, comiendo un dulce, un helado, ahora está en medio de un cementerio sin más compañía que unas rosas blancas que su mamá le dejó. ¿Un descuido, un accidente, una acción premeditada? Nada de esto sirve, a Paulette le arrebataron la vida, vida que por cierto fue algo por lo que ella siempre luchó, desde que nació prematuramente.
Cuando los padres de Paulette dieron a conocer que su hija había desaparecido en su propia casa, la sociedad se involucró en este caso. La carita de esa niña sonriendo con ese traje en azul y rosa de princesa se ganó el corazón de muchos; lo mismo veías esa imagen en el súper, en las redes sociales, que en mantas colgadas de puentes. Nadie llegó a pensar que detrás de esa puerta, donde colgaban el nombre “Polette”, donde entraron hasta perros a buscarla, aparecería la niña sin vida.
La muerte de Paulette traspasó las fronteras. Tan sólo el diario español El Mundo se refería a la “Madeleine mexicana” al hablar de Paulette, y sí, existen ciertas similitudes entre Paulette y la británica Madeleine McCann, desaparecida hace casi tres años.
Madeleine McCann tenía tres años cuando el 3 de mayo del 2007 estaba de vacaciones en Portugal, sus padres salieron a cenar y la niña dormía junto a sus hermanas mellizas (sic) más pequeñas; fue la última vez que sus padres la vieron. Al igual que Paulette, un beso de buenas noches fue el último adiós. (Inciso: Texto "novelado" de la autora de este artículo).
Los dos puntos en que confluyen el caso de Paulette y de Madeleine es el cómo la sociedad, al ver la falta de respuesta de parte de las autoridades, se ha encargado de atar cabos, de coadyuvar, de investigar y de hacer sus propios juicios, y también de crear a sus propios culpables. ¿Acaso las autoridades imaginan la desesperación que pasan los padres cuando un hijo desaparece? ¿Saben lo qué es vivir minutos eternos? (Inciso: Desesperación que ninguno de los padres mostró en ninguna de las dos desapariciones).
Un año después de la desaparición de Maddy las autoridades, presas de su incapacidad para dar con el paradero de la pequeña, se fueron por el camino más cómodo: decidieron cerrar el caso en julio del 2008, y sólo podría ser reabierto si existe una evidencia que lo amerite. (Inciso: Por no mencionar las mentiras contadas por los propios padres y grupo de amigos que se negaron a ayudar a la policía).
Entonces la gente de varios puntos del mundo aportó más pruebas, más de dos mil imágenes de la que podría ser la niña (Inciso: ¿Habla de la niña del coro o la del supermercado o tal vez se refiere a la lista de sospechosos presentados por nuestra querida Antonella?). Los padres de Maddy buscaron ayuda de investigadores privados (Inciso: Que por lo que parece han resultado ser tan "incpaces" como la policía), se han creado imágenes de cómo luciría Madeleine en la actualidad, que ahora tendría seis años; todo esto con el fin de dar con su paradero, pues como no hay una evidencia clara de que esté muerta (Inciso: Pero sí indicios bastante razonables), los padres de esta pequeña y la sociedad les basta esto para seguir buscando a la niña británica. (Inciso: Doña Laura, lo que estamos buscando es justicia para Madeleine Beth McCann, algo que se le ha negado hasta el momento).
Otros casos que escondieron el horror y la incredulidad detrás de una puerta se registraron en Austria, cuando la niña Natascha Kampsuch fue secuestrada ocho años y obligada a vivir en un sótano; su secuestrador se suicidó al escapar la jovencita. ¿Recuerda también aquel loco de 73 años, Josef Frtizl, quien a unos pasos de la casa donde vivía con su esposa y un hijo tuvo por 24 años secuestrada a su propia hija, a la que violó y con la que tuvo siete hijos?
Todos estos casos que saltaron a luz, se escondieron detrás de una puerta, y es que en todo el mundo se viven casos donde los niños encuentran en su casa el peor lugar del mundo.
Paulette esperaba a sus padres, los imaginaba abrazados en su funeral, pero fue más fuerte el engaño y las diferencias. Paulette esperaba a su hermanita Lizette y quería ver por última vez a aquellas dos mujeres, sus nanas, que cuidaban de ella; la muerte rompió todo. Cada uno seguirá caminos distintos. Para los que hemos seguido este caso, nos da cierta tranquilidad que la pequeña Paulette esté en un mejor lugar: imagino el jardín más hermoso para Paulette.
No sé si la justicia será capaz de llenar esos huecos de incredulidad que han provocado en la sociedad, pero hay alguien más, Lizette, la hermanita de Paulette; ojalá el tiempo sane su corazón y pueda superar esta pesadilla, porque no hay que olvidar que ella es todavía una niña.
Más de 200 personas, entre familiares, amigos, policías, agentes investigadores y reporteros, estuvieron en la recámara de Paulette Gebara del 21 al 27 de marzo, sin que alguien se percatara de que en el lugar presuntamente estaba el cuerpo de la niña, reveló la Procuraduría mexiquense.
Actualmente está bajo investigación la sábana en la que estaba envuelto el cuerpo de la menor cuando fue hallada la madrugada del miércoles 31 de marzo.
Según datos, en la sábana se encontraron muestras de distintos tipos de saliva, que ayudará a determinar a quién pertenecen, la fecha en que murió Paulette y también sobre las personas que estuvieron con ella.
Otro elemento que se analiza es la presencia de alcohol en la sangre de la niña —cuya prueba de alcoholemia dio positivo— y también se estudia si a la pequeña se le administró paracetamol u otro medicamentos. En esta parte de la indagatoria, la Procuraduría de Justicia del Estado de México solicitó la colaboración de especialistas provenientes de España.
Tal vez Doña Laura pueda explicar esto:
Más de 200 personas, entre familiares, amigos, policías, agentes investigadores y reporteros, estuvieron en la recámara de Paulette Gebara del 21 al 27 de marzo, sin que alguien se percatara de que en el lugar presuntamente estaba el cuerpo de la niña, reveló la Procuraduría mexiquense.
Actualmente está bajo investigación la sábana en la que estaba envuelto el cuerpo de la menor cuando fue hallada la madrugada del miércoles 31 de marzo.
Según datos, en la sábana se encontraron muestras de distintos tipos de saliva, que ayudará a determinar a quién pertenecen, la fecha en que murió Paulette y también sobre las personas que estuvieron con ella.
Otro elemento que se analiza es la presencia de alcohol en la sangre de la niña —cuya prueba de alcoholemia dio positivo— y también se estudia si a la pequeña se le administró paracetamol u otro medicamentos. En esta parte de la indagatoria, la Procuraduría de Justicia del Estado de México solicitó la colaboración de especialistas provenientes de España.