NUNO MIGUEL MAIA
26 de octubre de 2009
El ex inspector de la PJ alega insolvencia para defenderse en el proceso de los padres de Madeleine McCann.
El ex coordinador de la investigación del caso Maddie ha pedido ayuda al Estado para poder defenderse en el proceso interpuesto por los padres de la menor desaparecida en el Algarve. Alega insolvencia para no pagar las costas del tribunal.
Gonçalo Amaral solicitó apoyo a la Seguridad Social poco antes de contestar la providencia cautelar presentada por Kate y Gerry McCann, buscando retirar del mercado el libro “La Verdad de la Mentira” y el documental basado en la misma obra, así como interrumpir la comercialización de los derechos de autor en el extranjero, a través de la editora Guerra y Paz. Prohíbe además al investigador ahora jubilado de la Policía Judiciaria continuar hablando públicamente sobre su tesis del caso de la niña inglesa.
Los padres de Madeleine McCann exigen una indemnización de 1,2 millones de euros, lo que significa que el importe de la tasa judicial a pagar sobrepasa los cinco mil euros, solo para contestar y excluyendo otras obligaciones.
Más recientemente, hace unos días, el ex inspector del caso Maddie vio como el Tribunal Civil de Lisboa embargaba preventivamente los beneficios de la venta del libro y documental, a través de una empresa unipersonal a nombre de Amaral, como forma de garantizar que habrá dinero para pagar una eventual indemnización, cuya pertinencia solo será sabida en la acción principal.
Según ha podido saber JN, en la petición de ayuda económica, por insolvencia, Gonçalo Amaral declaró un rendimiento anual líquido de 39 mil euros, presentando una carga familiar de cuatro personas: el propio ex investigador, su mujer y dos niñas de 11 y cinco años.
Por otra parte, el autor de “La Verdad de la Mentira” no tiene ningún bien en a su nombre –no tiene inmuebles ni coches. El único coche de la familia, un Ford Focus de 2003, está a nombre de su mujer, técnica del Ayuntamiento de Portimão.
Hace unos días a través de un comunicado, el ex coordinador de la Judiciaria afirmó recelar que “la verdad sobre la desaparición de Madeleine está en riesgo de ser decidida en un despacho”. También tiene miedo de “verse imposibilitado de defender sus razones en un tribunal, ante el elevadísimo coste económico” del proceso, en concepto de honorarios de abogados y de “costas judiciales millonarias de las cuales, por lo que parece, solo están exentos los indigentes”.
Gonçalo Amaral ya ha solicitado, a la Seguridad Social, la exención del pago de la tasa judicial y demás obligaciones del proceso, no siendo conocida la decisión final, que también podría pasar por un recurso ante los tribunales.
Solicitada la revocación de la providencia cautelar
Gonçalo Amaral pide al Tribunal Civil de Lisboa que revoque la providencia cautelar, alegando que su amplitud impide no solo la divulgación del contenido del libro “La Verdad de la Mentira”, sino también la divulgación de cualquier declaración incluida en los autos de investigación del caso Maddie, que acabó siendo archivado.
El ex inspector de la PJ subraya que no acusa a Kate y Gerry McCann de haber matado a su hija y escondido el cadáver. Y que solo defiende la tesis de su muerte en el apartamento del Ocean Club, en Praia da Luz, Lagos –no citando a nadie como autor- y “sospecha” de la posterior implicación de los padres en la ocultación del cadáver. Subraya, además, que todo su relato está basado en hechos establecidos en el proceso y que los propios fiscales de la investigación dice que “lo más probable” es que la niña esté muerta.
Además, Amaral recuerda que los propios McCann y su portavoz ya admitieron públicamente, en entrevistas, la posibilidad de que Madeleine pudiera estar muerta.
Traducción de Mercedes