Deborah Summers, politics editor
guardian.co.uk, Wednesday 14 October 2009 14.06 BST
Peter Bottomley dice a los diputados que demandará al bufete de abogados después de que intentase impedir al Guardian informar sobre la pregunta presentada en la Cámara de los Comunes
Se puso de manifiesto hoy que la firma de abogados en el centro de un intento sin precedentes de una empresa británica de comercio de petróleo para evitar que the Guardian informara sobre los procedimientos parlamentarios, será denunciada ante el Colegio de Abogados.
Se puso de manifiesto hoy que la firma de abogados en el centro de un intento sin precedentes de una empresa británica de comercio de petróleo para evitar que the Guardian informara sobre los procedimientos parlamentarios, será denunciada ante el Colegio de Abogados.
Gordon Brown describió el caso como “desafortunado” cuando fue interrogado sobre el asunto durante las preguntas del primer ministro hoy en la Cámara de los Comunes.
Dijo que el Ministro de Justicia, Jack Straw, había hablado con las partes implicadas para intentar resolver el asunto.
Brown habló después de que el Conservador Peter Bottomley dijera a los Diputados que iba a demandar a Carter-Ruck, el bufete de abogados que actuó en nombre de Trafigura, al Colegio de Abogados, diciendo que ningún abogado debería ser capaz de impedir que se informe sobre la actividad parlamentaria.
“Buscaré su consejo de si es adecuado que cualquier abogado que pretenda o tenga la intención de impedir que se informe sobre la actividad parlamentario, dijo Bottomley a the Guardian.
“Es trabajo de la prensa dar a conocer a todos lo que es sabido por unos pocos. Cualquier acción judicial que inhiba debería ser aprobada a muy altas instancias, con una justificación detallada, y en circunstancias normales, no debería hacerse en secreto.”
Ayer, Carter-Ruck fue acusado de infringir la supremacía del parlamento después de insistir que una medida cautelar conseguida contra the Guardian impedía al periódico informar sobre la pregunta presentada el lunes por el diputado Laborista Paul Farrelly.
La pregunta de Farrelly era sobre las implicaciones para la libertad de prensa con motivo de una orden obtenida por Trafigura impidiendo a the Guardian y otros medios de comunicación publicar el contenido de un informe relacionado con el vertido de residuos tóxicos en Costa de Marfíl.
En la edición impresa de ayer, se impidió a the Guardian identificar a Farrelly, informar sobre la naturaleza de su pregunta, donde podría encontrarse la pregunta, qué empresa había solicitado la mordaza, o incluso qué medida cautelar estaba constriñendo su cobertura.
Pero los numerosos usuarios de la red social Twitter publicaron detalles de la pregunta de Farrely y ayer por la mañana, ya había sido publicado el texto completo en dos blogs destacados así como en la revista Private Eye.
Carter-Ruck retiró su intento de mordaza a la hora del almuerzo, poco antes de la dos de la tarde en una audiencia del alto tribunal en la que the Guardian estaba a punto de cuestionar su postura, con el respaldo de otros periódicos nacionales.
Ayer Carter-Ruck cuyo socio Adam Tudor ha representando a Trafigura, emitió un comunicado de prensa reconociendo: “De hecho la orden hubiese impedido a the Guardian publicar información sobre la pregunta parlamentaria que había sido presentada esta semana.” Pero el bufete dijo que la información del Guardian sobre este asunto había sido “muy engañosa”.
El bufete añadió: “No hay duda que Trafigura busca amordazar a los medios de comunicación de informar sobre los procedimientos parlamentarios, las partes han acordado la modificación de la orden existente a fin de reflejarlo.”
Se ha contactado con Carter-Ruck para hacer comentarios.
Traducción de Mercedes
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