21 de octubre de 2009
Puede estar escrito en todas leyes que un ciudadano es libre de pensar y expresar sus pensamientos, pero eso se convierte en algo completamente inútil si puede ser el blanco de la censura en el caso de expresar una opinión que es contraria al status quo, a los intereses de la casta dominante o que simplemente tiene dinero.
La confrontación de tesis responsables sobre hechos objetivos deber tener lugar en el campo abierto del debate democrático y no a través de recursos ante los tribunales y coacción jurídica. Y, sin embargo, como es de conocimiento público, un tribunal portugués ha inmortalizado el libro “La Verdad de la Mentira” sobre la desaparición de Madeleine Beth McCann, decidiendo qué no puede ser opinado y expresado en Portugal, censurando una tesis que está basada en el razonamiento lógico sobre hechos concretos y pruebas materiales que forman parte de un proceso criminal y que nunca ha tenido intención de difundir, al público, de manera gratuita e irresponsable, la idea de que un tercero tiene algún tipo de responsabilidad en la desaparición de la pequeña Madeleine.
Incluso más serio. Habiendo sido notificado ya sobre el embargo preventivo de sus beneficios, el que suscribe teme que pueda ser impedido de defender sus razones en un tribunal, debido al alto coste económico que la acción judicial que ha sido interpuesta contra él por Gerry y Kate McCann, en términos de gastos en abogados y unas costas judiciales millonarias, de las cuales aparentemente solo están exentos los indigentes.
Después de lo cual se deduce que, por el momento, el que suscribe no solo está siendo privado de su derecho elemental a la libertad de expresión, ya que también se enfrenta a limitaciones en relación con su propia defensa, que no puede ser concebida sino bajo la sombra de la expresión de ideas y convicciones prohibidas, y a cambio de unas cantidades económicas absolutamente insufribles.
Así pues la verdad sobre la desaparición de Madeleine está en riesgo de ser decidida en un despacho. Así es como vivimos en Portugal, en lo que se refiere a libertad y democracia.
Traducción de Mercedes