Los agentes revisan la agenda de la adolescente desaparecida hace ya 12 días e incluso registran coches y domicilios tratando de encontrar alguna nueva pista
Fernando Pérez Ávila | Actualizado 05.02.2009 - 05:03
La Policía Nacional está centrando sus investigaciones en el círculo de amistades de Marta del Castillo, la joven de 17 años desaparecida el pasado 24 de enero en la barriada de Tartessos. Los agentes encargados del caso tratan de encontrar alguna nueva pista entre los amigos de la menor desaparecida y en las últimas horas incluso han registrado domicilios y vehículos. Pese a ello, todavía no se desecha ninguna hipótesis en la desaparición de Marta y la mayoría de estas gestiones policiales están encaminadas básicamente a descartar pistas. Mientras tanto, decenas de policías, bomberos y técnicos de emergencias han comenzado a realizar batidas por distintas zonas de la ciudad y las márgenes del Guadalquivir, que se suman a las que hace a diario Ernesto Cabrera, el especialista en búsqueda de personas con perros llegado de Lérida.
Los investigadores, pertenecientes a los grupos de Menores y de Homicidios de la Jefatura sevillana, tomaron declaración durante aproximadamente seis horas a Antonio del Castillo, el padre de la joven desaparecida, la tarde del pasado lunes. En este interrogatorio, los policías revisaron la agenda de Marta y preguntaron a Antonio por todos y cada uno de los amigos que aparecían en el listín telefónico. "Me preguntaron si los conozco, si sabía quiénes eran, dónde vivían, que relación tenían con la niña", explicó ayer el padre de la joven, que ofreció una nueva rueda de prensa a las puertas de su casa del número 3 de la calle Argantonio.
La Policía está investigando uno por uno a los amigos de la menor desaparecida y ha comenzado tanto a tomar declaración a los jóvenes como a realizar registros para comprobar toda la información de la que dispone y hallar algún hilo del que poder tirar para avanzar en las pesquisas. A la revisión de la agenda se le une también la inspección del ordenador portátil de Marta y del equipo informático de su abuelo, desde el que también se conectaba a menudo a internet.
El padre de la joven aportó ayer un dato revelado por su mujer, a la que Marta aseguró el sábado que iba a salir para "arreglar un asunto con Miguel", el chico con el que había estado saliendo tiempo atrás. Fue este el joven con el que pasó prácticamente toda la tarde. Marta salió de casa a las cinco y sólo estuvo entre cinco y diez minutos en Triana con otro amigo, sobre las ocho y cuarto. Más de una hora después, poco antes de las nueve y media, Miguel asegura haberla llevado a casa en un ciclomotor y dejado a unos 25 metros de su casa, en la esquina de las calles Argantonio y Gerión.
Luego Marta pudo subir a su casa y recibir una llamada al móvil o al portero electrónico. El padre cree que subió porque el módem estaba encendido y él siempre lo dejaba apagado, pero conforme pasan los días le asaltan las dudas. "Ya no sé si la niña subió o no, lo mismo la vecina que dice haberse cruzado con ella se confundió y vio a otra niña que se le parece mucho y que vive en el bloque". La Policía también pidió a Antonio del Castillo que concretara las horas exactas en las que se tuvo noticias de Marta, que precisara las ropas que vestía la menor y si ésta discutió con él o con la madre antes de desaparecer.
Decenas de policías locales, bomberos y técnicos del 061 comenzaron ayer a buscar a la joven por descampados y las márgenes del río. Estos profesionales de las emergencias pertenecen a la organización SOS Ayuda Sin Fronteras y están realizando la búsqueda de manera coordinada con la Policía Nacional. Ayer batieron las zonas de Pino Montano y el entorno del monumento a Colón. Es aquí precisamente donde el perro Sultán, del especialista Ernesto Cabrera, detecta rastro de Marta del Castillo. "Seguiré dando batidas por esta misma zona en los próximos días porque el perro siempre me lleva ahí y se mueve en un radio de cien metros".
Para hacer comentarios: Aquí
Fernando Pérez Ávila | Actualizado 05.02.2009 - 05:03
La Policía Nacional está centrando sus investigaciones en el círculo de amistades de Marta del Castillo, la joven de 17 años desaparecida el pasado 24 de enero en la barriada de Tartessos. Los agentes encargados del caso tratan de encontrar alguna nueva pista entre los amigos de la menor desaparecida y en las últimas horas incluso han registrado domicilios y vehículos. Pese a ello, todavía no se desecha ninguna hipótesis en la desaparición de Marta y la mayoría de estas gestiones policiales están encaminadas básicamente a descartar pistas. Mientras tanto, decenas de policías, bomberos y técnicos de emergencias han comenzado a realizar batidas por distintas zonas de la ciudad y las márgenes del Guadalquivir, que se suman a las que hace a diario Ernesto Cabrera, el especialista en búsqueda de personas con perros llegado de Lérida.
Los investigadores, pertenecientes a los grupos de Menores y de Homicidios de la Jefatura sevillana, tomaron declaración durante aproximadamente seis horas a Antonio del Castillo, el padre de la joven desaparecida, la tarde del pasado lunes. En este interrogatorio, los policías revisaron la agenda de Marta y preguntaron a Antonio por todos y cada uno de los amigos que aparecían en el listín telefónico. "Me preguntaron si los conozco, si sabía quiénes eran, dónde vivían, que relación tenían con la niña", explicó ayer el padre de la joven, que ofreció una nueva rueda de prensa a las puertas de su casa del número 3 de la calle Argantonio.
La Policía está investigando uno por uno a los amigos de la menor desaparecida y ha comenzado tanto a tomar declaración a los jóvenes como a realizar registros para comprobar toda la información de la que dispone y hallar algún hilo del que poder tirar para avanzar en las pesquisas. A la revisión de la agenda se le une también la inspección del ordenador portátil de Marta y del equipo informático de su abuelo, desde el que también se conectaba a menudo a internet.
El padre de la joven aportó ayer un dato revelado por su mujer, a la que Marta aseguró el sábado que iba a salir para "arreglar un asunto con Miguel", el chico con el que había estado saliendo tiempo atrás. Fue este el joven con el que pasó prácticamente toda la tarde. Marta salió de casa a las cinco y sólo estuvo entre cinco y diez minutos en Triana con otro amigo, sobre las ocho y cuarto. Más de una hora después, poco antes de las nueve y media, Miguel asegura haberla llevado a casa en un ciclomotor y dejado a unos 25 metros de su casa, en la esquina de las calles Argantonio y Gerión.
Luego Marta pudo subir a su casa y recibir una llamada al móvil o al portero electrónico. El padre cree que subió porque el módem estaba encendido y él siempre lo dejaba apagado, pero conforme pasan los días le asaltan las dudas. "Ya no sé si la niña subió o no, lo mismo la vecina que dice haberse cruzado con ella se confundió y vio a otra niña que se le parece mucho y que vive en el bloque". La Policía también pidió a Antonio del Castillo que concretara las horas exactas en las que se tuvo noticias de Marta, que precisara las ropas que vestía la menor y si ésta discutió con él o con la madre antes de desaparecer.
Decenas de policías locales, bomberos y técnicos del 061 comenzaron ayer a buscar a la joven por descampados y las márgenes del río. Estos profesionales de las emergencias pertenecen a la organización SOS Ayuda Sin Fronteras y están realizando la búsqueda de manera coordinada con la Policía Nacional. Ayer batieron las zonas de Pino Montano y el entorno del monumento a Colón. Es aquí precisamente donde el perro Sultán, del especialista Ernesto Cabrera, detecta rastro de Marta del Castillo. "Seguiré dando batidas por esta misma zona en los próximos días porque el perro siempre me lleva ahí y se mueve en un radio de cien metros".
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