Blog del Juez de Menores de Granada y del periodista Carlos Morán
Buenas tardes, soy Emilio Calatayud. Ante todo quiero manifestar mi más sincero pésame a la familia de Marta del Castillo, a sus amigos y, en especial, a sus padres. Es difícil dar una explicación a los acontecimientos tran dramáticos que están viviendo. Espero que puedan soportarlo y, si eso fuera posible, superarlo. Pero lo que no me gustaría que pasara, y me temo que ya está ocurriendo, es que la muerte de Marta se convirtiera en una especie de circo mediático, en especial, por parte de la televisión. No olvidemos que estamos ante una investigación criminal, que se está bajo secreto de sumario y que muchas de la informaciones que se están dando puede que no sean ciertas o estén incompletas. Hay que dejar trabajar a la policia, al Juez, y cuando se levante el secreto de sumario, sabremos qué es lo que ocurrido. Se habla de homicidio, de complices, encubridores, mayores, menores… Ya veremos. A veces no es buena tanta rapidez. A mí me gusta eso de ” vísteme despacio que tengo prisa”.
Por otro lado, el alboroto de curiosos que se está produciendo en las orillas del rio en nada ayuda a la familia. Sólo contribuye a agravar el morbo de la gente. Respetemos a los profesionales, que seguro que están poniendo todo su conocimiento, pericia y tiempo para encontrar el cadáver de la desdichada menor, pero no hagamos un espectáculo de esto. Respetemos a Marta. Y a los profesionales de la información les sugeriría que no den ningun minuto de gloria a personas que, a lo peor, sólo buscan eso: nortoriedad. Se está investigando la muerte de una menor que ha tenido una vida, estoy seguro, preciosa y feliz, como debe ser. No mostremos más allá de lo estrictamente necesario para la información. No realicen entrevistas a menores y a jóvenes, y no difundan imagenes que “expliquen” la vida de Marta, pero que pueden dañar a la familia. Tampoco prejuzguemos a los jovenes y menores. Tienen los medios una oportunidad de demostrar que les interesa colaborar con la justicia y la información y no sólo incrementar la audiencia o los lectores. Sean serios y honestos. No hagan héroes ni villanos por anticipado.
Todo esto me lleva a plantearme las preguntas de siempre: ¿Qué estamos haciendo con nuestros menores?, ¿Hacía dónde vamos? ¿Qué educación les estamos dando? ¿En qué estamos fallando?. Todos somos responsables
Para hacer comentarios: Aquí
Buenas tardes, soy Emilio Calatayud. Ante todo quiero manifestar mi más sincero pésame a la familia de Marta del Castillo, a sus amigos y, en especial, a sus padres. Es difícil dar una explicación a los acontecimientos tran dramáticos que están viviendo. Espero que puedan soportarlo y, si eso fuera posible, superarlo. Pero lo que no me gustaría que pasara, y me temo que ya está ocurriendo, es que la muerte de Marta se convirtiera en una especie de circo mediático, en especial, por parte de la televisión. No olvidemos que estamos ante una investigación criminal, que se está bajo secreto de sumario y que muchas de la informaciones que se están dando puede que no sean ciertas o estén incompletas. Hay que dejar trabajar a la policia, al Juez, y cuando se levante el secreto de sumario, sabremos qué es lo que ocurrido. Se habla de homicidio, de complices, encubridores, mayores, menores… Ya veremos. A veces no es buena tanta rapidez. A mí me gusta eso de ” vísteme despacio que tengo prisa”.
Por otro lado, el alboroto de curiosos que se está produciendo en las orillas del rio en nada ayuda a la familia. Sólo contribuye a agravar el morbo de la gente. Respetemos a los profesionales, que seguro que están poniendo todo su conocimiento, pericia y tiempo para encontrar el cadáver de la desdichada menor, pero no hagamos un espectáculo de esto. Respetemos a Marta. Y a los profesionales de la información les sugeriría que no den ningun minuto de gloria a personas que, a lo peor, sólo buscan eso: nortoriedad. Se está investigando la muerte de una menor que ha tenido una vida, estoy seguro, preciosa y feliz, como debe ser. No mostremos más allá de lo estrictamente necesario para la información. No realicen entrevistas a menores y a jóvenes, y no difundan imagenes que “expliquen” la vida de Marta, pero que pueden dañar a la familia. Tampoco prejuzguemos a los jovenes y menores. Tienen los medios una oportunidad de demostrar que les interesa colaborar con la justicia y la información y no sólo incrementar la audiencia o los lectores. Sean serios y honestos. No hagan héroes ni villanos por anticipado.
Todo esto me lleva a plantearme las preguntas de siempre: ¿Qué estamos haciendo con nuestros menores?, ¿Hacía dónde vamos? ¿Qué educación les estamos dando? ¿En qué estamos fallando?. Todos somos responsables
Todos los que formamos parte de Hasta que se sepa la Verdad suscribimos estas palabras
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